A los que creemos que sí últimamente nos han llovido todo tipo de insultos y de críticas por parte de quienes, considerándose a sí mismos como los más sensatos y analíticos, no nos bajan de patrioteros baratos y de malos perdedores.
Y aunque es válido reconocer que en este tema sí abundan las posturas extremas y lastimeras – “Nairo se prepara a punta de agua panela y cubios”, dejémonos de complejos y bobadas, los ciclistas colombianos compiten para los mejores equipos del mundo y por lo tanto tienen a su disposición la más alta tecnología, la mejor dieta, los mejores médicos deportivos… -, a los que consideran infundadas estas sospechas les recuerdo que las primeras acusaciones de dopaje respecto a este ciclista no surgieron de nosotros, los colombianos, sino de la ciencia médica y deportiva y de los expertos internacionales en ciclismo. Son ellos los que no lo consideran normal su rendimiento y argumentan que existen en torno a él serios indicios de dopaje tanto físico como tecnológico (el famoso motor en la bicicleta).
Es la ciencia médica la que no se explica el milagroso salto en su rendimiento, ni cómo un corredor mediocre, que antes de los 26 años no había ganado nada – según una tabla de rendimiento publicada por el Sky, en el 2011, en él no creía su propio equipo, para su director era el corredor con menos talento y del que esperaba menos progresión en su desempeño – de repente se transforma en el mejor ciclista del mundo. “Explosión tardía”, argumentan sus defensores.
“Que entrenó duro”, “que con esfuerzo y dedicación progresó…”, error, aquí no hubo una progresión, aquí hubo un salto milagroso en su rendimiento. Son los expertos en dopaje los que no se explican ¿cómo un corredor que sufre de asma – de ahí sus TUE-, que no mostró ningún talento tempranero y que incluso fue excluido del giro de Italia 2010 por subir remolcado de un auto el Mortirolo de un momento a otro se convierte en el mejor escalador del mundo, domina en todos los terrenos y gana todo lo que compite? Este año se ganó tour y vuelta, lleva tres meses exhibiendo un pico de forma extraordinario, mientras todos los otros corredores del pelotón presentan esos altibajos tan propios de los seres humanos. ¿Cómo alguien que queda en el puesto número 89 de una gran vuelta de repente resulta invencible y gana con asombrosa superioridad 4 tours de Francia?
Aun en esta época de corrección política – recordemos que desde la óptica del discurso no hay imposibles, y se considera canalla y un prejuicio afirmar que alguien con limitaciones físicas está en desventaja; una época en la que los sueños se cumplen, los límites únicamente están en la mente- es la ciencia médica y deportiva – ella sí reconoce que el cuerpo humano tiene unos límites- la que no considera normal ni sus tiempos de ascensión, ni los increíbles watts de potencia que desarrolla.
Cómo entender que ese corredor que a falta de fuerza y talento se bambolea de un lado para otro de la carretera https://www.youtube.com/watch?v=lEGpv0xn0E8&t=496s minuto 8:02, pase a realizar estos ataques sobrehumanos https://www.youtube.com/watch?v=eX_Azw5Qgt minuto 28: 18 y minuto 30: 13. El primer vídeo corresponde al Giro de Emilia, año 2009, Chris antes del milagro, y del tratamiento contra la bilharzia; el segundo, al tour de Francia, año 2013, Mont Ventoux, Froome después del milagro.
No es únicamente a los calenturrientos y folclóricos aficionados colombianos a los que a simple vista nos resulta extraño lo que se ve en este último vídeo, para cierto sector de la ciencia deportiva también resultan increíbles estos ataques, y solamente encuentra explicación a tamañas aceleraciones en la existencia de un motor oculto. Mucho más después de que los datos, potencia, cadencia, velocidad, pulsaciones, fueran hackeados en el 2015, y superpuestos sobre la imagen. Imposible no dudar, transitaba por una rampa del 9 por ciento, en tres segundos pasa de 19 Km a 31 km por hora, y sus pulsaciones permanecen inalterables a pesar de tamaño esfuerzo. ¿Un ataque tan brutal y sentado?, ¿cuándo, en más de cien años de ciclismo, se había visto algo similar?
Sin olvidar, claro está, sus remontadas milagrosas, como la del año pasado en la vuelta a España, en la etapa de lagos de Covadonga, o la de este año, en la etapa 15 del tour de Francia. Etapas en las que por diferentes razones primero se queda del lote y luego arranca a adelantar rivales como loco y a dejarlos regados. “El tipo sube a su ritmo”, exclaman sus defensores, ningún a su ritmo, qué más da si el máximo esfuerzo lo realizó al principio o al final de la subida, ahí están los datos, y la potencia final que desarrolló para recuperar el tiempo perdido, alcanzar y sobre pasar a sus rivales fue bestial. Y como estos existen muchos más ejemplos en su carrera.
No obstante y para no saturar este artículo con cifras, a los que tengan verdadero interés en el tema y deseen contar con sus propios elementos de juicio, los remito a los portales especializados, sustento de este artículo http://www.cyclisme-dopage.com/index.html http://www.chronoswatts.com/competition/42/ http://www.climbing-records.com/Allí podrán encontrar las cifras, sus asombrosos tiempos de ascensión, las descomunales potencias que desarrolla y que tanta suspicacia generan a los ojos de los expertos, superiores muchas de ellas a las de dopados confesos.
Muchos dirán que con esfuerzo, dedicación y disciplina se alcanzan las metas y todo se puede. Para otros, dentro de los que me incluyo, su rendimiento no es normal.
Y para terminar, es apenas lógico que los colombianos nos sintamos aludidos, y nos lo tomemos como algo personal, cómo no hacerlo, puesto que si este señor corre dopado les está robando la gloria a nuestros ciclistas. Empezando por aquella etapa del Mont Ventoux en la que derrotó a Nairo Quintana, quien por intentar seguirle la rueda sufrió este escalofriante desmayo https://www.youtube.com/watch?v=OTcNaM6ghpQ Ahora, si compite limpio es claro que estamos no sólo ante un milagro sino ante el mejor ciclista de todos los tiempos.
*TUE exenciones médicas para tomar medicamentos prohibidos, dicho de otra forma, permisos concedidos por la UCI – entidad Británica, como Chris Froome- para doparse de forma legal.