Reciba un cordial saludo. Con todo respeto le escribo desde esta plataforma, que para nada es una «alcantarilla» o una «cloaca», como muy jocosamente y con mucha razón, usted se refiere a algunos espacios en Internet.
Soy un fervoroso oyente de «El Pulso del Fútbol», hasta el punto de haber creado un grupo en Facebook que ya supera los 1.000 miembros. Trato de conectarme al programa sin falta, pero generalmente a la 1:06Pm estoy almorzando con mi familia y mi esposa me dice que por aquello de compartir y por educación, no debería oír radio en la mesa. Creo que tiene razón, así que deposito mi confianza en descargar el podcast de la página web de Caracol, pero al parecer alguien que no está cumpliendo bien su trabajo en dicha cadena, no actualiza el audio o lo hace demasiado tarde (o incluso a veces ni lo hace).
El asunto es que creo que la combinación que hace con Hernán Peláez es sencillamente arrolladora e irremplazable. Entiendo y me gusta además su tono vertical y divertido, y sus puntos de vista radicales que establecen controversia, y genera conexión con el oyente ya sea para estar de acuerdo o en desacuerdo con usted.
Sin embargo, algo me ha venido molestando recientemente (y por favor no me vaya a decir que cambie de frecuencia). Resulta que se ha vuelto recurrente para usted tratar de manera despectiva a Casale, Maroco y Martín, por el simple hecho de que alguna vez fueron Disc Jockeys.
¿Hay algo de malo en ello? ¿los descalifica por hablar de fútbol o por qué quizás estén en un proceso de aprendizaje? Es comprensible que alguna gente tenga una mala impresión de los locutores musicales, pues algunos de ellos llevan muchos años presentando las mismas canciones con las mismas frases y apelando a ese infaltable tono de recreacionista que empalaga.
Pero, ¿Qué pasa con los que hemos querido contar historias diferentes, aprender de otros temas y descubrir nuevos lenguajes radiales? De hecho, muchos comentaristas deportivos y periodistas de actualidad empezaron su carrera en los micrófonos presentado música como por ejemplo Wbeimar Muñoz o Julio Sánchez.
Así que le sugiero, respetuosamente, controvertir a los mencionados «nuevos comentaristas deportivos» más por sus virtudes o falencias, que por su pasado en la radio musical.
Atentamente,
SANTIAGO RÍOS
Paréntesis: Y hablando de Disc Jockeys no puedo dejar de mencionar la magnífica conducción de los recientes premios grammy, por parte de Alejandro Marín. Alejandro no solo supo traducir con fluidez los parlamentos del show, sino que también entregó información valiosa y se atrevió a hacer pequeños editoriales sobre lo que veía. Escasas fueron sus caídas, las cuales sorteó con gran naturalidad y soltura. Gran acierto de City TV el haberlo contratado. Ha sido sin duda la mejor emisión de los grammy hecha en Colombia. Alejandro es de los pocos profesionales en el país que le apuesta al subestimado y poco practicado periodismo musical.
Y entretanto.. ¿Qué se estaría preguntando María Isabel cuando escribió tan injustificada, polarizada y forzada columna en la que pedía a los colombianos decidirnos por Juanes o Shakira? Lo más absurdo fue su defensa de Juanes. Si usted cambia los nombres el su columna se encontrará que el 80% de los argumentos son acomodables para los dos (para bien o para mal). Esas barbaridades son típicas de uno que otro periodista político erudito, que se cree el cuento de que también sabe hablar de música y músicos.
Para recibir este blog es su correo electrónico suscríbase aquí
Hola John… lo de Alejandro fue, por lo que se, simplemente ganas de cambiar. Juan Kiss sigue en La W Medellín. Lo de RCN no estoy seguro. Gracia spor leer y comentar. SANTIAGO
Califica:
Si el fútbol, no requiriera un determinado conocimiento, la remuneración de cualquier entrenador, al igual que la de críticos avalados, sería un acto doloso y cualquier ciudadano del común está facultado para iniciar una acción legal con plena identificación del sindicado; En ese entorno del «periodismo» deportivo, se escuchan tal sinnúmero de despropósitos el reiterado ultraje al idioma y el «cepillo» ventiado por parte de los silvestres para con los yá consagrados. Iván Mejía y Carlos A. Vélez, por citar sólo dos de los que saben, e independientemente de sin nos caen gordos o nó, tienen todo el derecho de agraviar a tanto advenedizo que, con la mas pasmosa tranquilidad se dispara en tanta hibridad, como conceptos expone y esto realmente si es ofensivo; Cuando Vélez comenta un partido, es un coadyuvante para entenderlo, pero cuando lo hace un neófito, esa vaina si le saca la piedra a cualquiera; Respeto por y asia el conocimiento.
Califica:
De acuerdo con drimba. El problema no es que ellos quieran hacer sus programas deportivos. El problema es que con estos personajes nos quieren imponer un estilo donde prima la informalidad y la chanza sobre el conocimiento y el anàlisis en las transmisiones de los partidos y en los programas de controversia. Por mi que sigan haciendo su rock and gol y el alargue para el pùblico juvenil, pero no quiera Caracol Radio que por la fuerza los que queremos oir hablar de fùtbol a gente con criterio tengamos que aceptarlos como el reemplazo de gente de mucho conocimiento y experiencia como Pelaez, Mejìa, Wbeimar, Edgar Perea, etc. Si se trata de abrirle campo a gente joven hay muchos pero muchos profesionales nuevos que con toda seguridad harìan un mejor programa SERIO de fùtbol que estos personajes. Vean nada màs por ejemplo los programas deportivos de Telmex, conducidos por muchachos nuevos pero bien fundamentados. O como dice drimba, ahi en Caracol està Rueda o Mosquera D’Perea por solo citar dos. En resumen, lo que me molesta de estos tipos es que son como vedettes, algo asì como las presentadoras de faràndula de los noticieros, que no saben nada pero estàn ahì porque tienen buen registro o buen nombre o buena fama.
Califica:
Comparto su apreciación sobre el señor Marín, incluso llegaron en las horas de la noche a realizar un programa sobre música con intervención de Diego y otro señor que se identificaba con el alías de Kiss, recuerdo el especial sobre guitarristas, lamentablemente desaparecieron de la W y en su reemplazo hay un programa que particularmente no es de mi interés. Pero en la medida de lo posible repondame, es cierto que ellos fueron contratados por la FM para hacer un programa nocturno por ese mismo corte? por supuesto estarían en RCN por mas billete? o hubo indelizadezas de parte de las directivas de Caracol radio?
Califica:
El problema no es que estos tres personajes traten de hacer algo diferente, eso esta bien, de hecho tienen su programa «el alargue» en el cual tratan asuntos de futbol desde una perspectiva de hinchas o el rockandgol que es un programa enfocado a los jovenes, los programas tienen su publico, y como diria Ivan, «si no les gusta pues no lo escuchen». El problema es que esta gente ya se metio a hacer las transmisiones deportivas cuyo publico es una audiencia que sabe de futbol y espera una informacion seria y que venga de alguien que tenga experiencia en el asunto. Gracias a esas decisiones de Caracol de colocar a sus «animadores estrella» a transmitir partidos yo ya no volvi a llevar mi radio al estadio. POR FAVOR QUE LOS SAQUEN! QUEREMOS A GENTE PROFESIONAL COMO DIEGO RUEDA O COMO CHEMAS ESCANDON EN LAS TRANSMISIONES! ELLOS SI SE LO MERECEN!
Califica:
De los tres el menos malo y y que para mi gusto está haciendo un proceso serio es Maroco, los otros dos si con todo el respeto pero son una mofa a los periodistas, a los comunicadores y a las audiencias. Casale hoy está de moda, es como el último mohicano, no existe nadie como Casale en la radio y realmente escucharlo hablar es patético además por su desmedido fanatismo a Millonarios. Ortiz Alvear era furibundo y declarado hincha azul, pero es que Casale habla como hincha y de paso deja a un lado su formación académica mostrándose tan básico y primario que da es verguenza. Lo de Martín de Francisco es muy sencillo, él solito se encargó de vendernos una imagen de un mamagallista eximio en la época de su programa la Tele y hoy es como Papuchis, no genera credibilidad por más canas y por más seriedad que le quiera meter al asunto. Cada cual recoge lo que siembra.
Califica: