Con más de 700 millones de aficionados alrededor de todos los continentes del globo, cada una de las 24 carreras requiere desplazamientos y una logística monumental para poder trasladar a las personas, los carros y a todo el equipo de mecánica requerido. Instantáneamente pensamos, ¿y el impacto ambiental?

Sin embargo, y a pesar de que la industria del automovilismo es emisora de gases de efecto invernadero no solo por los recorridos de los autos sino por el combustible que demandan y los recursos invertidos en su fabricación, la Fórmula 1 diseñó desde el 2019 toda una estrategia de sostenibilidad.

Esta consiste en 3 objetivos principales:

  1. Tener cero emisiones netas para 2030
  2. Ofrecer más eventos sustentables
  3. Incrementar la diversidad e inclusión

Se estima que en 2018 la huella de carbono se acercó a alrededor de las 256.000 toneladas de C02, donde factores como los viajes de negocios, la logística, la construcción de eventos, tienen un rol crucial en ese valor (CNBC International, 2024).

En este sentido, lo que respecta a los transportes por parte de la compañía DHL, han logrado proponerse para 2050 tener cero emisiones netas y utilizar un combustible mucho más ecológico para sus aviones adicional al combustible marino que también tiene menos impacto ambiental.

Para el año 2024 la Fórmula 1 decidió generar un Reporte de Sostenibilidad, el cual es un instrumento utilizado por las compañías para poder generar transparencia hacia sus stakeholders, donde se afirmaba que la huella de carbono se redujo de 2018 a 2022 en un 13 %. Asimismo, el equipo de McClaren utilizó como parte de su estrategia en una carrera de Australia, fibra de carbón reciclado en la elaboración de las piezas del auto sin comprometer la eficiencia del carro; un ejemplo de cómo las Escuderías buscan mantener su eficiencia reduciendo su huella de carbono.

Dentro de la estrategia que tiene la Fórmula 1 para 2030 también podemos evidenciar un esfuerzo por mantener las oficinas de trabajo “alimentadas” con energía 100 % renovable y a la vez generar programas de captura de C02 donde la data hable por sí misma. Asimismo, para 2050 esperan utilizar materiales reciclados, biodegradables, compostables, y en general mucho menos contaminantes, a la vez que implementan contrataciones de personal local que no impliquen tantos desplazamientos.

Otro ejemplo que me pareció interesante fue el uso en el 2022-2023 de un parque solar para la carrera de Bahrain que terminó produciendo alrededor de 5.28 MW de energía limpia (King, 2024). Y así sucesivamente vemos cómo el uso de paneles solares, combustibles ecológicos, y alianzas estratégicas con compañías expertas en tecnología sostenible, le permite al deporte más veloz del mundo sumarse a los objetivos globales.

Considero muy interesante que deportes como estos que atraen millones de aficionados, tengan una hoja de ruta clara a la hora de medir su huella de carbono sin perder de vista la innovación y desarrollo para sus autos. Sobre todo, teniendo en cuenta los 3 niveles de alcance para su estrategia: el combustible, la electricidad requerida y la logística, viajes, traslados, compra de materiales, servicios, etc. En la medida en que esas variables estén definidas, es más sencillo identificar planes de acción para reducir todas las emisiones derivadas de estas.

Y ustedes, ¿se habían preguntado si este deporte tenía metas más allá de ganar carreras?

 

 

 

Fuentes consultadas:

https://corp.formula1.com/wp-content/uploads/2019/11/Environmental-sustainability-Corp-website-vFINAL.pdf

https://www.nytimes.com/athletic/4950077/2023/10/11/f1-sustainability-climate-change/

https://sustainabilitymag.com/articles/formula-1-energy-logistics-driving-net-zero-by-2030