En medio de las noticias de esta semana donde vemos a una mujer grabando a dos sujetos en la playa clavándole un cuchillo a un tiburón bebé (@louisaguirre), me pregunto, ¿la ONU cómo va con el Tratado que busca proteger a los océanos?

Recordemos que este es un ecosistema actualmente muy vulnerable debido a que ha sufrido directamente nuestras acciones de sobrepesca, consumo indiscriminado de especies, caza ilegal de animales en vía de extinción, blanqueamiento de corales… en fin.

Este Tratado del que aquí les hablo comenzó a cocinarse a mediados del año 2018 en las Naciones Unidas, con miras a proteger la vida en alta mar y suplir los vacíos que deja la Constitución de 1982 de los océanos la cual no incluye la salvaguarda de las especies en las aguas internacionales.

Es decir, la zona del océano que se ubica más allá de las 200 millas marinas de las costas de un determinado país, se le conoce como las aguas internacionales que son compartidas a nivel global.

Sin embargo, en estos momentos no existe una normativa lo suficientemente sólida como para poder afirmar que está completamente protegida por la Ley.

Estas negociaciones se han llevado a cabo con diferentes organizaciones y activistas, y van a permitir tener un instrumento internacional lo suficientemente sólido como para asegurar la conservación de este importante ecosistema para las futuras generaciones.

Las poblaciones de especies que habitan los océanos cada vez están más golpeadas por las acciones humanas y esto genera un impacto catastrófico para la conservación del ecosistema que regula gran parte de lo que sucede en la Tierra.

La pesca industrial ya cubre al menos el 55% de todos los océanos (ABC Sociedad)

Pero como a todo lo que es verdaderamente importante (pero puede no serlo económicamente viable), le damos largas y largas hasta que la “pita” se revienta por algún lado…

Por otra parte, la organización Greenpeace estuvo reunida en estos días en la ciudad de Nueva York para presentar diferentes propuestas, testimonios y cifras de gran relevancia con el objetivo de llamar la atención de las delegaciones y poder acelerar en cierta medida la materialización del Tratado.

El objetivo 30×30 implica que para el año 2030 (mismo año donde se debe cumplir la Agenda de las Naciones Unidas), se haya protegido el 30% de los océanos.

 No obstante la que se cree ser la última ronda de negociaciones (que se llevará acabo hasta el 26 de agosto), será definitiva para que la ONU junto a todos los aliados den vía libre al Tratado.

Por supuesto y como era de esperarse, en este escenario muchos países se han manifestado en oposición lo que ha generado serios atrasos y estancamientos a tan importante iniciativa.Y esto último de raro no tiene absolutamente nada. De seguro muchos intereses económicos se verán truncados y más de una Nación le pondrá «la piedra en el zapato”. Recordemos que varios documentales a nivel internacional han denunciado que las grandes organizaciones conservadoras de estos ecosistemas, están aliadas con los gobiernos para manipular la información que sale a la luz pública.

Los océanos están colapsando y es nuestro deber apoyar estas iniciativas para contribuir a que la Agenda 2030 no sea una ilusión más.

Los invito de paso a ver el video que les mencioné al principio para que nos hagamos una idea de cómo empieza este problema y  en dónde debe terminar.