La carrera 2.1 desarrollada en territorio antioqueño cumplió con las expectativas, fue el escenario que ratificó el potencial del ciclismo en el país y mostró por qué ésta es una competencia distinta a las demás.

Foto: AFP/Joaquín Sarmiento (2019) – Julian Alaphilippe se impone por delante de López y Carapaz en la quinta etapa.

La segunda edición del Tour Colombia 2.1 finalizó el día de ayer bajo un marco espectacular en el Alto de las Palmas, con ataques constantes, caídas, sufrimiento y pasión, fueron los ingredientes que compusieron una gran exhibición de ciclismo. Los 6 días de competencia mostraron la dureza de los recorridos que nuestro país puede ofrecer, por las porciones montañosas y la altura, que hicieron sufrir a varios corredores y que asimismo crearon el factor sorpresa en cada etapa. Con el transcurrir de los kilómetros y los días, se fueron dando detalles que marcaron la diferencia en este Tour Colombia y que moldearon el sello de originalidad de este evento.

El trabajo de jefes de filas para sus gregarios   

Este fue el primer gran detalle de la carrera, muchos dirán que esto lo hicieron porque apenas estamos en el inicio de temporada, porque la carrera no es el mayor objetivo de los grandes líderes y en parte tienen razón, pero hay veces en el que el ego del deportista es tan alto, que no les brinda la oportunidad a sus compañeros de tener su propio protagonismo. Por ese motivo, este aspecto es importante resaltarlo, ya que muestra la humildad de los ciclistas y que la principal meta es pedalear en pro del beneficio colectivo.

Muchos pedalistas protagonizaron esto, como Chris Froome que al no tener opciones de ganar, trabajó para Iván Sosa en la última etapa; este corredor de Pasca no solo recibió la ayuda del británico, también la de su otro líder Egan Bernal, que en varias oportunidades tuvo la opción de pelear por el título de la carrera, por ejemplo cuando respondía a los ataques de López y Quintana o cuando Sosa tuvo la caída y en lugar de haberse marchado junto con Miguel Ángel, decidió esperarlo y ofrecerle una referencia para recuperar el terreno perdido. Además de ellos dos, Rigoberto Urán realizó una gran labor para Daniel Felipe Martínez, o hablar de Bob Jungels que fue generoso, lanzando los embalajes de Álvaro Hodeg y Julian Alaphilippe, cuando en su conjunto había otros corredores como Richeze y Peter Vakoc para ejecutar ese trabajo.

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Las etapas se salieron del libreto

Cada fracción trajo su sorpresa y marchaba haciendo caso omiso a lo que está escrito en el diario del ciclismo. Este caso fue puntualmente en llamadas etapas de transición, que por su recorrido llano invitaba a que unos aventureros poco peligrosos en la general buscaran la fuga, trabajaran para ganar los premios de montaña y sprints y luego ser atrapados por el pelotón. Sin embargo, la ambición de los favoritos creó el nerviosismo en cada etapa, Oscar Sevilla, Julian Alaphilippe y Miguel Ángel López fueron los que se atrevieron a desgastar y poner un punto de tensión para los demás candidatos. Estas fugas obligaron a que aumentara el ritmo en el paquete principal y eso causó que los embalajes en final plano se dieran con un grupo reducido, algo que es raro de encontrar en una gran vuelta. Y si quieren otro argumento más sobre este punto, la fuga de “Supermán” López en la cuarta etapa le sirvió mucho para sumar bonificaciones y ganar la carrera.

Mostró al relevo generacional del ciclismo nacional     

Si hay algo que dejó esta competencia fue el gran nivel que han adquirido las nuevas promesas del ciclismo colombiano, no sólo los escaladores, también los embaladores empiezan a ser más protagonistas. Egan Bernal y Álvaro Hodeg, que ya han tenido un roce importante en la categoría World Tour ratificaron su potencial, el primero atacando en los terrenos montañosos, peleando por las bonificaciones en los sprints intermedios y también cuando las llegadas fueron reducidas, el otro se llevó una victoria de etapa, fue líder de la carrera y demuestra que es la otra ficha de los embalajes para su equipo (ojalá este año vaya a su primera gran vuelta).

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Asimismo, la labor de Juan Sebastián Molano, Daniel Martínez e Iván Ramiro Sosa fue plausible. Molano tuvo su primera carrera con el UAE Team y respondió perfectamente tras la ausencia de Fernando Gaviria, ganó una etapa y fue protagonista en los otros embalajes, igualmente dio a conocer otra fortaleza, se defiende en los remates con cierta inclinación y eso le abre la opción de ganar más etapas en las otras competencias. Martínez fue espectacular, estuvo activo en las fugas, tiene potencial como escalador y si va por ese camino, es un ciclista a vigilar, va creciendo, adquiriendo experiencia y tomando el relevo de Rigoberto Urán, se defiende bien en la crono y este año puede dar una sorpresa. Sosa respondió con creces a su primera carrera con el Sky, es agresivo, en la etapa del sábado demostró que baja bien, también dejó claro que entrega hasta la última gota por ser protagonista, es un diamante que el conjunto británico empezará a pulir porque le entregará muchos triunfos y alegrías al país.

Alejandro Matiz

@amatiz12