A pocas fechas de culminar la fase ‘todos contra todos’ de la Liga Águila, explicamos el por qué es más benéfico y justo el sistema de los cuadrangulares, en lugar de una fase de eliminación directa.

 

Foto: AFP (2019) – Nacional es uno de los equipos clasificados a la instancia final del certamen.

La organización de la liga de primera división en Colombia siempre ha traído debates, en especial la forma en qué se diseñan los juegos finales, puesto que se ha experimentado con los cuadrangulares y también con duelos directos (cuartos de final, semifinal y final) y las perspectivas han sido divididas en cuánto a cuál sistema puede ser mejor para los equipos. Cada sistema tiene sus ventajas, pero los cuadrangulares son mucho más justos y selectivos, ya que premian la regularidad de un equipo y le permiten enfrentarse a más rivales para ponerlo a prueba y ratificar que está en las condiciones de obtener el título.

A día de hoy, Atlético Nacional es líder del campeonato y acumula una campaña positiva en cuanto a resultados, supongamos que en un caso hipotético donde se manejara la eliminación directa se enfrenta a Millonarios, que ha decaído en las últimas jornadas. En el partido de ida, Nacional tiene una mala noche y cae 3-0, un resultado que si bien es cierto no es imposible de remontar deja muy reducidas las opciones del que clasificó como primero, y en ese caso hipotético el cuadro “Verdolaga” hace un gran trabajo en la vuelta, pero no le alcanza y queda eliminado, tirando a la basura una excelente campaña de 20 fechas, por culpa de un mal partido. Ahora, suponiendo que está el sistema de cuadrangulares esa derrota restaría 3 puntos importantes, pero no te deja eliminado, tienes otras 5 fechas para remontar, ya si en los otros partidos el onceno no rinde, está claro que se le acabó el combustible y que en cualquiera de los dos sistemas va a quedar eliminado.

Con todo ese ejemplo, quiero llegar al punto de que en los cuadrangulares existe un margen más amplio de equivocarse, no es grande, pero hay que entender que en el fútbol la derrota llega en cualquier momento, y ese puede ser en una instancia definitiva. El otro aspecto es que este sistema se convierte el escenario donde la constancia y regularidad toman más influencia, ya que para clasificar se requieren en promedio 4 o 5 triunfos de 6 posibles, mientras que en cuartos o semis una victoria holgada es suficiente para avanzar. Esto también hace que la selección del finalista sea más específica, puesto que el elenco se enfrenta a 3 contrincantes de diferentes niveles, ósea, que hayan quedado en la parte alta o baja de los 8 primeros y eliminado el enfrentamiento de los 2 primeros, en cambio en la eliminación directa es evita el cruce de los 4 primeros algo que baja en cierto modo el nivel.

La única crítica a los cuadrangulares es que se debe implementar nuevamente el punto invisible ya que debe haber algún beneficio para quien acaba primero o segundo y así que exista una lucha más intensa por apoderarse de dichas casillas. En conclusión, el premio a la regularidad, la selección más detallada de quien llegue a la final y de que sea un sistema que no castigue severamente una derrota abultada hace a los cuadrangulares más justos y selectivos que la misma eliminación directa.

Alejandro Matiz

@amatiz12