Maui, uno de la las principales islas que conforman el espectacular archipiélago de Hawái, está bajo las cenizas.

Las imágenes son completamente devastadoras e impactantes.

Datos de las entidades encargadas en Estados Unidos de hacerle seguimiento a estos incendios, han afirmado recientemente que entre el 80% y el 85 % de los incendios registrados desde inicios de siglo, tienden a ser causados por actividades del hombre.

Y estas ya las conocemos de memoria: la quema de objetos en las zonas boscosas aprovechando las altas temperaturas de verano, descuidos en los campamentos, colillas de cigarrillo arrojadas en los suelos, entre otras.

El cambio climático sin duda es un actor importante en este escenario, pero los científicos que se han pronunciado al respecto, aseveran que este fenómeno simplemente agrava los efectos de algo que ya se está cocinando de tiempo atrás. La tala de bosques en la isla, por ejemplo, ha afectado mucho la regulación del clima y las temperaturas en la zona.

Estudios realizados por la Universidad de Hawái han revelado que a pesar de que no se tenga a las islas en un concepto de focos de incendio tan frecuentes, en los últimos 10 años Hawái ha experimentado un incremento de más de mil hectáreas quemadas por año.

Asimismo, afirman que la extensión de actividades de agricultura y ganadería que modifican los suelos y pastos nativos, ha sido un factor importante en el desencadenamiento de estos lamentables hechos, ya que estos se vuelven más “sensibles” ante los incendios. No es lo mismo un pastizal que es propio de la zona y que realmente no es propicio a estos fenómenos, versus uno que fue introducido con otros fines. Es decir, que se queme más rápido para sacarle provecho  económico al terreno.

«Estos pastizales acumulan combustibles muy rápidamente», dijo Trauernicht a The Associated Press. «En condiciones más cálidas y secas, con precipitaciones variables, sólo va a exacerbar el problema».

Por supuesto, todo esto sumado al incremento significativo de las temperaturas a nivel global, y el paso del Huracán Dora que ha impedido el control de los incendios a causa de los fuertes vientos que han golpeado a la isla en los últimos días.

Que las manos del hombre tengan la capacidad de generar tanto daño es verdaderamente desolador.

Que los intereses económicos prevalezcan sobre la co-existencia con el Planeta es inconcebible.

Finalmente, intereses que todos nosotros en cierta medida ayudamos a alimentar con nuestras elecciones en el día a día.