Chiribiquete: la casa de los dioses, la maloca de los jaguares, y el templo verde de Colombia no da tregua en sus cifras de deforestación.
Botamos lágrimas y e hicimos donaciones como locos hace un par de años por el terrible incendio de Australia, pero tenemos frente a nuestras narices el pulmón del país acabándose por la tala indiscriminada de árboles, y poco o nada hacemos al respecto.
Nos dejamos llevar por las cifras “tranquilizadoras” del cierre de Gobierno de Duque en donde se afirma una contención en el comportamiento de la deforestación, ya que ha habido una reducción acumulada de aproximadamente 45 mil (ha), lo que se refleja en números porcentuales en algunos de los principales Parques Naturales del país. Asimismo, se mencionan datos relacionados con una baja en la deforestación en departamentos como Antioquia, el cual ha sido históricamente golpeado por este grave fenómeno (Infobae, 2022).
Contentillos y más contentillos.
¿Cuándo entenderemos que cada árbol cuenta y que no son “una cifra más” ni un porcentaje que nos consuele la conciencia?
El Chiribiquete, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2018, ha percibido un incremento en la deforestación de aproximadamente el 13 % en los últimos años.
Recordemos que este es un espacio sagrado en el cual todavía habitan comunidades indígenas (aproximadamente 12) originarias de la zona, y una infinidad de especies nativas de fauna y flora que son claves para regular todo el ecosistema.
Desde el 2017 se cree que Chiribiquete ha perdido más de 1000 (ha) de bosque nativo y en lo que lleva del 2022 se han deforestado 17 (ha) como consecuencia del acaparamiento ilegal de las tierras, la extensión de la frontera agrícola para la siembra de coca y el asentamiento de ganado. Lo anterior sin contar con el tráfico ilegal de madera que desangra nuestros bosques y los megaproyectos extractivos que le están respirando en la nuca al Parque.
Y ojo con este tema de la madera ilegal: tenemos como consumidores una gran responsabilidad de saber antes de comprar de dónde viene cada material.
Sabemos que este problema involucra a muchos actores: las disidencias de las FARC, el ELN, los intereses de grandes corporaciones, la falta de mano dura del Gobierno, la demanda de los consumidores, etc, etc.
Todos tenemos responsabilidad en esto, absolutamente todos.
Al ser este un Patrimonio mixto de la Humanidad, es decir, que implica la protección de valores naturales y culturales, cobra una importancia monumental para el país. Desde el Gobierno de Juan Manuel Santos se ha venido expandiendo el área de protección, más sin embargo, lo que hablan las cifras significa es que el esfuerzo realizado no está sirviendo de a mucho.
Si se acaba el bosque, se acaba el agua. Esa es la premisa más sencilla de todas.
La pregunta del millón entonces es la siguiente: ¿Será que Colombia sí alcanzará las metas de deforestación trazadas a 2030 y a 2050?
¿Cero deforestación? Lo creería si vemos que simultáneamente en todos los frentes más críticos se van disminuyendo significativamente las cifras, pero lo que se evidencia es que en unos baja y en otros aumenta.
¡Así no sirve! y mucho menos si es un ecosistema tan estratégico como el Chiribiquete.
Investigando sobre este asunto vi un documental bastante interesante de Brigitte Baptiste donde compara el desierto de Arizona con la imagen de cómo podría quedar este Parque Natural en un futuro si no hacemos algo al respecto.
La verdad nunca me hubiera imaginado esa fotografía en nuestro país, pero al paso que vamos podría estar más cerca de lo que parece.
Presidente Gustavo Petro, Ministra Susana Muhamad, ésta tiene que ser una prioridad una vez asuman sus respectivos cargos.