Increíble que un país en el que a la gente que paga cumplida por su salud no la atienden, a la que cotiza para su pensión no la pensionan, en el que ningún sueldo alcanza, y en el que el costo de vida está por las nubes, el mayor temor de esa misma gente sea que el estado va a darles todo regalado.
Teniendo en cuenta lo anterior, me permito enviarle este correo a:
@manodeobrabarata, a ese pobre empleado que se despierta a las 4 am y que tanto disfruta que lo exploten y lo maltraten laboralmente a cambio de un salario miserable; @sinmesada, a ese anciano que, pese a que cotizó sagradamente, una vez llegó a su edad de jubilación le resultaron con un miserable bono, y que hoy vive dichoso en la inopia; @madredescabezada, a esa pobre madre cabeza de hogar que goza partiéndose el lomo por migajas; @olvidado, a ese habitante de los territorios olvidados que se regocija por su falta de acceso a infraestructura vial, y a los servicios públicos más básicos; @errante, a ese vendedor ambulante que le fascina tener que salir a guerrearla, a rebuscársela, y que es aún más feliz cuando llegan los «tombos» a levantarlo a pata, a él y a su cajón con la mercancía; @unamonedita, a ese mendigo que le encanta pedir limosnas al sol y al agua y que goza cuando la gente lo desprecia y los conductores le echan sus carros encima; @nohayagenda, a esos enfermos, y pacientes terminales que gozan cuando, pese a que pagan sus aportes de forma cumplida, el sistema de salud no los atiende y les niega los servicios; @pobreporquequiere, a ese que es pobre porque quiere, porque le fascina, le excita pasar necesidades; @muertodelfilo, a ese colombiano que siente un placer inmenso yendo a trabajar con el estómago vacío, y que le encanta escuchar chirriar sus tripas del hambre tan berraca…
A ellos, y a todos los demás que están tullidos del susto porque piensan que va a venir el estado a darles todo regalado, les pregunto: ¿se embobaron, o qué?, ¿de verdad creen que en un país tan pobre como este, con una economía tan enclenque y precaria, y con una clase política tan ruin e inhumana como la que nos gobierna, existe el más mínimo riesgo de que eso suceda?
Sólo a ustedes se les ocurre pensar que en un país en el que cobran por todo, y bien caro, en el que cada vez se trabaja más y pagan menos, en el que tuvimos que irnos a paro porque planeaban secarnos con más impuestos, el mayor riesgo sea que ese mismo estado va a ponerlos a vivir como reyes, a malcriarlos, y a acostumbrarlos a atenidos.
Primero los ponen a pagar 10 mil pesos por un miserable huevo, y, me perdonaran lo obsceno*, pero primero el estado encuentra la forma de cobrarles por el aire que respiran o la luz del sol que los calienta y alumbra, y de paso, y como hizo con la salud, le entrega estos derechos como negocio a algún gran privado, antes de darles algo regalado.
¿De verdad temen que el estado va a privarlos del placer de tener que trabajar como burros doce horas diarias a cambio de un salario miserable, o de tener que endeudarse hasta para comprar una libra de carne?¿De verdad piensan que mañana bien temprano alguien del estado va ir a cada una de sus casas a pagarles las deudas, a regalarles pal mercado, pal arriendo, y/o a ponerlos a comer a la carta?
¿En qué país viven?, ¿cómo es que le dan más crédito al discurso de esos políticos que tanto dicen odiar, que a la realidad? ¿Cómo es que, para ustedes, el problema no es el real, sino el hipotético e imaginario? Es tan absurdo como si el asesino que está ahorcando a su víctima lograra convencerla de que su mayor problema sería soltara y permitirle respirar aire puro. O como si el papá ausente lograra convencer al hijo que abandonó de que su mayor problema ha sido sobreprotegerlo, y saturarlo de amor.
A los que siguen convencidos de que el mayor problema de este país es que su gente, incluidos ustedes mismos, quieren todo regalado, los invito a que se tomen una pausa para apreciar y valorar lo mucho, o lo poco que tienen, a eso súmenle todo lo que han invertido en educación vivienda, transporte, alimentación, y lo que le han pagado en intereses a los bancos, ahora respóndanse a sí mismos las siguientes preguntas: ¿qué de todo eso lo consiguieron con su propio trabajo y esfuerzo?, ¿qué les regaló el estado?
Insisto, si su mayor temor es ese, despreocúpense, porque nadie, absolutamente nadie va a darles nada regalado. Pueden estar tranquilos porque unos y otros van a seguir por las mismas: desempleados, viviendo en la miseria, explotados, mal pagos, pagando todo caro, pidiendo limosna, endeudados, yendo al trabajo hacinados en transmilenio, muriéndose en la fila de los hospitales, desnudándose frente a una cámara web o vendiendo su cuerpo para poder comer… olvídense, ni la clase política, ni los grandes ricos de este país van a renunciar a sus privilegios, ni van a dejar de tomar los recursos públicos para sí mismos, para dárselos a ustedes, no sean ilusos.
Obsceno: soy consciente del morbo que les despierta, y de lo sexualmente atractiva que le resulta al estado y a los grandes privados esa posibilidad.