Elecciones generales en España: «la gente de bien» frente a la maldad
El futuro político español en estas elecciones está marcado por el antagonismo de dos bloques que para hacerse con el poder, uno y otro, requieren la alianza de varias formaciones políticas: derecha con la extrema derecha, centro izquierda con izquierda más otros grupos de implantación departamental. Explicar lo que hay en juego en las elecciones del 23 de julio no resulta breve. En primer lugar hay que señalar los elementos en los que se centra la disputa entre izquierda y derecha, las estrategias y propósitos de unos y otros; los elementos, temas o asuntos utilizados para arrastrar o mover al electorado. También hay que hacer un ejercicio de memoria para situar el origen de los contendientes y los antecedentes que marcan sus trayectorias. También hay que señalar a los poderes facticos que detentan el poder económico e intervienen de forma solapada en apoyo de sus intereses.
Un día después de que la coalición de partidos políticos que gobierna perdiera las elecciones municipales y departamentales, el presidente Pedro Sánchez, convocó elecciones generales en España para 23 de julio. Un adelanto electoral de cuatro meses, controvertido como cualquier decisión que ha tomado ese gobierno, pero que de alguna manera supone una pausa en la guerra mediática que enfrenta la acción del Gobierno del Reino de España.
España está en el origen de una comunidad planetaria de casi 500 millones de personas; no les une una tendencia política, tienen diversidad étnica, intereses, preferencias y necesidades diferentes, pero todos sin excepción comparten y son dueños por igual de un modo de comunicación, una manera de interpretar y explicarse el mundo: la lengua española y su cultura.
La importancia del resultado en esas elecciones para el resto de la comunidad del español podría explicarse utilizando el caso de Colombia; si la derecha gana las elecciones y gobierna en España, el Presidente de la República de Colombia tendría en España un gobierno enemigo, al menos personalmente y, en todo caso, a la mayoría de los colombianos nada positivo les cabría esperar de un gobierno abiertamente hostil con el que existe en el país. Tampoco conviene olvidar el mensaje que las organizaciones españolas de derechas lanzan o recogen de sus partidarios sobre la inmigración: se aprovechan de los recursos públicos, ayudas sociales, sanidad gratuita, educación pública y son delincuentes que alteran la paz social, es decir: los recursos que deberían estar al servicio de los españoles se ven reducidos por el abuso de unos extraños aprovechadores del buenismo de las autoridades.
Lo que puede ser revelador de la sensibilidad que expresan los diferentes gobiernos de España hacia Iberoamérica son las declaraciones de los dirigentes americanos después de la reciente cumbre CELAC-UE. Cuando gobierna la derecha en España la tensión con Cuba o Venezuela se mide en el intercambio de insultos entre unos y otros dirigentes. Cuando la izquierda gobierna puede que formalmente no haya cambios en cuanto a la consideración política y colaboración económica, pero al menos no se aprecian faltas al decoro, al respeto personal y termina esa ignominiosa forma de presión de la derecha, que resume su mantra supremo para enfrentar al rival político: cuanto peor, mejor.
En el señalamiento a los inmigrantes que hace la derecha española, hay que decir que independientemente de que toda persona tiene derechos y que esos derechos no pueden ser recortados por razón de su origen, etnia, creencia o preferencia sexual. Los datos estadísticos revelan una realidad totalmente opuesta a lo que ampara, presume o recoge de sus partidarios, la derecha española. La realidad, corroborada por las estadísticas de organismos oficiales del Estado, dice justo lo contrario. La emigración consume recursos médicos en mucha menor medida que la población nativa, fundamentalmente por ser una población joven; suele tener una formación académica alta con problemas en el reconocimiento de sus titulaciones; en las cárceles españolas los reclusos de origen extranjero alcanzan un porcentaje similar al que representa la población emigrante respecto de la nativa fuera del ámbito penitenciario, un 25%, y la mitad del total de condenados lo son por delitos de robo y trafico de drogas, dejando para los españoles, casi en exclusivo, los delitos sexuales, los homicidios y los asesinatos. Sobre los subsidios y otras ayudas monetarias hay que decir que son solo para aquellos que tienen legalmente establecida su residencia y eso implica que han cotizado con su trabajo para recibir esas ayudas, porque aquí no se regala nada a nadie. Un dato relevante que mediatiza el cálculo de población penitenciaria en España de origen inmigrante es el número de turistas que visitan el país, 105 millones de personas, entre los cuales hay un número significativo de individuos que pasan de visitantes ocasionales que buscan diversión a disfrutar de una estancia mas o menos prolongada a cuenta del Estado, en sus instituciones preparadas para alojar a los delincuentes.
En España viven 47,6 millones de personas entre las que se cuentan mas de 5,5 millones de extranjeros, que excluidos los de origen europeo y de los Estados Unidos, se quedan en 3,1 millones de personas con origen en países en vías de desarrollo, de los que 1,6 millones corresponden a Iberoamérica. Un 25% de la población se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, con más del 7% en situación de carencia material y social severa: 500.000 personas. El 59% de estos pobres o en riesgo de serlo son extranjeros. Del total de prestaciones por desempleo, el 9,7% corresponden a trabajadores con origen extranjero. En el año 2006, el Gobierno, llevo a cabo un amplio estudio del aporte económico de los trabajadores extranjeros a las arcas públicas y la diferencia entre lo que gastaban del Estado y lo que aportaban era de 5.000 millones de euros a favor de los emigrantes.
Numerosos estudios corroboran esa realidad, pero no ofrecen los datos sobre los que se basan. En el 2022 una nueva estimación sobre el aporte al crecimiento de la economía española de los mismos trabajadores extranjeros, fue evaluada por el Gobierno en el cincuenta por ciento, el Banco de España lo cifró en el 25% y el gabinete de estudios económicos de un gran banco, La Caixa, estimó que sin el concurso de la mano de obra extranjera la economía española, que en 2022 creció un 5,5%, habría crecido un 0%.
En resumen, la derecha española capta votos de donde puede y utiliza cualquier medio a su alcance para ir sumando; lo que indica su estrategia antinmigración es que existe un importante número de población xenófoba en España y estas fuerzas políticas no dudan en utilizar el enredo, la manipulación de datos, la calumnia y la mentira para dar satisfacción a los peores sentimientos de unos seguidores dominados por la soberbia, la ignorancia, el desprecio del otro y del diferente. Es su forma de hacer patria y obtener poder: propagar lo abyecto y extenderlo; su proyecto social es extender el número de brutos susceptibles de manipulación grosera y ellos erigirse en salvadores de la patria.
El planteamiento, más allá de las pautas ideológicas, que sigue la derecha española no nació en los EEUU después del 11S, pero sí tomo carta de naturaleza cuando sus servicios de inteligencia decidieron que para defenderse del terrorismo necesitaban de la manipulación, la mentira y la desinformación. Donald Trump y Jair Bolsonaro son los ejemplos americanos de esas prácticas. Silvio Berlusconi sería el antecedente de todos ellos en Europa y cuatro o cinco líderes europeos estarían comprometidos con esa forma de hacer política en la actualidad: no están tan interesados en la disputa ideológica, que existe, sino en falsificar la realidad. Hay que señalar que desde que la humanidad tiene historia, la mentira, la manipulación y la falsificación de los hechos forman parte del ejercicio del poder y pueden ser expresión de nuestra naturaleza. Toda labor propagandística utiliza en alguna medida la manipulación para conseguir sus fines, pero para algunos constituye un capítulo fundamental y a veces casi excluyente de cualquier otro procedimiento, en eso está la derecha española y tiene ayuda.
España figura a la cabeza de Europa, por delante de Alemania, Francia y Reino Unido, en cuanto a la seguridad de la integridad personal de los periodistas, fuera de toda violencia física y absoluta seguridad jurídica por sus informaciones: incapacidad total de censura legal por parte de las administraciones del Estado. La excepción está en el artículo 525 del código penal que castiga la ofensa religiosa y que de manera exclusiva ha sido usado por organizaciones católicas. Sin embargo, la misma organización que le otorga a España esa posición, Reporteros sin Fronteras, la sitúa en el puesto 32, a la hora de calificar la calidad de la libertad de prensa en España; es decir: sino está en el último lugar, está en la antepenúltima posición. Del análisis que esa organización hace de la situación periodística española y que le hace acreedora del relevante lugar que ocupa, se destacan como causas: la situación económica de su población que no posibilita la suscripción a medios de comunicación, la precarización del trabajo periodístico, con profesionales mal pagados y escasa seguridad de su puesto de trabajo, lo que les convierte en personal altamente susceptible a la influencia externa y que por otro lado marca en ellos el nacimiento de un sentimiento de autocensura. La explicación de ese fenómeno se completa con el señalamiento de una concentración de los medios de comunicación en manos de cuatro grupos gigantes que controlan el 80% de la audiencia de radio y televisión, con una capacidad de financiación que no existe fuera de ellos y una opacidad total sobre los reales inversores y sobre los recursos económicos que obtienen del Estado, en todas sus administraciones: Ayuntamientos, Departamentos y Estado Central. La cuestión es cómo una población que no consume prensa escrita puede disponer de una oferta de diarios locales que cubre todas las ciudades, hasta las de menos de cien mil habitantes. Unas 78 cabeceras de información general se editan a diario, menos una, todas son de pago y cinco tienen distribución nacional, además hay cinco diarios de deportes y tres de economía, todos con distribución nacional. Sumemos los medios digitales y sale la cuenta que hacen algunos organismos internacionales de la buena salud del periodismo en España, pues hay muchos medios y pluralidad ideológica. En internet la información circula libremente y en español, cualquiera con necesidad de averiguar la realidad de algún asunto de su interés, puede acceder a datos fidedignos o referencias que le pongan en contacto con las fuentes primarias. En esta época, la manipulación y la mentira pueden aparecer en primer plano y conviven, como nunca antes, con la realidad basada en hechos y datos de libre disposición.
Lo que Reporteros sin Fronteras pone de relieve para justificar su diagnóstico sobre la libertad de prensa en España es la ausencia de información e investigación periodística y el predominio de la opinión en los medios de comunicación españoles, es decir: se informa con la opinión.
Numerosos estudios genéticos, neurológicos y psicológicos han intentado establecer una correlación entre las preferencias políticas de las personas y su biología o diferencias anatómicas en distintas partes del cerebro, pero como todo en nuestra vida, en el resultado final; la cultura, lo que aprendemos, la influencia del entorno, cómo nos afecta la realidad, cómo nos desenvolvemos en ella y el azar, serán lo que nos defina, por encima del carácter que nace con nosotros. Para expertos en neuromarketing, antes que la razón y la influencia genética, hay que mirar a las emociones del votante y ese es el aspecto humano que mas pesa en la toma de decisiones, también es el más vulnerable, más susceptible de manipulación y si la alteración de los datos es fácilmente rastreable, resultan casi imposible detectar las maniobras para el control emocional.
Existe una distorsión que no es nueva, se ve mantenida a lo largo del tiempo y no tiene fácil explicación: la deformación entre lo que sentimos y lo que percibimos. El 89% de los encuestados por diferentes agencias sociológicas, opinan que la situación económica del país es mala o muy mala, pero el 70% de esos mismos encuestados opina que su situación económica personal es buena o muy buena. Es evidente que en España la realidad político-social aparece alterada en la mente de sus habitantes y existe una gran distancia entre lo aparente y lo real.
Numerosas incógnitas surgen a cada paso, cuando se trata de mirar los aspectos fundamentales de la vida de los españoles. Como no puede ser menos, la muerte, es determinante de la calidad de vida que tienen las personas, y en España el mapa de la muerte muestra una geografía altamente desequilibrada y desigual. No existe un mapa homogéneo de los departamentos españoles en cuanto a la probabilidad de muerte. Existen comunidades que triplican la tasa de muerte en referencia a otras. Coinciden esos departamentos en menor ingreso o renta personal y mayor tasa de población en riesgo de pobreza ¿Cómo se explican esas diferencias? Yo no puedo responder, pero viendo las diferencias entre hombres y mujeres y los diferentes grupos de edad donde se ven más acusadas esas diferencias y conociendo someramente esos departamentos; pienso en las infraestructuras, en la sanidad, en el sistema educativo, en la actividad laboral que se desarrolla en los diferentes departamentos, en la inspección de las condiciones laborales. En definitiva, no he buscado los datos para poder relacionarlos.
De todos los aspectos de la realidad que he apuntado con anterioridad, ninguno tiene presencia en el debate electoral de España. Tampoco tienen presencia asuntos como el acceso a la alimentación saludable de la infancia; ni la educación para todos y oportunidades iguales independientemente del origen social; ni el acceso a la justicia; tampoco la defensa de los consumidores; el acceso a la sanidad, a la vivienda, el respeto de los derechos de los ancianos. Lo que sí parece haber es el deseo de excluir a grupos sociales de la contienda electoral, al menos, es la consecuencia estadística del modo de actuación de los políticos españoles, con la consecuencia de amplios sectores de la población que ejercen la abstención sin que nadie se lo pida.
Los temas centrales de la contienda política española son, por parte del Gobierno (centro izquierda e izquierda), la defensa de la labor legislativa acometida en los últimos cuatro años. Por su parte, la oposición (extrema derecha y derecha), centran su discurso en un único tema: Pedro Sánchez; ilegitimo, mentiroso, castrochavista, vende patrias, destructor de la unión de España, incompetente o no útil, derrochador, tramposo y ofensivo, que insulta o falta al respeto y filoterrorista, enemigo de la mujer y liberador de violadores. La derecha española se conceptúa a sí misma como “la gente de bien” enfrentada a “la maldad” de la izquierda. Su único propósito expresado en esta contienda es derogar el sanchismo, quitar los impuestos a la trasmisión patrimonial y a las herencias: en general, bajar los impuestos y mejorar las cuentas públicas. La bandera de su estrategia, dentro y fuera del país, se resume en el lema que Rajoy inventó para las elecciones de 2011: “cuanto peor, mejor”. Cuanto peor le vaya a la ciudadanía española gobernada por los rivales políticos, mejor para el PP. La ciudadanía tiene que votar con el miedo, con rencor, con desesperación; como el que huye del fuego y se tira por la ventana.
PSOE y Sumar, centran su campaña en la defensa de sus reformas legislativas y sus iniciativas para proteger a las personas vulnerables económicamente. Defienden el dialogo en contraposición al enfrentamiento y promueven la paz social frente a la agitación que busca la derecha. “Es por ti” y “adelante”: respeto a los nuevos derechos que se le han reconocido a la ciudadanía y abundar en otros nuevos; extender la justicia social con la implementación de políticas que incidan en el reparto de la riqueza a las clases sociales mas desfavorecidas; conseguir sustituir pautas culturales que dominan a la sociedad y frenan las aspiraciones de mayor igualdad y justicia social; progreso y libertad.
LOS CONTENDIENTES.
Pedro Sánchez Pérez-Castejón, presidente del Gobierno, Secretario general del Partido Socialista Español. Aspira a revalidar su gobierno. Su expediente académico y de ocupaciones profesionales anterior a alcanzar por primera vez el mando del PSOE en la Secretaría General, es impresionante. Licenciado en ciencias económicas y empresariales, completó tres Masters: dos en economía de la UE y otro en liderazgo público. En noviembre de 2012 leyó su tesis doctoral que culminó con su recibimiento como Doctor en Economía y Empresa. El trabajo que realizó para investirse de Doctor fue revisado exhaustivamente, pasó por tres motores distintos de búsqueda de plagios y entre sus 342 páginas se hallaron en 161 líneas con 1651 palabras coincidentes con otros textos, sin comillas. También se quiso hacer ver que había recibido trato de favor de las autoridades académicas pues la media de tiempo que gastaban los estudiantes de esa disciplina para conseguir su doctorado estaba en los seis años y Sánchez había empleado solo tres años.
Pedro Sánchez ha enfrentado la traición de su entorno político mas cercano, se ha enfrentado al mochilero de la Moncloa, aunque Pablo Iglesias prefiere referirse a él, como el encalador. Sánchez fue destituido o forzada su dimisión del cargo de Secretario general del PSOE en 2016 y volvió a obtener el cargo en 2017 con un mayor respaldo de las bases del partido.
El Presidente del Gobierno español es un político sin fisuras, tenaz, sin muertos en el armario, sin deudas clientelares; una persona que no se acobarda, pero que no quiere aparecer como el valiente. Utilizó el poder de La Moncloa para silenciar la noticia de la detención de la persona que encabezaba el complot de extrema derecha que pretendía asesinar a “ese rojo de mierda”. Sánchez ha ejercido su papel de Presidente, con lealtad a los españoles, y la puerta giratoria que utilizan algunos políticos para ocupar puestos en los consejos de administración en las grandes empresas cuando ya nadie los quiere en el servicio público, la ha dinamitado. Si le evaluamos por el número de enemigos y lo poderosos que son, Pedro Sánchez es el político mas honrado desde Adolfo Suárez. Si fuese boxeador, al menos, sería un fajador inquebrantable. La categoría de los insultos y la naturaleza de las mentiras que se vierten sobre él podrían inspirar un capítulo apócrifo en la Historia Universal de la Infamia. El asunto es que por sus errores se le podría atacar, pero se le ataca por sus aciertos, y errores tiene su gestión, pero que muy graves. Pervertir el sentido de lo que se buscó con la Ley del Solo Sí es Sí, es un error mayúsculo y cruel con las victimas de la violencia sexual. La reforma que acometió en esa ley con el único apoyo del PP, no resolvió el problema que pretendía, pero la prensa dejó de tenerlo como noticia. La rebaja de las penas de los delincuentes sexuales provocada por el dudoso criterio jurídico que los jueces utilizaron en la aplicación de la nueva ley penal, controvertida sentencia del tribunal supremo incluida, nunca se explico en los términos adecuados ¿Por qué en España hay tantos delincuentes sexuales condenados a la menor pena posible en el ordenamiento jurídico?
El aspirante a presidente, Alberto Núñez Feijó, es un político en el que su ignorancia es directamente proporcional a su prepotencia y soberbia. El Sr. Núñez es persona que va a misa y se confiesa católico, pero en misa adopta un comportamiento cuántico: cuando se dice “amaos los unos a los otros”, no está; cuando “la venganza será mía”, sí está; en “como juzgues serás juzgado”, no está; en “mira la paja en el ojo ajeno”, sí está; “de lo que abunda en el corazón, habla la boca”, no está; cuando “no abrigues en tu corazón odio contra tu hermano”, tampoco está. Si don Alberto estuviera a cargo de juzgar las almas en el otro mundo, el infierno estaría lleno de justos y el cielo de pecadores: si has pasado treinta años en la cárcel por terrorista, eres una mala persona, pero si eres un narcotraficante, me paseas por el mediterráneo en tu yate, me invitas a comilonas, a pasarlo bueno y eres mi amigo, eres gente de bien. La gente de bien es la que a mí me conviene. La ignorancia de Feijó es selectiva, las cuentas públicas no le cuadran nunca, pero en el reparto digital es un campeón. Pertenece, el Sr. Núñez, a un grupo de personas que practicaban lo digital desde antes de inventarse los ordenadores; estas personas se caracterizan por señalar con el dedo a unos y otros, para lo bueno y para lo malo. Si se revisa su acción en la gestión pública, en la que lleva más de treinta años, el resultado es un completo desastre en la gestión de la deuda pública, la lucha contra la pobreza y el aumento de la renta por habitante. Su predominio absoluto en su departamento solo se explica por el magistral dominio que tiene del chanchuyo y el disimulo. Es imposible explicar cómo puede ser presidente del país un señor con su hoja de vida y sus tenebrosas relaciones de amistad. Basta mencionar su relación de amistad íntima, de las de vacaciones de verano y navidades agarrados del banano, con un delincuente condenado por contrabando en el momento en que inician su amistad y que desarrollaría, al tiempo que la relación amistosa con el político, una notoria carrera como narcotraficante. Se dio el caso de recibir, el amigo de Feijó, contratos públicos desde el departamento que dirigía el hoy presidenciable y nada de eso se puede investigar porque los contratos y expedientes desaparecieron en una riada. El asunto es que la empresa de gasolineras del amigo millonario nutría cualquier necesidad de los servicios sanitarios departamentales que dirigía el Sr. Núñez Feijó. El problema mayor viene ahora cuando éste político está al asalto de la Moncloa, porque sus deudas y favores clientelares van con él, y ese círculo mafioso se va a cobrar la pieza mayor: España.
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