“Petro ha dividido el país entre ricos y pobres”
Ingrid Betancourt.
Queda claro con esto lo que los políticos tradicionales, el establecimiento y hasta sus más enconados críticos le reconocen a Petro: haber partido la historia política de Colombia en dos: antes y después de Petro.
HISTORIA POLÍTICA DE COLOMBIA
… Capítulo VII
Petro inventó el odio de clases
Antes de Petro, ricos y pobres se amaban, y en este país no existían los estratos, ni las clases sociales.
Pobres y ricos comían juntos, se divertían juntos, jugaban juntos, estudiaban juntos, rumbeaban juntos… y todo entre ellos era un paraíso de armonía y cordialidad.
Nada alegraba más a un López, a un Samper, a un Santos o a un Turbay, que ver a uno de sus descendientes emparentado con lo que hoy – después de Petro- se conoce como chusma o plebe. Nada alegraba más a un pobre que trabajar como un burro, en empleos de bajo perfil y ganando poquito.
Los triunfos de los ricos los pobres los celebraban como propios. Los fracasos de los pobres los ricos los lloraban como si fueran de ellos. Se percibían como iguales y no existían diferencias entre ellos.
Pero llegó el bandido del Petro a convencerlos de que eran distintos, y, con su discurso anacrónico, a enemistarlos, desunirlos, y a ponerlos unos en contra de otros. Según Petro, ricos y pobres no podían darse los mismos gustos, frecuentar los mismos lugares…
Petro no sólo los dividió, sino que los hizo cogerse bronca. Llenó de arrogancia a los unos y de complejos a los otros. A los pobres los obligó a renegar de su condición y a estar inconformes con su miseria.
Una vez los indispuso, los ricos empezaron a sentir desprecio hacia los pobres, a parecerles que olían a feo, y ya no vieron tan buena la idea emparentarse con ellos. Los pobres, a su vez, empezaron a sentir odio hacia los ricos.
Antes de Petro los pobres vivían a gusto con su miseria, y nada les daba más gusto que ver a los ricos disfrutar de su riqueza. Les encantaba verlos derrochando, tirando lujo, mientras ellos colgaban jeta. Pero llegó Petro con su discurso de odio y sembró en ellos el resentimiento. Les enseñó a sentir rabia y envidia por el placer y el lujo ajeno.
Por culpa de Petro hoy ricos y pobres no se pueden ni ver.
Capítulo XII
Petro inventó el populismo y la demagogia
Ni Galán, ni Turbay, ni Lleras, ni Samper, ni Santos, ni Pastrana, ni Uribe… … ningún candidato político antes que Petro se había atrevido a mentirle a su pueblo, a prometerle una silaba, una letra más allá que lo que podía cumplir.
Ningún otro había llegado al extremo de ilusionarlos con el cuento de que los iba a sacar de pobres, o que iba a gobernar para ellos, mientras amenazaba con darles duro a los más ricos, gravarlos con más impuestos y reducirles sus mega pensiones.
No importa cuán cruel e impopular fuera, todos los candidatos políticos les hablaban a sus votantes con la verdad. Tal era su sinceridad que nos les importaba perder las elecciones y era muy común escucharlos gritar: “voten por mí que voy a llegar a robar”, “a subirles los impuestos”. “Conmigo van a seguir siendo pobres», » conmigo van a seguir comiendo de la que sabemos”. Afortunadamente, el pueblo sabía a qué atenerse con ellos.
Ninguno había sido capaz de engañarlos con falsas promesas de cambio. Antes de él no existía la demagogia, ni el populismo y las promesas de campaña eran sagradas. Es más, los políticos de este país no sabían ¿qué carajos eran esas dos cosas? ¿con qué se comían? Demagogia y populismo eran palabras que no existían en el diccionario.
Hasta que llegó el populista del Petro y, en su afán de llegar al poder, empezó a hablarle paja al pueblo, a comérselo a cuento, a pintarle pajaritos en el aire, y a prometerles a los más pobres que les iba a dar todo regalado.
Antes de Petro Colombia era un país próspero, en el que toda la gente vivía en la opulencia. En el que los pobres trabajaban y se esmeraban por progresar, hoy, por su culpa, ningún pobre quiere hacer nada, y aspiran a que les den todo regalado. Petro los acostumbro a flojos y atenidos.
Petro se inventó la demagogia y el populismo. Lo cual sonrojó, asombró e indignó a todos sus rivales políticos.
Hazañas adicionales que le reconocen a Petro:
Petro logró que los políticos tradicionales cambiaran su lenguaje, que a lo que antes llamaban políticas sociales y luchar por los menos favorecidos, hoy le llamen populismo.
Logró que, a una misma promesa de campaña, como poner a pagar más impuestos a los más ricos, se llamara de dos formas distintas. Si la propuesta proviene de ellos la llaman “medida justa”, si proviene de labios del mugre de Petro la llaman “incentivar el odio de clases”.
Petro es el culpable de todos nuestros males, el único colombiano que sin haber gobernado un solo minuto fue capaz de tirarse el país, y convertirlo en un país pobre y atrasado.
Por último, cambió la forma como en este país se asignan responsabilidades. Si un paro es un éxito, y la opinión pública está a favor del mismo: “¡quieto ahí, Petro, no vaya a apropiarse del paro”; pero si el paro trae vandalismo, muertos, y caos: “indiscutiblemente, Petro es el líder de ese paro”.