Una música futura, de María José Navia, es una colección de cuentos que se asoma a un futuro enrarecido. Con la mediación de la tecnología, individuos y colectivos tienen cualquier cosa resuelta, tangible o intangible. Pero también enfrentan la frustración, el desequilibrio y la enfermedad, como resultado de la misma ciencia detrás de los dispositivos electrónicos y su impacto en las relaciones.

En general, los personajes de los relatos tienen en común rupturas, crisis o carencias de propósito vital, asociadas al sentido de pertenencia o a la tensión entre expectativas sociales y decisiones fuera del canon. Viven más en su entorno que en su propia mente, así que en ellos las acciones son definitorias.

Cuidado, el primero de los cuentos, explora la adicción a la tecnología como cualquier vicio: alcohol, drogas. Hay abstinencia y desborde del cuerpo sin la ‘sustancia’. Los tíos es la historia de una pareja sin hijos que resulta rodeada de niños. Sobrinos, hijos de amigos, vecinos o simplemente conocidos. La pregunta llega y no de forma orgánica, más bien como resultado de la presión externa: ¿y los hijos? Los esposos, para revisar su decisión, acuden a una app que les permite alquilar un hijo por unas cuantas horas. Panda (mi cuento favorito) indaga en la vida de una estudiante de doctorado en Estados Unidos. Aunque está becada, no hay nada de sueño americano en su experiencia. Al contrario, el efecto de los tiroteos la toca de forma directa y solo encuentra sosiego viendo a los osos panda del zoológico a través de su pantalla de celular. Una música futura revisa las consecuencias distópicas de la migración en los niños: ya vivían en contextos difíciles, pero no llegan a una mejor situación en el país receptor, cuya administración implementa programas radiales de ‘socialización’. Vueltas es la historia de una amistad —y sus tensiones— entre un hombre y una mujer. Ella, la narradora, acompaña a su amigo de toda la vida en un episodio doloroso y desgastante: la enfermedad de su recién nacido, un bebé que, más por su esposa que por él, buscaron contra viento y marea. Tiempo compartido es un cuento en el que dos amigas de colegio, irrumpiendo en la adolescencia, dejan de reconocer su vínculo después de unas vacaciones que lo confundieron todo. Por último, está Todo incluido: un relato en el que una mujer, por sorteo público, se va a lo que parece un crucero vacacional, pero no es más que el eufemismo de una sentencia casi irrevocable. Por fortuna, la protagonista ama leer y se puede permitir la espera del destino con una novela en la mano.

Varios de los finales son abiertos y creo que eso refuerza, para el lector, la fotografía de un futuro extravagante pero imaginable. El uso del inglés, de las canciones y de la cultura pop son otros de los elementos reiterativos en la compilación de cuentos, que por lo conocidos le hacen eco a un futuro del que no se puede huir.