“Necesitamos incorporar a los mejores para garantizar la evolución y supervivencia del negocio en un mundo cada vez más acelerado”.

“Si queremos comprometer a las personas que incorporamos con nuevas competencias y a las que integran la organización, debemos empezar ayudando a evolucionar a nuestros líderes”.

Para nadie es un secreto que el mundo se está transformando y, por ende, las necesidades de quienes tienen la posibilidad de contratar el personal. La transición energética va a generar sin duda alguna (o ya está provocando) una transformación en las necesidades y especialidades de los empleos que ofrece este sector, ya que se requieren algunas competencias específicas.

A dichas habilidades o capacidades el mercado las ha denominado como ‘competencias verdes’ y no son exclusivas del sector de los renovables, sino que también son necesarias en muchas industrias que le apuntan al cumplimiento de los objetivos climáticos y sociales a nivel internacional para 2030 y 2050.

Todos conocemos el concepto de Economía Circular, un sistema donde todo aquello que se produce no sale de la cadena de valor, sino que está fabricado de tal manera que sus componentes puedan reutilizarse la mayor cantidad de tiempo y así evitar el impacto ambiental. Pues bien, conforme a este concepto, vemos que el mercado también necesita cada vez más implementar un Modelo de Talento Circular, es decir, que los profesionales aporten y agreguen valor siempre al mercado, sin caer en una especie de obsolescencia programada que termine desperdiciando el talento.

Pensémoslo de la siguiente manera.

Un talento valioso no se debe enfocarse solamente en generar resultados de momento y ya, sino que debería poder preservar y optimizar esas habilidades mediante los métodos de ‘upskilling’ y ‘reskilling‘. Asimismo, generando capacitaciones que le ‘refresquen’ sus conocimientos para garantizar que ese talento valioso no vaya a salir del mercado tan fácilmente.

Lo anterior, también aplica para el intercambio de conocimiento entre empleados de la misma empresa, e incluso, para realizar programas de «intercambio» interno o externo con otras empresas para que se adopten diversas estrategias y herramientas que no estén siendo incorporadas en una u otra.

Empresas que vayan, por supuesto, por la misma línea de lo que se conoce como la Unidad de Empresa o Grupo Empresarial. No se trata de incurrir en competencias desleales ni mucho menos, pero sí de potencializarse entre industrias.

Imagen de las nuevas necesidades laborales en el mundo de los renovables:

(Imagen: Bosada, Mayra)

Mejor dicho, reutilicemos esas habilidades para consolidar otros proyectos: reduzcamos las brechas de conocimiento, reciclemos estrategias que permitan cuidar el talento y a la vez responder al mercado.

Reuse – reduce – recycle

El cambio climático ha generado infinidad de efectos, pero si de algo se habla poco, es en el impacto que tiene con respecto al sector laboral.

Muchos trabajos perdidos sin sentido alguno por falta de estrategias de adaptación suficientes.

¿Ustedes qué opinan?