¿Qué tal si se promueve una nueva forma de impulsar nuevas generaciones de emprendedores?
No acostumbro a reproducir en este espacio textos de otros, pero en esta ocasión decidí hacerlo con un escrito de Alejandro Schnarch, de nacionalidad chilena, catedrático en varias universidades latinoamericanas y autor, entre otros, de los libros Desarrollo de Nuevos Productos y Empresas (McGraw-Hill, 2009), Creatividad Aplicada (Ecoe Editores, 2008) y Marketing Estratégico para Pymes (Cámara de Comercio de Bogotá, 2007), porque me identifiqué con cada una de las letras aquí consignadas:
«La dificultad de la relación educación-emprendimiento comienza con nuestros modelos educativos, ya que durante mucho tiempo se creyó que aprender era acumular datos en la memoria y la enseñanza estuvo basada en la clase tradicional o textos, donde el protagonista era el erudito profesor, poseedor de la sapiencia, guardián de las verdades del pasado que se dignaba a transmitir a sus alumnos, quienes asumían una actitud pasiva, sólo escuchando, ejercitando la percepción y memoria. Se le daba más importancia a saber cosas que a saber hacer cosas.
La concepción de la educación estaba basada en un profesor, que al igual que el padre de familia, enseñaba durante años de forma autoritaria. Las normas, mandamientos y prohibiciones eran la base del mecanismo unilateral de socialización; la autoridad hacía que se mantuviera el orden y conducía a una adaptación más rápida. El educando debía ser enseñado y controlado por aquellos que poseían la autoridad. El sistema jerárquico, impregnado en nuestra cultura, estaba inherente en todo.
En la escuela tradicional no se fomenta la capacidad de soñar. Los métodos clásicos están más basados en la obediencia, en ajustarse a unas reglas y en memorizar unos datos, pero NO a desarrollar la creatividad, a cuestionar lo establecido y mucho menos a soñar con poner en juego el potencial que toda persona lleva dentro… Por ello, no extraña que cuando somos adultos nos cueste montar empresas o ser innovadores.
Nuestro entorno educativo no ha sido el más adecuado… Pero se puede comenzar a soñar ahora y pensar en los proyectos que nos gustaría hacer o en lo que nos gustaría convertirnos.
Dentro de esto, es muy importante saber que los sueños pueden hacerse realidad y que para hacerlo debe tener el coraje y la motivación suficientes además del concepto personal de que sí puede lograrse, así como ciertas competencias y conocimientos que debe desarrollar un emprendedor.
Mark Twain, decía: «Un hombre no puede sentirse cómodo si no cuenta con su propia aprobación». Se refiere naturalmente al autoconcepto: lo que piensa el emprendedor que es, condiciona lo que haga y lo que de hecho sea en un futuro próximo. Se comporta como cree que es…
Esto está relacionado con la adecuada actitud mental positiva. Como dice Sun Tzu, en su libro el Arte de la Guerra: «El vencedor antes de entrar en la batalla ya ha ganado». Y es cierto. Si piensas que vas a perder, pierdes. Si crees que puedes ganar, tienes muchas más posibilidades de conseguirlo. Por ello, si el emprendedor desea desarrollar su talento, el punto de partida ha de comenzar en él mismo y en su lenguaje interior.
Y como decíamos, este auto concepto está influenciado por lo que piensen los demás del emprendedor; el llamado Efecto Pigmalión, que Robert R. Merton denominó profecía auto cumplida según la cuál, las personas se comportan de modo tal que tienden a confirmar sus deseos, miedos y temores; es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad. En las palabras de Goethe: «Trata a un hombre tal y como es y seguirá siendo lo que es. Trata a un hombre como puede ser y debe ser y se convertirá en lo que puede y debe ser».
Es decir, el emprendedor será lo que sea capaz de soñar y lo lejos que pueda llegar depende del alcance de sus deseos; lo que sea capaz de conseguir obedece a sus expectativas. Su futuro está escrito y lo escribió él mismo con sus sueños y confianza en lo que pueda hacer»
Nota del blogger: Que bueno sería promover una educación más centrada en emociones y fortalezas internas para que nuestros niños a la par con los conocimientos académicos, desarrollen destrezas de liderazgo personal y compromiso con su vida y quienes les rodean..
Anónimo «emprender significa, estar dispuesto a hacer durante algún tiempo, lo que la mayoría de la gente no está dispuesta a hacer; para vivir el resto de la vida en las condiciones, con las que la mayoría de la gente fantasea» hay una oportunidad, escribe a opt_hg@live.com, opt. oportunidad para todos.
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Marqués de Vauvenargues, dijo «Emprender significa desprenderse de lo anterior para crear nuevos nichos de oportunidades; el que no suelta lo que lleva en la mano, no puede coger lo nuevo que le llega» hay una oportunidad, escribe a opt_hg@live.com, opt. oportunidad para todos.
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