La situación de Hidroituango es complicada, como hemos podido ver en las noticias. En mis escasos conocimientos de ingeniería civil y en mi lógica de parroquiano, creo que es algo que se pudo haber evitado. Se pudo haber planeado mejor y probablemente muchas de las decisiones que se tomaron pudieron ser mejores. No hablo mucho más al respecto, sencillamente porque no tengo ni la información ni el conocimiento necesarios para juzgar juiciosamente. Se manejó muy mal el proyecto y la muestra es que tienen al país hablando de eso desde hace una semana.

Terrible el impacto ambiental, qué mal que hayan tenido que inundar Cuarto de Máquinas,  tristísimo que tuvieran que cerrar las compuertas y generar ese impacto río abajo. A mí me perdonarán los ingenieros civiles de Colombia, pero no me parecen particularmente buenos. Los ejemplos de ingeniería no son muy halagüeños, como los muchos puentes que se caen: Chirajara, el de la 106 con 11 (Bogotá), y el de Guayepo en Cesar, entre otros. De hecho, en una nota archivada de 1996, EL TIEMPO titula «En 27 meses se han caído 8 puentes«. Y según Caracol Radio en los últimos años cinco puentes se han desplomado en el país. Como quien dice veníamos mal y seguimos mal. O peor, vaya uno a saber.

Guardemos proporciones

Pero también hay que darles a las cosas su justa proporción y objetividad, y ahí es donde estamos pecando los colombianos. Perdónenme pero, si yo hubiese estado en la misma situación, yo habría hecho exactamente lo mismo: habría secado el río. Enciéndanme a punta de groserías si quieren, díganme inconsciente, tíldenme de anti-ecológico, mata-árboles, asesino de peces, si quieren. Pero después de  desahogarse y encender al objeto de su odio, piensen un poquito con cabeza fría.

Si después de todo lo que salió mal (que como dije más arriba fue mucho), de todos los errores que se cometieron, ustedes se encuentran en la misma situación ¿qué habrían hecho? Si ustedes son los responsables del proyecto, el gerente, y les dicen que hay una grieta inmensa que puede romper la presa, ¿qué decisión toman? ¿Cierran la presa o la dejan como estaba? Me atrevería a afirmar que TODOS cerraríamos el cauce porque si no, la presa se rompe y mueren miles de personas. No de peces, de personas. Arrasa con varios pueblos río abajo. Si alguno de ustedes habría hecho algo diferente, por favor cuénteme y me ayuda a entender por qué le están echando la madre al señor en cuestión. Yo francamente no me creo capaz de indignarme por lo del río, porque yo habría actuado igual en esa situación.

¿Por qué se tomó esa decisión?

Esa decisión se tomó bajo tres premisas claves: 1. Se hicieron acciones de mitigación del alto impacto. Es decir, antes de cerrar el cauce se recorrió el río y se trató de salvar la gran mayoría de peces. Salvaron cerca de 400 mil, creo que murieron 50 mil. Que son muchos, claro, pero no tengo cómo comparar 50 mil peces con una vida humana. Si ustedes tienen que escoger entre miles de peces y un ser humano, ¿qué escogen? Yo escojo la vida humana. Y creo que ustedes también, excepto si son Aquaman y pues no creo.

2. La situación es reversible. Los daños (que nunca debieron presentarse, en primer lugar), se pueden reparar. De acuerdo a esta entrevista el río nunca se secó. Pasaban por lo menos 29 metros cúbicos por segundo, que es más o menos el cauce del río Medellín (según leí en la nota, no me consta).

3. Hay acciones de compensación. Supongo que se refiere a que a los habitantes de las poblaciones afectadas los van a compensar de alguna manera. Ojalá.

Según el gerente de EPM, Jorge Londoño de la Cuesta, las decisiones se toman de acuerdo a tres prioridades, y en ese estricto orden: La vida humana, el medio ambiente y, por último, el proyecto. Es decir, si para salvar una vida humana hay que acabar con el proyecto, se acaba. Igual con el medio ambiente, que prima sobre el proyecto. En una nota de Noticias Caracol muestran el estado del río el 10 de febrero (tres días antes de escribir esta nota), y pues… yo lo veo bien.

Indignémonos por algo realmente grave.

Ahora sí permítanme indignarme a mí. Mientras ustedes están rasgándose las vestiduras por lo de Hidroituango, los terroristas de la guerrilla ejecutaron un nuevo atentado contra el Oleoducto Caño Limón – Coveñas, el mismo sábado 10 de febrero. Eso sí es un desastre. Y ahí no hay lógica humana. Mientras nosotros molemos a golpes al gerente de Hidroituango porque cerró un cauce pensando en salvar vidas humanas, díganme ¿qué lógica humana lleva a meterle un bombazo a un oleoducto, derramando petróleo y acabando con la flora y fauna de la región? ¿En qué cerebro lleno de aserrín cabe siquiera esa posibilidad?

Ahora díganme por qué no estamos protestándole a la guerrilla por eso. ¿Dónde están los ambientalistas? ¿Por qué nos indignamos más por Hidroituango? ¿Es que ya nos acostumbramos? ¿Es que no nos importa? ¿Es que no es el río Cauca sino un tubo por allá lejos? ¿Es que los peces del río Cauca son más valiosos que la fauna de Arauca? Créanme, que se seque un río por unos días no tiene ni punto de comparación con el derrame de petróleo, por poco que sea. ¿O es que ustedes no han visto imágenes de eso? ¿O es que las generaciones de ahora no han visto fotos de nuestra fauna negra, llena de petróleo? ¿Eso no nos duele?

Pues a mí me duele más eso, y me indigna más. Al gerente de EPM lo puedo entender (sin quitarle responsabilidades), pero a los guerrilleros no. No me cabe en la cabeza que todos los noticieros, como Caracol Noticias, hagan todo un despliegue, análisis e investigaciones, se trasladan al lugar de los hechos, para ver cómo va el río Cauca, y no le dediquen ese mismo tiempo, esfuerzo y recursos para contarnos los terribles daños que están haciendo los guerrilleros a nuestro país. Supongo que Hidroituango es más sexy que La Colorada, en Arauca.

Mi invitación, con rabia y todo, es a que nos indignemos con la guerrilla, que sigue haciéndonos daños irreversibles pero parece que no nos importa.

@OmarGamboa


¿Será que encienden a Omar por hablar de la guerrilla? ¿Será que lo crucifican por meterle lógica a lo de Hidroituango? ¿Será que decir «ambientalistas» fue un pecado y se irá para el quinto pailón del infierno? ¿Será que mis clientes pagarán a tiempo o todo seguirá como antes? La respuesta a estas y otras preguntas la próxima semana en #Marmotazos.

Como siempre, muchas gracias a los que vienen y leen cada semana, a los que dejan sus comentarios, acá y en mis redes sociales. Ustedes saben que siempre los leo y los respondo, todos. Pasen feliz semana y no me odien tanto por meterme con los ambientalistas.


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Un abrazo para todos, como siempre gracias por leer, comentar y sobretodo compartir. ¡Chau!


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