Tomando prestada una frase de nuestro gran amigo y colega, Azury Chamah, de la FM de RCN Radio, ¨Para reelegirse hay que gobernar, y gobernar bien¨ (refiriéndose al Presidente Petro en la sección ¨¿Qué aprendimos hoy?¨) titulamos hoy nuestra columna.
Petro, en lo que lleva de presidente ha desgobernado y está llevando a Colombia al caos, y aún así, tiene la desfachatez de iniciar campaña para 2026.
Cómo es posible que Petro, en Tumaco, prácticamente condicionando las ayudas a estas tierras, de manera chantajista exprese los siguiente: «Tenemos tres años, porque después de esto, toca elegir otro gobierno progresista para que podamos profundizar esto, porque 200 años de olvido no se solucionan en cuatro años, pero hay que comenzar ya y a profundidad».
Esta afirmación, sin duda alguna, es una clara intervención en política, aprovechando los recursos y el poder que le da su investidura presidencial, y manipulando a la población del andén pacífico para que voten por su agonizante partido político Pacto Histórico, incluso, si logra transformar la constitución, podría buscar la reelección no en cuerpo ajeno sino en el propio.
Cada día Petro abona el camino para un juicio político, extralimitándose en sus funciones, con declaraciones desatinadas que generan pánico económico, confrontaciones con los gremios, con los países hermanos, en fin, de mal en peor.
Y es que Petro, de manera caprichosa y para provocar caos, piensa, dice y hace cosas para llevarle la contraria a todos y desquebrajar la institucionalidad: Nombra a Cielo Rusinque nueva superintendente de Industria y Comercio para provocar a los empresarios, y pasándose por la faja una convocatoria pública con más de 80 candidatos. En pocas palabras, les hizo conejo a los inscritos, con mejor hoja de vida que Cielo. Esta señora es una activista, escudera del presidente y conocida por generar controversia al igual que Petro. Estamos seguros que su nombramiento es otra de las metidas de pata del primer mandatario, que se demora en designar y cuando lo hace, lo hace mal.
Pero según Petro es que no lo dejan gobernar, porque la Procuradora le sanciona ministros (refiriéndose al canciller Leyva, suspendido por 3 meses con justa razón) o porque un sector de la prensa lo calumnia, o porque los gobiernos anteriores son culpables de todo lo que pasa, pero nunca tiene la humildad y gallardía de reconocer que se equivoca y muy seguido, por su ego, terquedad y desconocimiento para conducir un país.
Otra perla de Petro, retira de su cargo al comandante Arbey Trujillo, quien lleva solo 4 meses como director del Cuerpo Nacional de Bomberos, porque se atrevió a responsabilizar al gobierno nacional por la falta de recursos en esa institución.
En su reemplazo estará, muy posiblemente, Lourdes del Socorro Peña del Valle, un cambio caótico en semejante coyuntura que vive Colombia por los incendios.
Petro se la pasó trinando todo el año pasado sobre el cambio climático y lo que podría pasar en Colombia, pero no previno las tragedias, no giró los recursos, por el contrario, los redujo, no le hizo mantenimiento a las naves que apagan incendios, en fin, como dicen las señoras, ¨el despelote total¨.
Y como trinó otro colega de LA FM, Santiago Ángel, ¨Un pésimo timing el del señor presidente. Cuando debía estar en el Chocó, estaba en Guatemala y Davos; cuando debía estar en Santander y Bogotá por los incendios, está en Pacífico. El presidente de la República tiene que estar al frente de los Puestos de Mando en las emergencias¨.
Tiene toda la razón Santiago, Petro no tiene claras las prioridades y Colombia no está entre ellas, es el presidente viajero y tuitero, pero sus viajes con rumbo equivocado y sus trinos cargados de desinformación, con mala redacción, con pésima ortografía y pretendiendo reinventar la historia.
Un buen gobernante debe desprenderse de egos, de odios y de venganzas, debe gobernar para todos, debe tener como prioridad el beneficio general y no el suyo, debe favorecer a todos y no solo a su familia y su círculo de amigotes, debe dejar la demagogia y el populismo y ejecutar, sin espejo retrovisor, sin trasladar culpas, sin pretender ser el sumo soberano. El juicio político a Petro es urgente y ya hay muchos motivos para hacerlo, primero es Colombia que ese mal llamado Pacto Histórico, debería ser el Pacto del Nepotismo.
Santiago Ángel también investigó que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y la UIAF se convirtieron en el festival de la contratación para los amigos de Nicolás Petro, hijo de presidente, José Ignacio Llinas, su hermano, Luis Eduardo Llinas Chica, Javier Mauricio Padilla Vergara, por nombrar algunos, cobran sueldos millonarios y están allí no propiamente por su profesión o conocimiento. El país en llamas, en quiebra y ellos viviendo sabroso.
Para terminar, el prestigioso diario The Economist publicó ayer un interesante artículo llamado: Colombia’s first avowedly left-wing president is mired in scandal en donde, palabras más, palabras menos, hablan de los escándalos de Petro y su entorno familiar. https://www.economist.com/the-americas/2024/01/25/colombias-first-avowedly-left-wing-president-is-mired-in-scandal
¡Qué vergüenza!
P.D. El niño que llora y la mamá que le pega, ahora Petro con facultades extraordinarias para manejar recursos en medio de este Desastre Natural, eso es poner al ratón a cuidar el queso.
Periodista
A.C.L.- Acord – CPB
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