El Cambio Climático no es solo ambiental, ¿novedad o cantaleta?

La brecha a nivel mundial de las nuevas generaciones, (sobre todo en países del tercer mundo), que sufren un impacto real en sus niveles de educación por causas climáticas aumenta cada año exponencialmente.

Bueno y no solo en países del tercer mundo

«En Estados Unidos, los días de calor provocaron el cierre de las escuelas o el despido anticipado en distritos desde Massachusetts hasta Colorado durante el último curso escolar» (Sengupta. 2024).

(imagen tomada del New York Times, 2024).

«Según una encuesta representativa a nivel nacional de educadores estadounidenses realizada por el EdWeek Research Center, uno de cada cuatro maestros, directores y líderes distritales de Estados Unidos confirman que el cambio climático ha afectado su escuela o distrito hasta cierto punto» (Delgado, 2022).

Y así vemos infinidad de situaciones donde el recurso del agua, la escasez de luz, las oleadas infernales de calor sin aire acondicionado, o los extremos como las nevadas e inundaciones, ocasionan que al año en el mundo se cierren muchos colegios a causa de este fenómeno.

En este sentido la crisis climática asevera los factores externos que dificultan un acceso en condiciones factibles para los estudiantes; esto sin contar con situaciones como los niveles de polución que vemos en China año a año donde no es poco común que los niños estén con tapabocas o simplemente estudiando desde sus hogares porque el aire simplemente no es viable.

Y esto último hace referencia a las cuestiones de salud que, inevitablemente, forman parte de este «efecto cascada». La salud sí se afecta por los factores externos que conforman la crisis climática y ello impacta tanto a estudiantes como a profesores junto a su calidad de vida.

Una niña de 10 años en 2024 sufrirá el doble de incendios forestales y ciclones tropicales, tres veces más inundaciones fluviales, cuatro veces más pérdidas de cosechas y cinco veces más sequías que una niña de 10 años en 1970. (Venegas, Schwarz, 2024). 

¿No les parecen alarmantes estas cifras?

La relación entre el calentamiento global y la educación tiene que hacerse desde ya en todas las políticas, planes y programas que generen los ministerios/entidades/instituciones que, manejen la educación como tal en los países.

Es una generación que tiene que convivir con ese «estrés silencioso» donde se habla todos los días de cómo va empeorando el Planeta y donde los cambios abruptos en las condiciones climáticas son cada vez más visibles.

No es un tema nuevo, y si es cantaleta, es porque eso lo reitera: tenemos que seguir afianzando nuestras políticas de resiliencia y adaptación climática involucrando a la educación como una variable transversal al problema que se debe solucionar y no dejar a la deriva.

Los leo.