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Cartel de la película / Tomada de Proimágenes Colombia

Cartel de la película / Tomada de Proimágenes Colombia

 

 

Las postales que nos deja Cartagena son increíbles: luces, magia y tradición entre las calles de la ciudad histórica; lujo y confort en las playas de Bocagrande. La ‘Heróica’ es sin duda el destino turístico del país por antonomasia. Pero ‘El Piedra’, la más reciente película de Rafael Martínez Moreno, se desarrolla en la otra cara de la capital de Bolívar, la ignorada y miserable, forjada entre la pobreza con un componente esencial: el boxeo.

Reynaldo Salgado, popularmente apodado ‘El piedra’, es un viejo boxeador más acostumbrado a perder que a ganar. Sin esposa ni hijos, Salgado se gana la vida como puede y de vez en cuando sube al ring a encajar los golpes de sus oponentes para recibir algo de dinero. Así transcurre su vida hasta que un día frente a su casa aparece Breyder, un niño que afirma ser su hijo.

La vida de ‘El Piedra’ Salgado cambia radicalmente, y en medio de la pobreza empieza a reconocerse por primera vez como padre, esto implica mucho más que el compromiso económico, significa asumir el rol de ejemplo para Breyder, quien inevitablemente está expuesto a factores como el delito y las drogas.

En ese contexto se desarrolla la película, un entorno adverso donde poco a poco germina el amor; sin embargo, fuera de las conmovedoras escenas que nos deja la producción, existe en Cartagena un escenario social preocupante que muchas veces se ha reseñado antes, pero que por ahora prevalece.

 

El valiente ayer vs el inhumano hoy

 

Las crónicas del escritor y periodista Juan Gossaín en este diario tienen como escenario recurrente a Cartagena, en una publicación del 17 de octubre del año pasado llamada Cartagena construye una muralla contra el hambre’, el periodista habla de por qué se bautizó a esta ciudad como ‘La Heróica’.

El hambre la acorralaba 1815, a las afueras de la muralla el general Pablo Morillo había establecido el bloqueo de cualquier entrada de alimento para presionar su reconquista; sin embargo, los cerca de 18.000 habitantes que por ese entonces tenía la ciudad se negaron a rendirse y cuatro meses después cuando finalizó el asedio, quedaban aproximadamente 9.000 personas, prefirieron morirse de hambre antes de ceder nuevamente al dominio español.

Cuando Bolívar se enteró de lo sucedido, decidió llamarla ‘La Ciudad Heróica’. Afirma acertadamente Gossaín más adelante que hoy Cartagena no se muere de hambre por un acto de valentía, sino por la inhumana pobreza y los ladrones de cuello blanco.  La inhumana pobreza que viven día a día personas como Reynaldo ‘El Piedra’ Salgado, rebuscando aquí y allá lo necesario para mantenerse con vida.

 

Contra las cuerdas

 

Las cifras se encajan como una combinación mortal de golpes.

-El jab: Según el informe mundial de pobreza extrema del Banco Mundial en 2018, el 1% de la población en Colombia ostenta el 20% de los ingresos. ¿Qué consecuencias tiene esto para el país? En definitiva no es la alegría de tener más compatriotas emprendedores, sino la ampliación de la brecha de desigualdad que recrudece la situación en ciudades como Cartagena, en especial cuando las grandes inversiones no se traducen en beneficio para los estratos más bajos.

-El cross: La investigación liderada por Jhorland Ayala y Adolfo Meisel titulada ‘Cartagena libre de pobreza extrema en 2033’ ubica a ‘La Heróica’ como la segunda ciudad de Colombia con mayor exclusión social, un panorama totalmente incoherente si se contrasta con los miles de nacionales y extranjeros que cada año visitan la capital de Bolívar.

 El Uppercut:  En Cartagena, cerca de 270.000 personas viven con 8 mil pesos diarios y 46.000 lo hacen con 3.800 pesos. Usted, que está leyendo esto ahora mismo ¿cuánto dinero gasta al mes o quincenalmente en un mercado?, y si divide esa cifra por día seguramente es más del triple de lo que ganan esos cartageneros para sobrevivir todos los días.

La combinación es mortal, pero si de milagro todavía logra sostenerse en pie o el árbitro le dio el aval de continuar la pelea y le limpió los guantes, quedan varias cifras más para explicar por qué Cartagena está contra las cuerdas.

Por ejemplo, el 65% de las instituciones educativas oficiales de la ciudad se ubican en los rangos más bajos de calidad a nivel nacional, así lo muestra el informe de Meisel y Ayala citado anteriormente. Esa cifra, y otro par que tienen los más recientes informes de la situación en la capital de Bolívar, están directamente relacionados con la crisis de gobernabilidad que atraviesa la región. 7 de los últimos 8 alcaldes han sido investigados o tienen procesos judiciales activos en su contra, y la última persona en completar el periodo normal de alcalde fue electa en 2008.

 

Fuera del ring también se lucha

 

Una de las mejores escenas de ‘El Piedra’ reune a Reynaldo y su hijo Breyder en un punto de la periferia de la ciudad desde donde se observa a lo lejos la zona industrial y hotelera. Reynaldo afirma que allí están los ricos, mientras que de este lado están ‘los negros, los malucos y los jodidos’, y responde Breyder ‘los de aquí somos más’,  finalmente afirma Reynaldo: ‘pero somos invisibles’.

Sí, lamentablemente lo son, el 75% de la población en condición de miseria de Cartagena vive en zonas de riesgo, es decir aquellos lugares que no se muestran en la Cumbre de las Américas, ni en el Reinado Nacional de Belleza ni mucho menos en las fotos de Instagram. Son invisibles, pero deportes como el boxeo le han dado la oportunidad a grandes personajes de protagonizar episodios de gloria para nuestro país.

Es el caso de Rodrigo ‘Rocky’ Valdez, nacido en ‘La Heróica’ y campeón mundial de boxeo en 1974 tras vencer en el séptimo asalto al estadounidense Bennie Briscoe. Pero desafortunadamente historias como la del ‘Rocky’ no son suficientes para mantener vivo el boxeo en una ciudad como Cartagena.

Afirma el diario El Universal tras consultar a varios expertos en boxeo de la ciudad, que hoy este deporte atraviesa quizá su peor crisis, falta de apoyo, de dirigentes y de buenas peleas han mandado a la lona buena parte de la tradición boxística. Es decir que la corrupción y la creciente desigualdad terminaron por permear una de las salidas a la pobreza y la exclusión que allí se vive.

 

¿Habrá knockout?

 

‘Para un boxeador, cuando acaba su carrera el golpe más fuerte es el olvido’, le dice uno de los mandamás a Reynaldo, que vislumbra el final de su carrera y la incertidumbre del futuro.

Olvidar que existen esta serie de problemáticas es propinarle un violento golpe al progreso del país. Por ahora Cartagena lucha contra viento y marea para conciliar sus dos caras, la hermosa, moderna y turística con la excluida y muchas veces abandonada.

Desde el fortín de la cultura cinematográfica del país, producciones como ‘El Piedra’ ayudan a visibilizar lo que muchas veces se dice y se denuncia, pero que de igual manera se ignora. Lo más valioso es brindar un rostro a esa serie de problemáticas, en la película podemos ver a Reynaldo el perdedor, pero también el padre, el amante y el rebuscador, un hombre como muchos que desde su realidad trata de knockear las adversidades.

 

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