Hay momentos de la vida que a uno lo impactan. Hay acontecimientos que marcan un antes y un después; por supuesto la muerte es uno de ellos. Una de esas muertes que hace reflexionar es la de Michael Jackson, en mi caso también se debe a que fue el día del cumpleaños de mi mamá, así que lo tengo muy presente. En su momento una amiga me dijo del artista algo que me dejó pensando: Michael Jackson era el andrógino perfecto (no confundir con «Andrógeno» que son las hormonas sexuales masculinas). Me explico, tal como me lo explicó mi amiga: Michael Jackson era negro pero tenía la piel blanca, era hombre adulto pero se comportaba como un niño (se habla del complejo de Peter Pan), era hombre pero tenía facciones muy femeninas.
Me atrevo a creer que nunca había existido alguien tan ambiguo en su vida. Físicamente tenía la androginia en todos sus aspectos. A eso sumémosle que el tipo es un ídolo (lo era en vida, ahora es nivel leyenda) como nunca había existido y como difícilmente existirá. Movía masas como nadie, generaba tal grado de pasión en sus seguidores que era impresionante ver las reacciones de los fans. Rompió esquemas en cuanto aspecto quiso: primero con su manera de cantar (la voz era espectacular), luego de bailar (innegable) y terminó con sus presentaciones en vivo que fueron lo mejor y aún lo siguen siendo. Viendo esos documentales que tanto han hecho sobre él, queda uno anonadado con la espectacularidad de sus conciertos. Al comienzo de los conciertos de su gira HIStory «simplemente» sale disparado de debajo de la tarima y se queda quieto por dos minutos o más mientras el público grita extasiado. ¡¡Y NO HABIA HECHO NADA AÚN !! Nada. Quedarse quieto y respirar pasito. Si a mí me emocionó viéndolo en Netflix, ¿cómo sería haber estado en aquel estadio? Mínimo me les me desmayo, o me orino si tomé suficiente Pepsi (no coca-cola, que no lo patrocinaba). El tipo es leyenda.
Pero las físicas no eran las únicas ambivalencias de Michael Jackson. En mi opinión personal, él, además de ser un yin-yang de raza, (in)madurez y masculinidad, era el ser más famoso y exitoso del planeta, y al tiempo el más solitario. No podía salir ni a la esquina porque dos minutos después internet estaría abarrotada de sus fotos (por supuesto tergiversadas a cual más: «Michael Jackson ya no usa medias blancas, ¿estará arrepentido de haberse pigmentado la piel?», «MJ sale en su limosina blanca con tres escoltas: se dice que irá a cazar niños al mall más cercano»). Podía tener muchísimas personas a su alrededor y aún así se sentía sólo. Me parece terrible. Muchas de las personas que entrevistaron después de su muerte aseguraron ser muuuuuy amigos de él y llamarlo con cierta frecuencia, pero Frank Dileo, el manager y verdadero amigo de MJackson, los desmintió. Este señor decía algo muy cierto: muy bonito y todo que digan que lo quieran, que estaban pendientes, pero él nunca lo sintió. Bacano que se lo hubiesen dicho cuando estaba vivo.
Y creo que a todos nos pasa. Pasa mucho que uno quiere a alguien pero no se lo dice. Pasa que uno quiere, pero de lejitos. O quiere, pero el otro ni sabe, ni siente, ni se entera. Si tengo la mejor idea del mundo, pero no se la cuento a nadie, ni la hago realidad esa idea sirve para tres cosas: nada, nada y nada. Muchas veces las personas que más se distancian de nosotros, los que más se aíslan, son los que más nos necesitan. La gente depresiva tiende a separarse del resto, porque siente que no vale nada, así que para qué molestar a los demás. La tristeza tiene esa particularidad: nos quita los ánimos de todo, incluyendo salir con amigos, llamarlos, etc. No dan ganas de ver televisión, leer, salir, de nada. Hasta la gente más positiva del mundo tiene momentos de tristeza. Y a veces basta con una llamada de tres minutos: ¿Hola, cómo andas? ¿Todo bien? No esperen que de entrada les digan «noooo, maaaaal, no me alcanza la plata, mi pareja me terminó, mi jefe me tiene mamado», porque uno no dice eso. Uno de entrada dice «bien, gracias» con sonrisa de Monalisa, como «ahí».
Pero todos nos vamos aislando cada vez más por el trabajo, porque no queda tiempo de llamar, porque escasamente se tiene tiempo para uno y para los más cercanos. Porque el mundo nos va absorbiendo, y el día a día nos consume completamente. Qué triste, ¿no?
A mí a veces me pasa, dejo de hablar con mis buenos amigos por andar en mis cosas. Antes tenía el hábito de llamar a algún amigo mientras estaba en el trancón, pero ya no me tocan trancones y perdí esa costumbre. Ya no tengo excusa para llamar (como si necesitara alguna). Hoy almorcé con una gran amiga de la U. Nos vimos por primera vez este año y fue gracias a que ella me llamó y me invitó. Por supuesto, hablamos como si nos hubiésemos visto ayer y las dos horas no nos alcanzaron para actualizarnos en todo. Rocito es de esas personas con las que se habla riquísimo, que le saca chiste a todo, con las que me puedo reír horas enteras. Dios la bendiga (Dios te bendiga, Roci). Recuerdo que antes, cuando estaba en la mala y necesitaba llamarla, solo la llamaba y desde el saludo ya me cambiaba el semblante. ¿Saben cuándo dejé de hacerlo? Cuando me empezó a contestar con susurros: «hola… sí… mi jefe está cerca… te llamo más tarde… vale… te quiero mucho, chao.» ¿Por qué hay jefes tan amargados que no toleran que sus empleados tengan vida más allá del escritorio? ¿No saben que un empleado contento trabaja el doble? Científicamente demostrado (de eso les hablaré en otro marmotazo). Si usted es jefe… piense bien qué tanto le estresa que un empleado suyo hable unos minutos por teléfono con algún amigo: «es que yo no le pago para que hable con sus amiguitos». ¿Y cuál es el problema? ¿Cumple con sus objetivos a tiempo?
La conclusión es obvia: no desaprovechemos las oportunidades que tenemos para decirle a la gente cercana que la queremos. De nada sirve querer si la otra persona no lo siente, si no lo sabe. Digámosle a nuestros hijos cuánto los queremos, a nuestras mamás y papás. A los amigos, primos, tíos, pareja. A la gente que realmente nos importa… hagámoselo saber. Mejor aún: hagámoselo sentir. Mientras los tenemos cerca y podemos, es un muy buen ejercicio y da muy buenos frutos, yo lo probé y me funcionó. Tal vez yo sea muy recurrente con estos temas pero soy un total convencido de las bondades de demostrar afecto. Diles que los quieres, antes de que sea demasiado tarde. No sabes quién puede necesitarlo. Qué triste es tener mucha gente, muchísima, alrededor tuyo y aún así sentirte sólo.
Como dijo el poeta: lo terrible del mar es morir de sed.
La banda sonora de la semana:
Sí, es real: es jueves y publiqué. ¿Quién diría, no? Ya hasta se me está volviendo hábito. La semana pasada escribí sobre Pokémon GO, y en mi blog compartí algunos trucos para principiantes.
También les comparto la historia anónima de la semana. Una historia sobre la mediocridad. Creo que la persona que lo escribió se siente muy frustrada viendo que parece más importante el resultado que el cómo lo logremos. Triste. «Caminos Equivocados«.
Alguien me dijo que si tengo un lugar con una lista de todos mis post. No la he hecho, pero la haré. Mientras tanto les cuento que siempre recomiendo tres entradas al final de cada post. Siempre unas diferentes, bajen al final y verán.
Desde la próxima semana inicio clases de Redes Sociales en dos universidades, ya les contaré cómo van saliendo. El nuevo reto es bien interesante. Y Sogamoso… ya casito, ya casito vamos al diplomado. El paro camionero nos afectó las fechas. Gracias a todos por leer, si llegaron hasta acá es porque son muy pacientes conmigo, jajaja. Se merece un chocobreak cada uno.
De ñapa les dejo este video muy relacionado con el tema de hoy, por si lo quieren ver, tiene un mensaje bonito.
Nos leemos el otro jueves. ¡Chau!
Todas las entradas, están en: http://blogs.eltiempo.com/marmotazos/ O si quieren que les llegue al correo cada vez que se publica un Marmotazo, en el botón «Seguir a este blog +” que encuentran al comienzo, bien arriba, tienen la opción y no se pierden ni una.
Pero si quieren les recomiendo algunas entradas anteriores: “Es que el tiempo no rinde“, “¿Por qué seguimos solteros?“, «Diez señales de que simplemente no te quiere«. Y a propósito del bullying a Alejandra Azcárate «Bullying y acoso laboral«.
También estoy en Facebook, Linkedin e Instagram. Y me encuentran en Snapchat como gamboaomar.
Así sea personalmente o por teléfono, siempre me despido de mi marido y de mi hija (¡de 25 años!) diciéndoles: «Te quiero mucho». Uno nunca sabe si nos veremos otra vez. Puede suceder cualquier cosa en cualquier momento.
Me encantan tu manera de escribir y tus temas. Un saludo desde Karlsruhe (Alemania) de una colombiana que se vino a vivir hace 34 años acá sin perder sus costumbres ni su manera de ser 😉
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Muchísimas gracias, María Teresa. Un abrazo inmenso hasta Karlsruhe. ¿Dónde queda? Estuve en Lingen, hacia Holanda. De nuevo, gracias por leer y mantener nuestras costumbres.
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Bueno, debería haber dicho algo más útil, por ejemplo, que yo creo que encontré hace como 10 años el amor de mi vida, un hombre que estoy segura me amaba, y yo no lo podía amar más. Pero fue un cobarde y nunca quiso admitirlo. Y es que si uno no dice, ni habla, y ni demuestra, sino todo a medias, es lo mismo que nada. Así que con el dolor del alma, después de imaginarme esta vida y las 3 siguientes con él, decidí por fin «dejarlo estar» (como dirían los españoles). Y seguir con mi vida. «Obviamente» ahora que decidí seguir con mi vida y que vuelvo de España, él ha vuelto con sus ojitos de perro buscándome…. Eso no sirve: «La cobardía es asunto de los hombres no de los amantes. Los amores cobardes no llegan a amores ni a historias, se quedan allí. Ni el recuerdo los puede salvar. Ni el mejor orador conjugar». Así que estoy de acuerdo contigo: Hay que vivir! y vivir plenamente. Amar, decirlo, demostrarlo, hacerlo, sufrirlo. Entregarse con toda y que valga la pena. Pd. Me debes un chocobreak 😉
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Qué buen comentario, ¡muchas gracias! Me encantó la cita.
PD: Cuenta con ello.
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Alguien está atrasada con tus marmotazos! Estoy en ello 🙂
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Eso, hágale.
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Tan cierto, para recibir amor hace falta dar y eso no se puede por telekinesis
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Es así. Todo es recíproco.
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Lei el blog de los pokemon go, cosa que ahora esta pegada por aqui donde vivo. Muy bueno para entenderlo, gracias. Por lo demas, si, soy unas de esas personas que trato que la gente sepa que los aprecio y a la mujer que amo, que la amo.
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Gracias a ti por leer. ¿Dónde vives? ¿Canadá?
Un abrazo y bienvenido siempre.
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Hola Omar! Si, hoy es viernes… y hasta hoy te leí, pero…la vida es así! Jejejeje. Tienes razón, muchas veces tenemos a las personas tan cerca físicamente pero tan lejos afectivamente. Esta semana mi tía, que la adoro estuvo en UCI y casi me agarro a látigo de pensar que no había sacado tiempo para visitarla, aún sabiendo que está enferma. No sabes lo feliz que fuí al poderle decir cuanto la amo y lo importante que fue y es en mi vida. Muchos creen que por expresar sus sentimientos se hacen más vulnerables, y yo creo que es todo lo contrario. Cuanto nos fortalece saber que amamos y sabernos amados.
Inicia semestre y ya estoy preocupada…por tus alumnos y por nosotros, tus fieles seguidores! Adiós blog los jueves :´(
Un abrazo gigante y yo creo que ya tengo bien ganado mi chocobreak!
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Tienes mucha razón. Creo que lo de la vulnerabilidad es otra razón por la que las personas no expresan cariño. Me alegra mucho que hayas hablado con tu tía. Y sí, la otra semana empiezo clases, y súmale que voy a dictar en dos universidades, entonces «pior», jajajaja. Espero poder mantener el ritmo, aunque no niego que a veces es difícil. Ya veremos.
Un abrazo para ti. Ya voy a comprar la bolsa de chocobreak para todos 😀
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Hello Omar, 🙂
Lastimosamente este mundo (trabajo, estudio, rutina) nos absorbe de una manera total, dejando a un lado los amigos, familia, allegados, etc. Nos hemos convertido en «personas» que solamente nos preocupamos por nuestro diario vivir, por nuestro bienestar propio. Que mal!
Muy bonita reflexión Omar, así que me pondré en la tarea de llamar a esos amigos y familiares… que hace mucho no se de ellos.
Gracias por escribir, un abrazo.
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Qué bueno saber eso, Jones. Con que una persona lo empiece hacer ya me doy por bien servido. Muchas gracias por decirlo.
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Hola Omar, buen día. Gracias por esta importante y muy cierta reflexión. La otra cosa triste y preocupante del asunto es que hoy en día la gente, la mayoría que conozco, prefiere «hablar» por wpp u otra aplicación, y al final son «conversaciones» banales, triviales y vacías; es que a eso no se le puede llamar interacción, ya que la interacción comunicativa es un fenómeno de orden social bidireccional que por principio se da en «un aquí y ahora», no dos horas después, como suele ocurrir en wpp, al no ser que uno sea un adicto que se la pase pegado al cel. hasta conduciendo, lo cual ademas de peligroso me parece patético y absurdo. Pero volviendo al tema, muy cierto lo mencionado en esta reciente entrada y bueno ponerlo en practica, porque de nada sirve llorar y hablarle a un cajón.
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¡Hola! Buenos días para ti. Sí, los celulares también nos absorben de una manera bárbara y se nos olvida interactuar con los que tenemos alrededor. Aunque, con lo de los servicios de mensajería como Whatsapp sí puedo diferir un poquito: aunque sea cada dos horas, así uno mantiene contacto con la otra persona que por otro lado puede que no tendría. Otra cosa es que lo reemplacemos completamente, eso sí está mal. Gracias por comentar 🙂
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Estoy de acuerdo en todo lo que escribiste, muchas gracias; en verdad hoy dia el mundo nos absorbe, llegando al límite de la soledad y partimos o parten de este mundo y nunca quedo tiempo de decirles cuantos los amamos o cuanto nos hicieron felices.
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Nos pasa de todo: nosotros mismos nos aislamos, o dejamos que se aíslen personas que nos necesitan. Hay que tratar de fortalecer las relaciones, un poquito todos los días. ¡Gracias por comentar!
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Desde hace varios días vengo meditando, en la necesidad que tenemos de expresar nuestras emociones, no guardarnos nuestros sentimientos, pero es duro.
En un mundo en el cual, hemos hecho concesiones y excepciones con las personas equivocadas, nos hemos blindado tanto contra el dolor, que a veces parece, que la coraza se fusionó con la piel.
Saludos Omar, fiel seguidora de tu blog!
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Es cierto que la vida cada vez nos va endureciendo, nos hace prevenidos (por eso la imagen que compartí, la del corazón cada vez más chiquito). El reto está en no dejarse vencer por eso, tratar de vivir siempre. Al final, si nos cerramos, los perjudicados somos nosotros. Muchas gracias por comentar siempre 🙂
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mi día favorito es el jueves, por que me gusta mucho tu blog y por que hay karaoke jajajaja es el dia que me veo con mis amigas y si algunas no tienen tiempo ni para ellas es triste viven para trabajar no trabajan para vivir pero eso ya lo decías en otro marmotazo y si hay q decir lo q se siente de corazón «creo que siento atraccion textual», espero mi choco break, me voy a cantar jajajaja
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Jajajaja. Muchas gracias por leer, por comentar y por cantar. Te quedo debiendo el chocobreak 😀
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