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Uno de los retos más difíciles en el ciclismo no es del todo imposible. Existe una clave para tener buenos resultados en ambas pruebas. Tom Dumoulin la aplicó y por ello su 2018 fue impecable.
Tom Dumoulin, subcampeón del Giro d’Italia y Tour de Francia.
Foto: AFP.
A lo largo de la historia del ciclismo ha habido grandes desafíos, destinados para ciclistas del máximo nivel y que pocas veces han tenido un final exitoso. En las grandes vueltas existen retos específicos para los pedalistas más importantes y el más relevante, en cuanto a aspiraciones de clasificación general, es el doblete Giro-Tour. En el calendario actual, la carrera italiana se disputa antes que la francesa, por ello aquel ciclista que se atreva a luchar por el título de las dos competencia deberá dosificar sus fuerzas pues el Giro, al ser una carrera tan exigente por las altitudes y amplias porciones montañosas, deja un desgaste importante que limita las fuerzas en el Tour.
Destacados corredores como Eddy Merckx, Miguel Induráin y Marco Pantani han logrado esta hazaña. Desde la gesta de Pantani en 1998 no se ha vuelto a ver un triunfo de un mismo pedalista en ambas carreras en un mismo año. Claramente muchos lo han intentado, Alberto Contador, Nairo Quintana y Vincenzo Nibali han sido algunos de los que no han podido con este reto. Para el 2018 Tom Dumoulin intentó ganar ambas carreras y a pesar de no haberlo logrado, obtuvo un satisfactorio subcampeonato en las dos pruebas, siendo el deportista del último tiempo que más cerca ha estado de lograr el doblete. El rendimiento del holandés fue brillante y su éxito radica en el peso que tuvo en las carreras.
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Potencia y peso
Antes de explicar este fenómeno, hay que tener unos conceptos claros: Potencia y peso. La potencia es la fuerza que emplea el ciclista, cuya representación es en watts. El peso es la fuerza gravitatoria que actúa sobre un objeto. Estos dos conceptos tienen una fuerte conexión en el ciclismo, esta se llama relación peso-potencia, la cual se expresa en vatios por kilo. Ahora bien, un pedalista deberá mover 5,5 vatios por kilo para tener un buen rendimiento durante las tres semanas de competencia que exige una gran vuelta. Alguien que pesa 70 kilos podrá ir a una velocidad adecuada moviendo una menor cantidad de vatios que alguien que pesa 85 kilos, pues este necesitará mover más vatios para ir a la misma velocidad del deportista que pesa 70, algo que genera un mayor desgaste y esfuerzo.
Dada esa situación Dumoulin se presentó al Giro d’Italia pesando 70,2 kilos y durante la carrera italiana decidió subir ese peso, por lo que cuando finalizó la competencia, Tom pesaba 71,1 kilos, es decir, subió 900 gramos. Durante el tiempo de descanso, se dedicó a bajar de peso hasta llegar a los 68,7 kilos con el fin de que tuviera que hacer un menor esfuerzo que en el Giro para ir a las mismas velocidades y mover la misma cantidad de vatios, teniendo un desgaste de menor tamaño. En el Tour de Francia fue uno de los grandes animadores y culminó en la segunda plaza demostrando que es posible ser protagonista de estas dos competencias en el mismo año.
En conclusión, el peso es el factor que puede darle éxito al doblete Giro-Tour. Hay que bajar unos kilos para tener un menor desgaste en el Tour. Claramente esto no es sencillo, pues hay que llevar una alimentación adecuada, principalmente baja en grasas como lo hizo el corredor del Sunweb. Con una buena orientación se podrá dar una preparación adecuada y correcta que seguramente llevará a algún corredor a volver a lograr este histórico doblete.
@amatiz12
