¿Qué haría el Petro de ayer con un presidente como el de hoy? Esa es la pregunta que muchos nos hacemos.

Cuando el hoy presidente estaba en la oposición lideró un ‘estallido social’ por menos de lo que está ocurriendo. Por 200 pesos que el entonces jefe de Estado Iván Duque incrementó en el combustible, Petro y su séquito incendiaron el país y generaron consecuencias fatales en vidas humanas, daños a la infraestructura pública y privada, pérdidas para empresarios, comerciantes, entre otros. Ahora que el jefe de la oposición de entonces es presidente le incrementa 2.000 pesos de un solo ‘tacazo’ al diesel y no le importa el paro camionero (les prometió en campaña congelar el precio) y como todo lo que él hace, les incumplió. Y es tan irresponsable Petro, que en lugar de conciliar con los camioneros, trinó en su cuenta personal de X un mensaje qué invita a la confrontación: pidió a la “clase obrera salir a defender el país”.

El miércoles pasado, en su larga y tediosa ‘alocución’, ignoró el paro camionero, solo dijo que es un paro empresarial, y se refirió a un tal software israelí, llamado Pegasus, que supuestamente compró el expresidente Iván Duque a través de la Dirección Nacional de la Policía para espiar la oposición y para realizar espionaje e interceptaciones ilegales, algo que no está comprobado y que el mismo Ministerio de Defensa, en el mismo gobierno Petro, desestimó.

Y ayer mandó a la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (antiguo Esmad) a disolver los bloqueos por la fuerza, algo que el Petro Senador hubiera criticado de manera tajante.

Ese es el talante de Petro, dividir y reinar, enfrentar las clases sociales, incluso entre ellas mismas, y solo gobernar para los que según él son el pueblo, los demás son narcos, asesinos o de extrema derecha.

Ya en la silla presidencial hasta amenaza a ese gremio que lo ayudó a elegir, igual que ha hecho con los maestros, taxistas, sindicatos, que hasta aportaron dinero para su campaña y los ha traicionado, les prometió esta vida y la otra y ahora les incumple todas esas promesas mentirosas que en sus discursos populistas pronunciaba solo para embaucar incautos y reunir votos.

En columnas anteriores nos hemos referido al ‘teflón de Petro’, nunca en la historia reciente de Colombia un presidente había sido tan cuestionado por tantos escándalos de corrupción en su gobierno y por tantas cuentas oscuras en su campaña, pero Petro se mantiene en el poder y ‘no le duele una muela’, ni se despeina (ahora menos con sus implantes de pelo). Lo peor de todo es que toda esa entramada de trampas ha sido destapada por sus más cercanos, disparando fuego amigo, ni siquiera ha sido la oposición dispersa de hoy, el trabajo sucio lo han hecho sus colaboradores más directos.

En pasados días, nuestro gran amigo y colega Luis Carlos Vélez, director de la FM de RCN Radio, destacó en su cuenta de X algunos de los muchos escándalos de corrupción del desgobierno Petro.

¿Qué diría el senador y jefe de la Oposición Petro del presidente de hoy? ¿Se imaginan amigos lectores si Iván Duque o cualquier otro presidente de centro o derecha ostentara el poder hoy y estuviera pasando la mitad de lo que sucede en Colombia? Estamos seguros que el hoy presidente no dejaría títere con cabeza, él, Gustavo Bolívar y todos sus secuaces tendrían el país colapsado, ya estarían en Washington en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos diciendo ‘nos están matando’, y aprovecharían cada equívoco del mandatario de turno para crucificarlo y darle, no un golpe blando, sino un verdadero golpe de estado.

Al Petro de hoy se le olvidó el Petro de ayer, ya se hizo elegir y le importa un comino, como a todos los líderes de izquierda, cumplir las promesas mentirosas que le hicieron a quienes votaron por ellos. Solo les interesa eternizarse en el poder, desgobernar con espejo retrovisor y trasladarles la culpa a los presidentes anteriores de su ineptitud e incapacidad para gobernar.

La táctica del hoy presidente es victimizarse, implementar una narrativa entre sus adeptos que la derecha lo quiere tumbar y buscar la manera de quedarse en el poder manoseando la constitución, comprando conciencias en el congreso, usando los sagrados recursos públicos de los colombianos para repartir mermelada por doquier y potenciar su ‘proyecto político’ que no es otra cosa que adueñarse de las pensiones de los colombianos, manipular su sistema de salud, controlar todos los servicios públicos, desangrar y quebrar las empresas del estado, expropiar, nacionalizar, atacar la propiedad privada, a los empresarios, a los comerciantes, a los banqueros, financiar sus caprichos a punta de reformas, pasarse la constitución por la faja, nombrar ineptos en cargos importantes por el solo hecho de ser activistas. Repetimos la pregunta: ¿Qué haría el Petro de ayer con un presidente como el de hoy? Tanto ‘preparase’ para ser presidente y como dicen las abuelas, ¡salir con un chorro de babas!

Como dicen nuestros amigos de la FIP, Fundación Ideas para la Paz, ¨Colombia no está mejor que hace dos años en términos de seguridad, condiciones humanitarias y construcción de paz. La falta de resultados en estas agendas se convierte en un lastre significativo para territorios y comunidades que continúan viviendo en condiciones de vulnerabilidad y bajo la influencia de actores armados. De la Paz Total se pasó a la paz fragmentada, persiste el desbalance entre la paz y la seguridad, la nueva visión de la seguridad no tiene cambios en la operatividad y la doctrina militar, las apuestas de intervención territorial: ¿más de lo mismo?, sin una estrategia que articule las políticas, ni tiempo para implementarlas, otras agendas a la saga de la Paz Total¨.

Y el Grupo Proindustria alerta los siguiente: La economía colombiana no ha logrado recuperarse completamente por la continua incertidumbre generada por los anuncios del Gobierno y la falta de efectividad de las pocas medidas implementadas. La economía se estanca, perdura la baja competitividad, en cuanto la inflación hay obstáculos en la ruta a la meta de 3%, en las tasas de interés hay incertidumbres ante próximos recortes, está en riesgo la sostenibilidad fiscal, incertidumbre en el mercado cambiario y persiste el desempleo e informalidad.

Para finalizar digamos lo siguiente, el ego de Petro no cabe en el país, de humildad no tiene un pelo, no reconoce ninguna equivocación, como mecanismo de defensa traslada culpas, eso, sumado a que no es estadista, no es ejemplo para los colombianos, porque es incumplido, no trabaja, no viste bien, está mal rodeado, es amigo de los dictadores y los defiende, como a Maduro, y en sus discursos solo hay lugares comunes, incongruencias, desatinos, irrespetos, igual que en sus trinos, donde se nota un desconocimiento de la buena redacción, de la ortografía y de la coherencia.

Con todo este desbarajuste de país ¿Qué diría y qué haría el senador y jefe de la Oposición Petro del presidente de hoy? ¿Incendiaría de nuevo el país?

P.D, Las bodegas de Petro están en una maratón borrando trinos de hace tres años para evitar que el pueblo compare el Petro de ayer con el de hoy.

Esperen en próximo artículo todos los abusos de poder en RTVC y cómo se convirtió en un Canal al servicio de los intereses de Petro.


Giovanni Agudelo Mancera

Periodista

A.C.L.- Acord – CPB

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