Hoy en nuestro espacio queremos hacer un homenaje a una talentosa mujer, nacida en Hellín, ciudad española de la provincia de Albacete, comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, tierra de Don Quijote. Ella es Esther Coïa.
En su trabajo de pintura y poesía desciframos el interior de su Ser. Con formas y colores devela su sensibilidad, siempre ponderando la mujer, fuente de su inspiración.
Nos enseña, sin tapujos, a ver el cuerpo al desnudo.
Si tuviéramos que definirla en una sola palabra diríamos que es Colorista, esa es su magia, tanto en la pintura como en la poesía, y nos despierta gran cúmulo de sensaciones escondidas.
Acá algunas de sus obras de pintura más reconocidas.
En cuanto a poesía, es igual de talentosa con la pluma que con el pincel. El siguiente es un poema que le ha dedicado a Hellín, cuna de sus ancestros, donde sus murallas hicieron eterna su infancia.
Hellín, tierra de mis ancestros
Bajo un sol fogoso,
amarrado a la cúspide
azul celeste,
manos afanosas
de morunos almohades,
con turbante cerusa
y jirones de tejido,
tus murallas antiguas,
alzaron impasibles.
Desde tu castillo morisco,
hoy vestigio desencajado
con torres ocre dorado,
almenas desdentadas
y alcazaba desarticulada,
mi ciudad milenaria,
infatigable y brava,
custodia contra gumía
y alfanje del enemigo.
Encalados con pigmentos
añiles y blancos,
en tus barrios antiguos
por un recinto ceñidos,
calles laberínticas,
con casas sobrias
y patios frugales,
desembocan en un pasadizo,
con paredes apretadas.
Llamado el “Callejón del beso”,
en su leyenda popular,
acobijas en tu pecho albo,
las caricias añejas
de un tiempo pasado
y los ósculos secretos
de los amantes engarzados,
posados sobre mejilla enrojada,
con desusada ternura.
En una de tus siete colinas
en la antigua judería,
San Rafael, tu ermita,
con su tez caliza
y sus ojos garzos,
orando piadosa,
hospeda candorosa
a sus peregrinos clementes,
entre candelas de claveles
y destellos chispeantes.
En los pliegues verticales
de tu amplio refajo
de listas zarcas,
corren tus aguas
frías y caudalosas
de los ríos sinuosos
Segura y Mundo,
entre valles florecidos
con arracadas violáceas
de romero y de tomillo.
Con tu traje de gala,
luces mantilla argilosa,
chambra blanca rociada
de arrozales abultados,
fruncida en un escote bondadoso,
mangas de almilla
con frutales sabrosos,
corpiño con olivos centenares,
viñedos y almendros frondosos,
ajusta el talle a tus caderas.
Con zapatillas de esparto,
atadas con cintas negras,
y medias de hilo blanco,
en la cima silvestre
de la Sierra del Pino,
alabando tu Virgen,
bailas con donosura,
en tono jocoso y festivo,
al son de seguidillas
y jotas manchegas.
De tu delantal mineral,
ancho y rumboso,
rebozan de tus faltriqueras,
arropadas de recuerdos
confitados,
caramelos anisados
de azúcar tostada
y yema almibarada,
con papel de pergamino
bermejo y coral blanco.
Hellín, cortesana eterna,
distinguida y respetada,
con vestidura humilde,
semblante risueño
y perfume de tierra seca,
pulida tras lunas y soles,
al mundo muestras
el pudor de tu luz,
con notas virtuosas
de paz y de alegría.
© Esther Coïa
Disfrutemos dos de sus poemas narrados con su preciosa voz, ‘Las Begonias Blancas’ y ‘Dulcinea, Esclava de tus sueños’:
Acá los links:
https://www.youtube.com/watch?v=AhtzsW0s5eo
https://www.youtube.com/watch?v=9vqm5rgUr6I
Esther ha participado en muchas Exposiciones de Pintura a nivel mundial y muchos Encuentros de Poesía. Ella es catalogada por la crítica como una de las mejores.
Esperamos tenerla pronto en Colombia y disfrutar de cerca su obra su y talento.
Esther es sin duda una mujer encantadora, una artista integral, que refleja en su pintura y poesía la calidad humana que lleva dentro.
Acá el poema que más nos gusta de ella:
Mujer fragmentada
Una sombra amenazante ronda,
el cielo se cubre y se quiebra,
los truenos desgarran el firmamento,
las nubes se deshilan y se desflecan,
cantos de llanto irrumpen el aire.
Palabras silenciosas sofocan,
gritos solapados se ahogan,
mirada baja, rubor en la cara,
la boca acalambra, los ojos sollozan,
los dedos se crispan, el cuerpo tiembla.
Vientre acosado, cuerpo hostigado,
mariposa desvirgada y deshonrada,
tierra desflorada y profanada,
ropa deshilachada,
el silencio zurce el encaje mancillado.
Astillas de represalias, el rostro disfraza,
abundante maquillaje, las moraduras camufla,
mangas largas y escote sellado,
velan las estelas de la piel rasguñada,
surcos y desconchados agrietan el alma.
La mirada se pierde en el horizonte infinito,
cálida mañana abre los párpados,
con un blanco perfume de esperanza,
una mano salvadora se asoma a la ventana,
el sol bebe los arroyos y seca las lágrimas.
El gemido de la guitarra enmudece,
la brisa dispersa las heridas,
los árboles mecen los suspiros,
de nuevo las gotas del rocío deslizan,
sobre el tallo resiliente de la vida.
Esther Coïa
P.D. En estos links podrán comprar su pintura y disfrutar de su poesía:
https://www.pintoressolidarios.org/galeria-virtual/esther-coia/
https://esthercoiapeinture.wordpress.com/category/poema/
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