Intentamos mantenernos al margen y no escribir sobre la desastrosa presidencia de Petro pero al ver todo lo que pasa a diario en el ‘gobierno del cambio’ pues es nuestro deber como periodistas no quedarnos callados y levantar nuestra voz de protesta representando a todos aquellos que piensan lo mismo que nosotros y que no tienen un medio para expresar su frustración.
Petro, su gabinete (con algunas excepciones) y sus aliados ‘enmermelados’ pretenden insultar la inteligencia de los colombianos día a día. Creen que, con demagogia, populismo, triquiñuelas, trapisondas y demás artilugios le pueden quitar de los labios la ‘colombina’ a los colombianos como se hace con un niño.
Pero usando un refrán, «más dura un merengue en la puerta de una escuela» que el país se de cuenta de la improvisación en cada uno de los anuncios que hace Petro.
Empecemos de afuera hacia dentro. Este nefasto presidente, nos tiene peleando con Guatemala, con Perú, mantiene tensa la relación con Estados Unidos y no le da pena visitar con frecuencia y tomarse fotos con sus presidentes aliados de izquierda en el hemisferio.
En cada foro internacional Petro sale con declaraciones que no son otra cosa que exabruptos y que hacen quedar el país como amigo del narcotráfico y de la delincuencia y también posamos de ‘adelantados’ en energías renovables y transición energética algo que ni si quiera las grandes potencias han logrado. Esos anuncios de Petro y sus ministros solo generan pánico económico e incertidumbre para quienes quieren invertir en nuestro país.
Al interior de Colombia, Petro y su ministro de justicia pretenden excarcelar delincuentes a diestra y siniestra y darle inmunidad a quienes han atentado contra el país, incluso con crímenes de lesa humanidad.
El nivel de terquedad y prepotencia del presidente es tal que para llevarle la contraria a sus opositores mantiene en cargos importantes a funcionarios ineptos o elegidos sin ningún conocimiento para sus cargos, incluyendo los vecinos de la primera dama a quien ella les entrega puestos a tutiplén porque es la mejor amiga de todos.
Y hablando de Verónica Alcocer, con el visto bueno del ‘presidente del cambio’, se la pasa viajando por el mundo y viaticando a costa de los colombianos. Que tal que hubiera ganado la presidencia el ingeniero Rodolfo, Fajardo o Fico, y sus esposas estuvieran despilfarrando el erario, ya las hubiera crucificado la oposición que ahora tiene el poder y hace todo lo que antes criticaba y que incendiaba el país para protestar.
Con su ministra de salud Petro pretende acabar un modelo que pese a los errores funciona y quiere llevarlo a la quiebra para luego nacionalizarlo. Algo igual quiere hacer con las pensiones de los colombianos. Y no contento con eso llama por su cuenta de Twitter a una marcha para que lo apoyen en sus irresponsables reformas. Hay que decir que muchos de quienes votaron por Petro ya están arrepentidos pero pocos lo hacen público por aquello del ‘voto vergonzante’, les da pena decir que marcaron en el tarjetón ‘por el cambio’ y que todo está cambiando para seguir igual o peor.
Petro sigue en campaña y gobierna por Twitter. Tiene al Ejército Nacional desmoralizado, tiene en peligro las instituciones, quiere matar la gallina de los huevos de oro, Ecopetrol, se va lanza en ristre contra los empresarios, contra los banqueros, contra los inversionistas, les cambia las reglas de juego y les crea inestabilidad jurídica.
Las promesas de campaña se quedaron en eso, en solo mentiras y populismo para hacerse elegir: Eliminar el 4 por mil y los peajes, educación gratuita y condonación deudas al Icetex, borrar el Esmad, cero mermelada, no reforma tributaria, no expropiación, no gobernar con los mismos de siempre, en fin…se montó en el poder y adiós el amigo.
Y para qué hablar de su impuntualidad en los eventos en los que se requiere la presencia del presidente, o peor, su injustificada ausencia, también, su lenguaje imperativo, impositivo, prepotente, indolente e irreverente cuando se dirige a los medios de comunicación y a los colombianos en general.
Para finalizar, dos símiles que escuchamos hoy en WRadio: La transición energética de Petro es como la señora que tiene dos pollos, uno se le enferma, y mata al sano para hacerle un caldo al otro, o Tarzán que no suelta un bejuco hasta tener agarrado el otro, pero el presidente le quiere llevar la contraria al Rey de la Selva. Así es Petro y su gobierno dictatorial.
P.D. Y hablando de Tarzán se nos olvidó hablar del ‘tren bala’, a través de la selva, Buenaventura-Barranquilla. En otro artículo será.
Periodista
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