Muchos de nosotros hemos visto esta imagen en libros, reportes periodísticos, noticieros, etc, cuando se está generando un análisis frente a cómo va el planeta frente al cambio climático.
Su paleta de colores va desde los azules hasta llegar al rojo, pasando por el blanco y el rosado pastel. Todo lo anterior, con un sentido lógico, y es representar la temperatura global de La Tierra de la siguiente manera: azul significa que la temperatura se ha enfriado a comparación del promedio de años; el rojo: todo lo opuesto, es decir, que se ha calentado. Y finalmente, el rojo oscuro: es que la temperatura se ha “salido” del promedio dado que ha alcanzado picos muy altos.
Llevamos varios años con noticias bajo titulares como “julio el mes más caliente en 30 años”, “Las UN consideran que estamos entrando en la época del Piroceno”, y así sucesivamente, por lo que no me sorprende que la escala se esté quedando sin tonalidades de rojo.
Creadas por Ed Hawkis con el objetivo de promover la consciencia ambiental y el avance acelerado de la crisis global, estas líneas muestran año a año cómo se comporta la temperatura desde hace aproximadamente 100 años con un promedio global.
Sin embargo, y a pesar de que la iniciativa del científico terminó generando unas campañas a nivel mundial con bastante acogida por el público, su preocupación no se hizo esperar cuando estos meses calientes comenzaron a aparecer en el radar.
¿Un rojo oscuro más oscuro? En qué terminaremos ¿en un negro por completo?
Los últimos nueve años han sido los más calurosos de los que se tiene constancia, y 2023 encabeza la clasificación, con una temperatura media mundial 1,48 ºC superior al nivel preindustrial de 1850-1900 (Earth. Org).
Por supuesto que cada línea es el cúmulo de cientos de datos estadísticos provenientes de fuentes internacionales que están constantemente monitoreando la temperatura bajo diversos parámetros que les ha permitido generar promedios, proyecciones, y recomendaciones.
No olvidemos que el Acuerdo de París, posterior al Protocolo de Kioto, establece muy claro el límite que no podemos sobrepasar como Planeta: los 1.5°C. Sin embargo, en algunos años y en regiones muy puntuales, este límite ya se ha cruzado.
Lamentablemente, no es un color más que se deba utilizar, es que, si se llega a utilizar, estamos en graves problemas: una crisis climática con efectos irreversibles sobre los ecosistemas.
La campaña de #Showyourstripe es interesante, replicable, y escalable. Pero no olvidemos que los compromisos de cada país de cara al Acuerdo se deben ver reflejados en que la data no siga mostrando un “crescendo” en la temperatura promedio y en que se requiera un nuevo color para la paleta.
Los leo.
Fuentes consultadas:
https://www.reading.ac.uk/news/2024/University-News/Climate-stripes-off-the-scale-for-hot-2023
https://earth.org/showyourstripes-day-what-the-warming-stripes-tell-us-about-climate-change/