El elenco capitalino ha mostrado una mejoría futbolística a través de una idea más moldeada, lo que hace falta son resultados.
Independiente Santa Fe se fue con un sabor amargo tras acumular su cuarta caída en Liga y extender su racha negativa a lo largo de la temporada. Sin embargo, el panorama no es tan oscuro puesto que el equipo ha venido encontrando un guía que le está recuperando la brújula en cuanto a juego, ese es Harold Rivera quien en menos de dos semanas ha logrado un cambio notorio y está poniendo a jugar bien a la escuadra por primera vez en todo el año.
Rivera ha encontrado un modelo de 4-2-3-1 en el que ha potenciado la labor por las bandas donde con Fabio Burbano y Maicol Balanta logra generar amplitud, profundidad y acompañamiento para el volante creativo y al delantero. Con la llegada del orientador tolimense, Santa Fe ha implementado otros conceptos como el de la presión y velocidad, además de que el inicio de este nuevo ciclo ha oxigenado a la plantilla y ha producido más disposición. Si bien es cierto, todavía hay algunos detalles que hay que pulir en defensa, pero el conjunto bogotano está encontrando un eje.
A diferencia de lo que se veía con Patricio Camps, con quien el equipo era defensivo, Rivera ha sabido aprovechar de mejor forma las herramientas ofensivas y distribuirlas adecuadamente para ir construyendo un equilibrio donde no haya alguna descompensación en ninguna de las zonas del campo, es decir, hay compromiso de los extremos para retroceder, de los laterales para proyectarse y colaborar en ataque y de los dos volantes de recuperación para ser agresivos en recuperación y ser fuente de apoyo para la salida con los centrales. En fin, varias virtudes que se van identificando en este modelo.
El gran problema es que la situación que vive el equipo es muy complicada y el plazo para reponerla es corto y si hay algo claro es que Harold Rivera no tuvo el mismo tiempo de Camps para desarrollar una idea y le tocó recibir a una plantilla hundida emocional y futbolísticamente, por lo que su trabajo en este escaso tiempo tiene un gran valor, aunque todavía no se den los resultados. En cualquier deporte la constancia de un ejercicio es determinante para cosechar buenas gestas y si eso se mantiene en este nuevo proyecto tengan la certeza de que el “Cardenal” va a salir de esta circunstancia incómoda, lo único es pedirle un poco de paciencia a la hinchada porque poco a poco las cosas van a salir y la tormenta va a cesar.
Alejandro Matiz