Vean no más a la agro reina,  prefirió pasar por  bruta antes que por pilla. Prefirió dejar en entredicho su comprensión lectora, su capacidad de abstracción y raciocinio,  antes que su «moral» y sus «buenos principios». Su argucia   de doncella inocente y  enamorada le bastó y le sobró para que la justicia la declarara inocente. 

El  colmo  de la morronguería, ingente ha sido la lucha de muchas  por ganarse un lugar,  más que merecido,  en el ámbito académico, político, intelectual,  laboral, y competir en igualdad de condiciones con los hombres,  como para seguir consintiendo  que al primer ilícito en el que se vean involucradas algunas  señoritas saquen relucir su  «torpeza»,  e «inocencia».  Astucia para unas cosas,   majadería extrema   cuando debo  responder ante la justicia,  «no sabía», «no sé», «no conozco», «no oí»,  «no me di de cuenta», «uyy Echeverry…»

 
Lo triste es que aún hay quienes  les creen y  las justifican. «Citica la niña, ese indio me la  engatusó». Y lo peor,  en contravía del derecho «…el desconocimiento de la ley no exime  a nadie de su cumplimiento»  la  justicia  reconoce como válida tan babosa excusa y no falla en derecho.

Y no ha sido únicamente con ella, «colaboró con la justicia», «estaba loco», «entró en  shock», «le  pegó la tontera», «no es ningún peligro para la sociedad», «se encuentra en delicado estado de salud…»   Como es obvio que esta   justicia clasista no va a dejar  de esgrimir las anteriores, entre otras muchas excusas, para eximirlos de pagar cana, tampoco su fea maña de mirar caras y cuentas bancarias al momento de emitir sentencias,  llegó la hora de un cambio radical en la ley.  Para que  los  jueces puedan  seguir actuando  con el elitismo que siempre los  ha caracterizado y fallar en consecuencia, propongo que se cree e  implemente desde ya la Ley Valeria, perdón, Ley  Valerie, en honor a una de sus más celebres beneficiadas.    

 
Ley Valerie 

Aunque la primera recomendación de La ley Valerie es que  toda persona que se presuma  enamorada se abstenga de firmar contratos, cláusulas, pagarés,  seguros, pólizas, y todo tipo de documentos legales, más aún si el grado de embelesamiento es tal  que princesa no es capaz de    distinguir si el papel  que le entrega romeo es subsidio o  préstamo;   ya entrados en hechos,  basta que durante el juicio la implicada,  correos electrónicos,  testigos,  cruce de miradas – «¿por qué  me hiciste eso?» «te odio,  pero te amo», «aún me das ganas, cómo es qué me embalas»- logre comprobar que en efecto estaba tragada para que  el juez decrete su inocencia.

Más  que determinar si son culpables,  las indagaciones y las pruebas expuestas en una audiencia estarán encaminadas a establecer la condición socioeconómica de los implicados, por consiguiente,  serán causales para lograr casa por cárcel, sendas  rebajas en la condena, y absolución:

1. Si durante las recriminaciones los implicados se increpan  mutuamente bajo los apelativos de  Juan Ma,  Vale, Cami, Juan Pa, Maria Jo… o cualquier otro tipo de expresiones propias de personas bien.  La  casa por cárcel será  un derecho innegable  si se trata de  familias tradicionales, caciques políticos,   es decir,  gente  que  no está improvisando en esto de los grandes desfalcos, y detrimento al patrimonio del estado. Se exime de este derecho a todos aquellos que lleguen al juzgado a  insultarse y a tratarse mal  bajo los seudónimos de  chiqui, la gata, el negro, la diabla, la mona… Y a aquellos en cuyos correos  electrónicos, los cuales serán objeto de minuciosos seguimientos,  se les encuentre expresiones como: «pa las que sea», «me haces la de falta», «Bosa presente», «te requiero al cien», «repte»…  y todo ese lenguaje de quinta.

2. Si la agresión verbal y física a  la que hacen mención acaeció en algún  lugar de rumba reconocido mundialmente Ibiza, Barcelona (España),  Miami, Mónaco… máxime si en virtud del post modernismo es, como se presume en este caso,  la mujer la que golpea al  hombre.   Quedan exentos de estos beneficios fulanos, fulanas cuya garrotera haya ocurrido en inmediaciones de plaza de las Américas, sector de cuadra picha, el Restrepo, Kennedy,  Soacha y barrios circunvecinos. Contrario a lo que pasó con Vale, la justicia  no  considerará que entre los ofendidos  hubo agresión, en tal caso el fallo estricto e inapelable apuntará a que el par de gambas se cascaron, severa trilla la que le dio su perrito, y caerá sobre ellos todo el peso de la ley, por ñeros.

3. Todos los desfalcos por montos iguales o mayores a 150 millones de pesos. Quedan por fuera de estos beneficios los robos de   cubos de caldo doña gallina, ricostilla, maggi o  don gustico. Lo anterior se  calificará como hurto simple,  se juzgará  a los implicados como delincuentes comunes y   recaerá sobre ellos todo el peso de la ley.

4. La condición cultural y el alto nivel de educación, especializaciones, maestrías, doctorados…  No obstante  la preparación académica conlleve a inferir que  los implicados no eran ningunos paparotes,  sabían lo que hacían,  al momento de evadir culpas podrán  seguir pasando de agache. Balbucear excusas como;  firmé sin leer, no entendí,  yo de eso no sé… tendrán toda la validez y el sustento jurídico para que sean juzgados  como analfabetas y se hagan acreedores todos los beneficios que otorga la ley.