Foto tomada del Huffington Post. NYC Girls Project
Hace unos días el alcalde la
ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, lanzó una campaña para combatir los
problemas de autoestima en niñas entre los 6 y los 12 años
Con el título
de «Soy una niña»
(I am a girl) la campaña que durara 4 semanas y luego lanzara
un proyecto piloto, busca tratar de disminuir el número
de niñas que sufren de desórdenes alimenticios, alcoholismo, y
obesidad, y detener la práctica temprana de actividades sexuales que
desembocan en embarazos adolescentes.
Sabemos que
estos problemas están relacionados a la percepción negativa que las niñas
tienen de sus cuerpos desde que son pequeñas. Según reportes de la
ciudad, en Nueva York, al llegar a los 10 años muchas pequeñas dicen tener
miedo a ser gordas, y cuando entran en la adolescencia afirman estar
insatisfechas con una o más partes de su cuerpo. El 60% dice que se
compara con las modelos de las propagandas y las revistas y 48% de ellas dicen que
quisieran ser tan delgadas como ellas.
Por eso, la
campaña busca precisamente enseñarles a las mujeres del mañana que son valiosas
por lo que son, por su carácter,
habilidades y atributos. No por su apariencia. Los videos y afiches destacan
niñas que cuentan que son fuertes,
curiosas, inteligentes y aventureras. Adolescentes que se califican de
creativas, amorosas y astutas.
Me llamó
mucho la atención. Esto sucede en Nueva York, donde
la apariencia es casi que inherente a la ciudad. Donde se respira
moda, belleza, y los cuerpos delgados se destacan en todas
partes. La tarea es titánica.
Y entonces
pensé en Colombia. Nuestro país, reconocido a nivel internacional por nuestras
bellas mujeres, también se ha convertido en el referente de las cirugías
plásticas, el botox y la moda, esencialmente
por el valor que se le da a la apariencia. El cómo te ves es un referente central para jóvenes y adultas.
Es casi que una marca de identidad que tiene, como vemos, doble filo.
Si tenemos
en cuenta que nuestro país ocupa el primer lugar en
Suramérica en consumo temprano de alcohol, que según la
ONU, una de cada cinco embarazadas es adolescente, y que uno de cada seis niños es obeso, entonces no es difícil compararnos
con la gran manzana. Nuestras niñas son bombardeadas por todas partes con este
tipo de mensajes sobre el valor de la apariencia. A pesar de tener importantes
mujeres que han lograd éxitos en política, ciencia, el periodismo y otras áreas, pienso
que la apariencia sigue predominante en la escala de valores de las mujeres.
Sigue siendo aún más fácil atacar
estos problemas desde la perspectiva de la salud. No creo que una campaña como la de Bloomberg en Colombia tenga el eco necesario para mirar con esta
lupa el tema de la apariencia en nuestras ciudades. No pierdo la esperanza, porque
creo que es hora de aceptar que esto de la belleza externa
se nos ha ido un poco más allá de lo saludable. Ustedes qué opinan?
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