Lo hemos dicho en varias de nuestras columnas, los dos, Claudia López, y Petro, son muy buenos para denunciar y muy malos para administrar. La primera ha hecho una muy mala alcaldía, tirando a nula y el segundo fue de los peores alcaldes que ha tenido esta ciudad.
Ayer, como se dice popularmente, se ‘encendieron en la red’ estos dos personajes.
Acá el cruce de trinos:
Estos son los de Claudia.
«Atravesamos la peor crisis de nuestra historia. Para capitalizarla electoralmente la extrema izquierda y su candidato promueve caos y rebelión y la derecha responde con reprensión. Escucha, cambio, cuidado y soluciones es lo que quieren y trabajamos para ofrecer a los ciudadanos».
«La extrema derecha responde con reprensión. La ciudadanía busca garantías y soluciones, pero también tranquilidad. Su caos puede ser su búmeran».
«Recapacite Gustavo. Su apuesta de radicalización, confrontación y caos tal vez le asegure likes, dudo que le garantice la Presidencia».
Esto le respondió Petro:
«Estoy de acuerdo con hacer un pacto de convivencia en Bogotá. Propongo para ello dos puntos: Que ud, Claudia, de la orden pública de no sacar el Esmad en las movilizaciones 2. Que el dinero para construir troncales de Transmilenio vaya para sedes públicas de educación superior».
Y Claudia ripostó:
Dimos $100.000 millones a la nueva sede de la Universidad Distrital y #jovenesalau ofrece este año 8.000 becas de educación superior gratuita y hasta 50.000 en nuestro gobierno.
Sin duda, que entre el diablo y escoja, aunque Claudia y Petro parezcan muy diferentes son muy parecidos en su pensar, decir y actuar, los dos trasladan culpas, no aceptan sus responsabilidades, son incoherentes, hoy dicen una cosa mañana dicen otra peor, sus egos son tan grandes que no caben los dos en la misma ciudad ni en el mismo país, en algún momento hicieron una alianza por conveniencia y hoy posan de contradictores, pero mañana pueden volver a unirse, la izquierda es así.
Claudia tiene toda la razón en los trinos que le escribió a Petro, pero ella también ha caído en lo mismo por su falta de autoridad, por su gobernar camaleónico y por no actuar como una verdadera jefe de policía, al contrario, se va lanza en ristre contra ellos y los denuncia internacionalmente.
De Petro, que más podemos decir, lo hemos agotado todo en este blog, Claudia lo define perfecto, pero se queda corta, ratifiquemos que es un muy mal perdedor, que busca el poder a costa de lo que sea, aplica muy bien su máxima subversiva de otrora (y de su presente y futuro inmediato) «el fin justifica los medios».
Los votantes son quienes tienen la última palabra y esperamos que no vayan a votar por ninguno de los dos para bien de nuestro país.
Para finalizar este artículo debemos decir que no estamos de acuerdo con lo que Claudia López le dijo a nuestra colega Yolanda Ruíz. Según la alcaldesa, ella es una opción de centro, la única política colombiana que ocupa el segundo cargo más importante y además mujer. Dice que derrotó al tiempo a Uribe y a Petro y que francamente el futuro de Colombia está en eso. Afirma que ella es una gran piedra en el zapato porque, según ella, ha demostrado que «sí se puede desde la ciudadanía derrotar a los dos extremos políticos de Colombia». Pues nada de eso es cierto, ella no es de centro, es más de derecha que los de derecha (hace todo lo que odia de ellos), si se le critica no es por machismo sino porque no arroja resultados en su alcaldía, jamás derrotó a Petro ni a Uribe, ellos no fueron sus contrincantes a la alcaldía. En lo que si coincidimos con ella es que es una piedra en el zapato, pero no porque sea la solución para Colombia, sino que ni gobierna ni deja gobernar.
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