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Cada vez que no tiendes tu mano para ayudar a tu prójimo, que honestamente te lo pide, sin que lo notes en ese momento, en realidad te estás perjudicando a ti mismo.

Jean De La Fontaine (Fabulista francés)

Esta es la triste historia de Colombia. En nuestro país nos hemos acostumbrado a ser egoístas, envidiosos, oportunistas, faltos de solidaridad, ventajistas, mentirosos…

No entiendo por qué se inventaron, en mala hora un “Estatuto de la Oposición”, para que los legisladores, parte del poder judicial y del ejecutivo, se la pasen en X como verdaderos pájaros: trinando a cada minuto. Lo bueno lo vuelven malo y viceversa. El “canto” depende de la conveniencia del ave y su bandada.

Aburre y cansa, encontrar a toda hora por X, Tik Tok, Instagram, Facebook y ¡ahora por whatsapp! un mensaje de Álvaro Uribe, Miguel Uribe, María Cabal, Paloma Valencia y muchos más del Centro Democrático, sumados a los periodistas de Revista Semana, Blu Radio, Noticias Caracol, Noticias RCN, Red Más y muchos otros líderes de opinión, que dan vergüenza que sean colombianos, con un solo tema: Gustavo Petro. 

No comprendo por qué no entienden de una vez por todas que Petro ganó la presidencia y tiene un derecho y un deber constitucional de gobernar. ¿Bien, regular, mal? No sabemos. Como no sabíamos cuando fueron elegidos los presidentes anteriores. Todos con virtudes y defectos. Como todo ser humano.

Ven la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio. Soy consciente de los muchos errores que ha cometido Gustavo Petro, pero, también está haciendo muchas cosas para arreglar lo malo que dejaron los presidentes anteriores, porque nadie puede decir que hubo uno que dejó al país en una buena situación. Y no tuvimos la oportunidad de saber si Gaitán o Galán hubiesen sido unos excelentes mandatarios. Nos privaron de ver una Colombia gobernada con un leve giro hacia la izquierda. Pero el miedo a las ideas de cambio, aterroriza a muchos. Quizás, la inasistencia a muchos eventos por parte de Petro sea el miedo a un magnicidio, de parte de un colombiano sectario. No es locura, es el miedo normal que todos tenemos a la muerte. Por nuestra familia, nuestro país, nuestros ideales, nuestros compatriotas que quedarían sumidos en la desesperanza.

Ninguno, para hablar de la historia reciente, puede decir que el periodo de Uribe Vélez fue un dechado de virtudes. Hay que reconocerle que se haya podido transitar por Colombia, pero ¿a qué precio? De su gobierno surgieron los falsos positivos, corrieron litros y litros de sangre de inocentes, muchos de sus colaboradores fueron enjuiciados y algunos extraditados, ¿y él no se dio cuenta? El pobre se hizo más pobre y el rico más rico. Lo que pregona para realizar hoy en día, es lo que no quiso hacer en su momento. A los docentes les quería congelar el sueldo durante 4 años mediante un referendo que perdió. Los militantes de su partido en la actualidad, atacan a Petro por propuestas en decretos y leyes, que Uribe firmó en su administración, como la ley de expropiación, 1152 de 2007, donde también aparecen Dilian F. Toro, como presidenta del congreso, Óscar I. Zuluaga y Andrés F. Arias, como ministros de hacienda y agricultura respectivamente.

Santos llenó de mermelada a los políticos que le hicieron el juego y engañó a millones para lograr su reelección y se empeñó en ganar un Nobel de paz, con un acuerdo mal diseñado. Prometió y engañó a muchas personas, entre ellos los pensionados. En compañía de Germán Vargas, Gina Parodi y Cecilia Álvarez hicieron feria con las carreteras y las viviendas de interés social. Está acusado de recibir dinero de Odebrecht al igual que Zuluaga, Sarmiento Angulo y muchos que no han salido a la luz pública.

Por su parte, Duque tuvo un gobierno gris, opaco, sin realizaciones. Tozudamente, se negó a implementar el acuerdo de paz y esto llevó a que se crearán las disidencias de las FARC que hoy atacan a la policía, en especial. Se crearon más grupos al margen de la ley, se incrementaron la extorsión, el secuestro y la corrupción en las Fuerzas Militares y Policía. Dejó una deuda grande a su sucesor, por no pagar los subsidios a la gasolina. No quiso hablar con Venezuela y entregó Monómeros a un presidente inexistente que dejó caer la empresa, lo cual nos perjudicó por la entrada de la guerra Rusia-Ucrania. Como atenuante tiene el advenimiento de la pandemia del Cóvid 19. De la cual, no sabemos aún sus consecuencias.

Esta es, a grandes rasgos, la nación que recibió Gustavo Petro, primer presidente de la llamada izquierda. Lo cual tiene malhumorados a miles de personas. Unas con razón; otras, no. Entre los que temen, están los que no quieren que Petro haga una buena presidencia; porque, Colombia apuntaría hacia esa dirección. Otros temen que se descubran los negocios turbios que vienen desde hace muchos años, siempre favoreciendo a los poderosos. La mayor parte de la prensa es propiedad de los adinerados y empresarios del país, por eso, dejan de lado su ética profesional y tratan de desestabilizar el gobierno. Magnifican los errores de Petro y minimizan los de sus patrones. Hasta un programa que se decía de humor como Vox Populli de Blu radio, se ha convertido en una ridiculización de Petro y Francia Márquez. No tienen más personajes, ni más temas. La estrella es Lorena Neira. El programa se volvió “Chabacano y vulgar”. Un Tarsicio Mora que no cambia el tema de la burla a los viejos. Dicen que es un programa para «aliviar nuestra dura realidad». ¿La dura realidad de quién? ¿De los de la tercera edad? ¿De los cubanos? ¿De los que votamos por Petro como una esperanza de cambio que no necesitan los periodistas de ese programa, que están llenos de lujos y comodidades, con sueldos que nunca alcanzará un colombiano de clase media? Una cosa es el humor y otra la burla. Afortunadamente, por encima de los demás, a veces, Álvaro Forero hace unos comentarios muy serios e imparciales.

Ojalá que congresistas novatos como Miguel Uribe, Miguel Polo, J. P. Hernández al igual que los veteranos como María F. Cabal y algunos otros se dediquen al trabajo para el que fueron elegidos y por el que pagamos los colombianos: legislar. Todos sabemos que las reformas entran como proyectos y salen como leyes con modificaciones que se le hacen en el congreso. Entonces por qué no trabajan y dejan trabajar.

Tanto los congresistas, como periodistas y políticos en campaña para las elecciones de este año y la próxima presidencial deberían dejar de tomar a Petro como objetivo. Un país no se arregla censurando todo. Un país se mejora, porque el daño que tiene es inmenso, si todos ponemos nuestro grano de arena. Y la oposición se hace si es necesaria, no por cualquier tontería. Y por favor, dejen la injuria y la calumnia hacia la familia presidencial. En especial a la mujer, representada por la Primera Dama.

Ya es tiempo.    

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