Pedro Sánchez ha logrado alcanzar la Presidencia del Gobierno de España desde fuera del Parlamento después de dimitir como diputado luego del triunfo de las maniobras de Felipe González para echarlo de la Secretaría General del PSOE.
En aquellos momentos, Pedro Sánchez parecía acabado, pero retirado de forma bochornosa por los barones de su partido, las bases, mediante unas primarias, lo devolvieron a la primera plana de la política.
El presumible Presidente de España ha terminado con la desgraciada manera de entender la política de la derecha española. Antes de desbancar a los socialistas del poder el lema del PP fue, cuanto peor le vaya al País mejor para nosotros. También pensaron que de la crisis nacionalista catalana podían sacar réditos electorales en el resto del territorio, pero la desastrosa gestión que hicieron los Ministerios de Justicia y, sobre todo, la del Ministerio del Interior, acabó con la imagen de España ridiculizada en el mundo entero.
Dios, Patria y Ley
La patria de la derecha española puede ser muy grande o muy pequeña, según se mire, pero no va más allá de lo que les quepa en los bolsillos. Dios los acompaña, pero no en la calle como al anterior Presidente español, Rodríguez Zapatero, al que la Conferencia Episcopal le montaba tres o cuatro supermanifestaciones al año en las que reunía a cientos de miles de Católicos que protestaban por las políticas del Gobierno Socialista.
La Ley, afortunadamente, sí que no es de ellos, ahí han caído y lo que viene…
Sánchez en precario, sin mayoría parlamentaria, negociando apoyos con los nacionalistas, el centro derecha de Ciudadanos y la extrema izquierda de Podemos ¿La cuadratura del círculo? ¿Será posible?
Pedro Sánchez ha logrado con los apoyos más polémicos, sacar de la Moncloa a Mariano Rajoy, un presidente que con su carácter dubitativo y la estrategia de «usted perdone» ha conseguido esquivar tres años de profunda crisis institucional. Cercado por los casos de corrupción en su partido en los que además de mirar para otro lado, se sospecha recibió beneficios de forma consciente y directa, Rajoy fue acorralado por Sánchez por «no asumir sus responsabilidades políticas»
La trama Gúrtel, ya juzgada aunque sin sentencia firme, ha socavado los pilares de un partido que siempre ha tenido listo el dedo para atacar la credibilidad de los Socialistas, apartados también del poder por gravísimos casos de corrupción. Solo que su debacle fue en la urnas y no por una moción de censura, primera que triunfa en la joven democracia española.
Y Pedro Sánchez se ha lanzado a una Moción de censura que lleva a España a una situación inédita en un país que será gobernado por un joven político que ha vivido toda suerte de vicisitudes dentro de su partido y que a la larga lo han convertido en un magnífico contendiente.
Pedro Sánchez ha prometido estabilizar socialmente a España, un país golpeado por la precariedad laboral entre los jóvenes, la falta de peso en la escena internacional, y sobre todo, en los países latinoamericanos. Sánchez que ha hecho coalición con Podemos, los independentistas catalanes y vascos, no lo tiene nada fácil, pero abre un camino de esperanza en una sociedad fragmentada por la crisis, sobre todo de valores, que acosa a Derecha e Izquierda y que no ha conseguido aligerase con la irrupción de nuevas fuerza políticas como Ciudadanos o Podemos.
En poco menos de un año Sanchez fortaleció su figura política y con su estrategia, contra todo pronostico, forzó la salida de Mariano Rajoy. Ahora se prepara para asumir la jefatura del país del Sagrado Corazón en Europa. Qué la fuerza lo acompañe!
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