“Véanlos, ahí van con sus enseñanzas -comentó indignada una señora dentro del bus en el que iba la semana pasada, justo al ver pasar una marcha de maestros-, esto el colmo -continuó- no les da pena salir a protestar a cada rato, a tomarse las calles, a armar trancones y caos. Tienen paralizada esta ciudad, bonito ejemplo el que le están dando a sus estudiantes”.
Aunque inicialmente no estuve de acuerdo en nada con ella, rato después llegué una conclusión: bonito ejemplo, en eso tenía toda razón.
Bonito ejemplo para que los estudiantes aprendan desde ya a que deben luchar por sus derechos, a que no pueden darle la espalda a la realidad del país, y a que las cosas no pueden seguir su “curso normal” mientras que los derechos de la gran mayoría están siendo vulnerados. Y no sólo eso, bonito ejemplo para que sepan que deben perseverar y luchar por lo que consideran justo.
Un bonito ejemplo y un aviso además para que los gobernantes a los que, como este presidente que tenemos, se les volvió costumbre decir mentiras, sepan que no pueden seguir engañando y burlándose del pueblo con sus falsas promesas.
“Firmo sobre mármol que no voy a subir impuestos”, “vuelven las horas extras”, “vamos a ir desmontando gradualmente el 4 por mil”, “vamos a hacer una reducción en el aporte de los pensionados”… increíble que una persona de ese talante ético siga al frente del país.
Ese sí no es un bonito ejemplo, ¿con qué cara va un maestro a inculcarle a sus estudiantes que no deben mentir, cuando la máxima autoridad, el presidente de su país, miente de forma descarada cada vez que puede?, y ahí sigue, muy campante en su cargo como si nada, y de ñapa le dan un nobel.
¿Aún queda alguna duda de cuál de las dos partes involucradas en este paro falta a la verdad?
Bonito ejemplo para que los estudiantes entiendan que la palabra se honra, que las promesas se cumplen, y que los compromisos que se adquieren durante una campaña presidencial deberían ser sagrados.
Bonito ejemplo para que un pueblo se sacuda y entienda que no puede seguir permitiendo que con la excusa “su plata se la robaron los corruptos” un gobierno, bajo el cual campea la corrupción, siga diciendo que no hay plata y metiéndole la mano al bolsillo.
Bonito ejemplo para que los demás gremios y trabajadores de este país entiendan que no pueden seguir callados, ni agachando la cabeza mientras que año tras año sus condiciones laborales siguen empeorando y el estado comete contra ellos todo tipo de atropellos e injusticias. ¿Qué medida tomada durante los últimos 20 años ha beneficiado realmente a los trabajadores?, que yo sepa ninguna.
Y todo en favor de unos pocos grandes capitales, y de unas multinacionales que siguen enriqueciéndose a costa de empobrecer y explotar cada vez más a sus empleados. Pagándoles pésimos salarios, desconociéndoles sus derechos.
¿Cuánto hace ya que las cifras demostraron que la implementación del horario nocturno después de las 10 de la noche no trajo ningún efecto positivo en la generación del empleo -excusa con la cual lo implementaron-?, aun así, el gobierno insiste en no derogar ese decreto y en seguir haciéndose el de la vista gorda con el tema.
Bonito ejemplo para que trabajadores de otros gremios que están mal -o sea todos- entiendan que sin importar su enorme poder político, económico y de manipulación no pueden claudicar, dejarse amedrentar, ni mucho menos ceder ante las amenazas o los chantajes sentimentales del gobierno “ 8 millones de niños siguen sin clase”, “los maestros solamente pelean por sus salarios”… como si salir a reclamar por un salario justo y unas condiciones de trabajo dignas fuera una canallada o un acto de codicia, así como lo ha querido hacer ver este gobierno.
Y por último, bonito ejemplo para que sepan que así llueva, truene o relampaguee, deben salir a luchar pacíficamente por su dignidad y por unas condiciones justas.
Eso sí, que se preparen, porque una vez lo hagan tanto el gobierno como algunos medios de comunicación se les van a ir encima, los van a satanizar, a estigmatizar, a desprestigiar, les van a echar a la opinión publica encima, acusándolos de estar ganando millonadas y calificando sus pretensiones como desmedidas y su protestas como injustas.