Hoy una amiga que quiero mucho compartió en sus redes una foto con este texto: «Este año me propuse trabajar con la misma pasión y compromiso de siempre, pero permitiéndome disfrutar la vida y eso hice hoy, almorcé y me paré tres veces a ver lo bonito de mi alrededor». Qué profundo ese mensaje. Y así deberíamos hacer todos.

Desde hace varios años ando enfocado en productividad, leyendo sobre eso, pensando en la cantidad de tiempo que le dedicamos a trabajar. Por ejemplo, acá escribí 9 trucos para optimizar el tiempo. En los últimos 4 meses llevo un control de cuántas horas al día trabajo, incluyendo fines de semana, pero sobretodo cuántas de esas horas son bien o mal invertidas (a mi juicio), cuántas me producen alegría, cuántas me benefician de alguna manera y cuántas creo que son un desperdicio o que podría aprovechar mejor. Durante un tiempo, incluso, medía las horas dedicadas a cosas que podría delegar y así hacía para saber si debía contratar a alguien para que hiciera eso por mí, mientras yo dedicaba ese tiempo a cosas más rentables. Eso me ahorraría mucho tiempo y, por tanto, me haría más productivo y feliz.

Inicialmente, las horas de trabajo mal invertidas eran casi un 45% de mi tiempo. Ahora está alrededor del 32%. También mido las tareas pendientes y por primera vez en varios años empecé a reducirlas en lugar de aumentar. Coincidió con la fecha en que retomé trabajar solo.

Hay tareas que consumen bastante tiempo pero que no se notan o no producen rentabilidad, como pagar impuestos, ir a bancos, diligenciar documentos (de esos 30 mil requisitos que piden en las empresas cuando te debes inscribir como proveedor). Para todo eso uno debería contratar a alguien, al menos si son tareas que consumen mucho tiempo, por ejemplo, más del 30%.

Ahí el riesgo es contratar a las personas/empresas equivocadas, por eso hay que ser muy claro con uno mismo sobre cuáles son los criterios para escoger y cuáles para evaluar. Y tomar la decisión de parar cuando no está funcionando. Yo no soy muy bueno con eso y como un tarado mantengo a las personas durante un tiempo esperando que den mejores resultados, cosa que difícilmente pasa. Tuve pésimos contadores. Me fue fatal con ellos y me hicieron perder mucho tiempo y dinero. Obvio si alguien me pregunta por esa empresa daré las peores referencias.

Foto iStock

Este país está diseñado torpemente, pensando más en impuestos que en productividad. Pagamos muchos impuestos, no solo en el monto, sino en la cantidad. Retenciones a la renta, a la fuente, IVA, declaración de renta. Entonces, no solo nos quitan la plata sino que nos quitan mucho tiempo. Eso es muy desgastante para los colombianos. Por eso es mejor delegar o tercerizar esas labores.

Con nuestro ritmo de vida actual, el nuevo reto es ser más prácticos y productivos.

Y con las personas que contraté, si bien al principio parecieron ser eficientes, con el tiempo perdieron el impulso. Me generaban más trabajo del que me ahorraban, especialmente porque tienen pésima ortografía, así que cada propuesta que hacían yo debía revisarla. No se imaginan la cantidad de tiempo que dedicaba a andar corrigiendo tildes y zetas, cual profesor de segundo primaria. Y estas tareas no solo son poco productivas (a menos que seas profesor de primaria) sino que me hacían muy infeliz. Finalmente, por falta de resultados, las despedí, también cambié de contadores y, ¿saben qué? Ahora me siento más feliz. Y se nota un poco en la gráfica del control de horas que estoy haciendo. La gráfica me permitió ver que efectivamente le dedico mucho tiempo a lo administrativo, pero también me permitió notar que cada vez le dedico menos tiempo a esto. La meta es reducirlo a un 15% de mi tiempo para final de año.


Muchas veces nos alejamos de nuestros mejores amigos por andar trabajando. Yo extraño mucho hablar con Sandra, que me conoce mucho. O con Cata que es una de las personas más inteligentes que conozco, o con Mónica que es solo alegría y buena energía. Debo decir que ahora hablo mucho con Alejandra, que se aguanta mi temperamento cascarrabias y perfeccionista, es un alma de Dios, jajaja.

El caso es que muchas veces dejamos de hablar con nuestros amigos por andar concentrados en el trabajo y no le sacamos tiempo a una llamada, una simple llamada. En mi caso también es porque ellas trabajan montones (más que yo). De hecho escribí sobre eso hace unos meses en «Es que el tiempo no rinde«.

En uno de mis esfuerzos por invertir mi tiempo en mejores cosas, he tratado de leer más, eso me hace feliz. Y uno de los libros que recientemente consulté es sobre el Principio de Pareto, que habla de que el 20% de los esfuerzos producen el 80% de los resultados. Y lo mismo al contrario. Como quien dice, uno debería tratar de enfocarse en las cosas que producen más resultados. Por eso ahora mido tanto mis tiempos y tareas. El libro se llama “The 80/20 Principle”, por si alguno lo quiere leer.

Con nuestro ritmo de vida actual, el nuevo reto es ser más prácticos y productivos. Y no ser infelices en el proceso. Si somos más productivos y si le dedicamos más tiempo a las cosas que nos gusta hacer, a las que nos traen más resultados, vamos a ser más felices. Que también se puede tratando de dejar de hacer las cosas que no nos producen tantos resultados y las que nos hacen infelices.

Productividad Vs. Calidad de vida. Ilustración de Andrés García EL TIEMPO 2007

Yo ya no hago la contabilidad, bendito sea mi Dios. Afortunadamente (por fin) encontré una buena empresa que me ayuda con eso. Para el que quiera probar, se llaman Backstartup. Si quieren hasta les dicen que supieron por mí, de pronto nos dan descuento a ambos, jajaja. Y un saludo para Kate y Camilo, que son los que me atienden todo el tiempo.

Y aprendiendo de otro gran amigo, Luis Betancourt (@luis3etancourt), estoy tratando de automatizar la mayor cantidad posible de tareas administrativas. Estoy lejos aún, pero por algo se empieza. Este no es un escrito aspiracional ni yo soy coach, pero sí me parece importante eso de ser felices trabajando. Intentémoslo, no nos alejemos de las personas y actividades que queremos.

En los talleres y asesorías que doy siempre recomiendo que dejen consejos sobre el tema que están tratando, así que no me puedo despedir sin eso. Les dejo los 7 consejos diarios para tener una vida más productiva (y feliz). Son obvios pero los olvidamos. Yo los estoy practicando desde hace un tiempo y puedo dar fe de que funcionan.

7 consejos diarios para ser felices.

  1. Hacer ejercicio: Todo el mundo lo dice porque es real. Eso ayuda a que la mente esté más despejada.
  2. Estimular la mente: Hagan cosas que los reten intelectualmente al menos media hora al día; leer un buen libro, hablar con una persona que admiren, alguien que consideren inteligente. Hasta hacer un sudoku sirve. (Ver una película o serie de misterio no aplica).
  3. Estimular el espíritu: Algo que estimule la creatividad. Ir a un concierto, galería de arte, teatro. Pintar, escribir… algo artístico. Meditar también sirve. De nuevo, 30 minutos.
  4. Hacer algo por alguien: Ayudar a los demás. Dar felicidad nos da felicidad a nosotros mismos. Seguro ya lo han sentido. Y mientras más desinteresado, mejor; es decir, aparte del interés de hacernos felices a nosotros mismos. Algo que funciona es que sea aleatorio: Pagar el parqueadero de el que viene atrás en la fila. Comprar unos dulces para el niño del taxista. Elogiar a la persona que nos atiende en la caja.
  5. Compartir un rato con un buen amigo: Pero un rato de calidad, no estar mirando el celular, no estar hablando solo de los problemas y andar con mala cara. Tratar de reírse y sonreír. Ayuda muchísimo.
  6. Regalarse un premio: Dense un gustico, un chocolate, un helado, una malteada de macadamia, solo porque sí.
  7. Felicítense: El último hábito, el del final del día, es darse un premio por los logros del día. Puede que al principio no crean que lo merecen, pero van a ver que cada vez hacen más cosas meritorias. O lleven una cuenta de los hábitos que han logrado cada día. Si hacen más de 5, prémiense. Con una malteada de macadamia, por ejemplo.

Se los dejo en imagen por si alguno la quiere guardar. También las estoy compartiendo en mis redes sociales, que se las comparto más abajo.

Prueben y me cuentan cómo les va. Y si les funcionan me invitan a malteada de macadamia, así casual. ¿Ustedes qué hábitos tienen para ser más felices todos los días?

Omar.

 @OmarGamboa

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Un abrazo para todos, como siempre gracias por leer, comentar y sobretodo compartir. ¡Chao!


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