Hablemos de Encanto y de las primeras impresiones que ha generado hasta el momento. Sin duda alguna lo que he visto es que las opiniones se han dividido entre quienes les pareció espectacular, y a quienes les faltó un centavo para el peso.
Partamos de la base que esta es una película de Disney diseñada para que los espectadores principales sean los niños. Cuando uno entiende ese primer punto, ya sabe que debe ir con sus expectativas acorde a ello y bajarles los humos a las anticipadas críticas.
Ahora bien, el segundo punto es que todos los colombianos estamos con un gran anhelo de ver por primera vez una producción que enaltezca a nuestro país e invite a los extranjeros a visitarlo, conocerlo, y sin duda alguna, amarlo.
Es por esto que todos nosotros estamos muy pendientes minuto a minuto, de ir detectando esos elementos que la película nos arroja para sentirnos identificados y orgullosos de ser colombianos.
¿Qué evidencié yo?
Lo primero es el paisaje enriquecedor, los colores más vivos que he visto en una película de Disney y la alegría que emanaban todos los personajes. El encanto que tenía cada uno (su “superpoder”), es el significado de la diversidad cultural que tiene Colombia en cada región y esa magia que nos ofrece cuando la conocemos de punta a punta.
Pasamos de climas cálidos a templados, fríos, costeros, páramos y selváticos. La gente se viste diferente, tiene acentos particularmente distintos y su forma de acercarse a los turistas varía en cada pueblo, municipio y ciudad. Eso es Encanto.
Lo segundo es la comida. Vimos las mesas servidas con el típico ajiaco bogotano, el juguito de lulo y las arepas gruesitas rellenas de queso. Claro, definitivamente les faltó incluir el 90% de la comida, pero es que nosotros tenemos una riqueza culinaria tan infinita que necesitaríamos de una concesión con Disney por muchos años para poder mostrarla por completo.
Por otro lado, vemos elementos particulares como pequeñas escenas que buscaban mostrar el conflicto armado en términos del desplazamiento forzado, lugares insignia como Caño Cristales y animales simpáticos como el chigüiro, los tucanes, micos y jaguares.
Ah, pero si usted es extranjero, tampoco se vaya a imaginar que apenas aterrice en nuestro país va a poder contemplar esos animales salvajes, tomarse selfies y acariciarlos. ¡Tampoco! Si uno casi ni los ve viviendo acá…
Otro elemento que nos hace recordar con mucho cariño las lecturas en el colegio de Cien Años de Soledad, son esas mariposas amarillas que aparecen en la última escena y el poder que tenían para mostrar el cambio positivo que se avecinaba en la película. Colombia también es realismo mágico.
Todo, por su puesto, acompañado de una banda sonora cantada por nuestros artistas colombianos en todo su esplendor.
Las puertas de la casa, por ejemplo, que significaban la apertura de un nuevo “poder”, nos invitan a conocer a Colombia desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, a encontrarnos con mujeres fuertes, con nuestra flora y fauna inconfundible, con los climas completamente variantes y con la belleza de nuestras niñas y mujeres de distintas edades.
Cada superpoder es un encanto que tiene Colombia para ser descubierto.
Lo único que me dejó un poco confundida es el rol de Bruno y su aspecto físico. La verdad no entendí mucho a quién querían representar. Pero bueno, habrá todo tipo de opiniones al respecto…
En definitiva esta película representa un GRAN avance en términos de cine y entretenimiento para la imagen de nuestro país. Pasamos de series enfocadas en narcos, violencia, secuestros (que claro, hacen parte de nuestra historia), a invitar formalmente al mundo para que conozcan esa otra Colombia. La Colombia alegre y diversa.
Y no, no es solo selva y alpargatas claro está. Pero veámoslo como la portada que los extranjeros van a recibir cuando lleguen y así poco a poco puedan leerse ese libro mágico que se llama Colombia y ver página tras página que somos un país en desarrollo, con grandes avances tecnológicos, vías espectaculares y gastronomía de talla mundial.
Pero sobretodo, somos un país con gente que quiere salir adelante.
Faltaron muchas cosas por mostrar, sin duda alguna. Pero empezaremos el 2022 con un mejor y entusiasmado turismo, ¡ya verán!
Gracias Disney