Por PanzaVidela
Faltan 8 días para el comienzo del nuevo semestre futbolero. Nos tocó, como dice el dicho, «bailar con la más fea»: Atlético Nacional. Aunque, como todos lo sabemos, es justamente ante rivales de respeto que los nuestros siempre hacen sus mejores presentaciones. Así que, como lo dijera nuestro flamante presidente: «cero nervios».
Hablando de JC López, lo escuché esta semana dando unas declaraciones desafiantes, justamente debido a las críticas que por estos días, y desde aquel partido contra el América en Cali, han arreciado en su contra. A eso, sumémosle que no le ha ayudado el entorno dirigencial del fútbol colombiano. Donde sus colegas de Nacional y de Santa Fe presentaron carta de renuncia aduciendo razones que en otros equipos parece tuvieran importancia. Tanto Marulanda como Farfán la pintaron clara: «nos vamos porque no cumplimos con los objetivos. En nuestros clubes las aspiraciones son las más altas y cuando no se logran los resultados debemos marcharnos.» Por los lados nuestros, silencio sepulcral.
Para no extendernos en el tema, López ya la dejó clara en sus últimas declaraciones, muy al estilo de algún recordado ex presidente que tuvo nuestro país. Aquel que hiciera famoso el «no renunciaré». Así que, por un semestre más -al menos- seguiremos viviendo los tiempos «del amor en los tiempos de López».
Cambiando de tema y metiéndonos en la parte puramente deportiva, este semestre no pinta tan feo como los anteriores. Ese es mi punto de vista. La lista de jugadores veteranos que venía a «reforzar» la plantilla se redujo y la participación de los juveniles talentosos que vienen de las inferiores está en «crescendo». Eso sí es esperanzador. Aparte de Pedrito Franco, Omar Vázquez y Henríquez, éste será el semestre para un lateral derecho de la cantera (David Pérez o Guadrón), y otros 2 o 3 muchachos que estarán entre Mosquera y Charles Quinto (laterales izquierdos), Cristian Subero -¡promete bastante!-, Yuber Asprilla -¡ojalá!- y, en menor medida, algún delantero entre Cuero y Tello (dos culebritas de mucho porvenir).
Es decir que la nómina tipo en este momento, antes de iniciar el torneo, sería ésta: Obelar, David Pérez, Mera, Franco, Mosquera; Robayo, Esteban Ramírez, Vásquez y Erwin González; Arrechea y Boyero. En la pretemporada se ha visto a Mera haciendo pareja de centrales con Henríquez y a Franco actuando en primera línea de volantes. Aunque, creería yo que, tras la llegada del paraguayo Ramírez, Pedrito Franco sería el central junto a Mera. Personalmente prefiero ver a Franco de central que como volante de primera línea. Pero ya veremos cómo decide alinearlos el Chiqui.
Para terminar con esta entrada, quisiera volver al tema de la violencia. Ya lo sé. La repetición de la repetidera. Pero toca. Millonarios vs Nacional obliga a tratar de lo mismo. Es un juego catalogado como «de alto riesgo». En la entrada anterior varios foristas se solidarizaron con la idea de combatir a diario la violencia. El primer partido del torneo es una gran oportunidad para que entre todos creemos un buen ambiente. Atrás los prejuicios contra los rivales. Atrás el viejo cliché que reza: ‘con esa gente no se puede». Es obvio que las autoridades distritales tienen la obligación de hacer su trabajo para garantizar la paz y el buen desarrollo del partido (antes, durante y después), garantizar que los hinchas que tomen la decisión de asistir al estadio lo puedan hacer sin problemas, pero también es importante empezar a crear esa consciencia según la cual tanto la paz como la violencia la construimos entre todos, desde nuestros comentarios hasta la piedra o la bala que le quitan la vida a otro ser humano.
El juego Millonarios vs Nacional despierta el mayor interés de la fanaticada futbolera. Con el dolor de muchos años de derrotas, un importante sector de la hinchada ondeará -este semestre- la bandera de la «No Asistencia», mientras otros hinchas no pueden despojarse del «amor incondicional por el club de sus amores» y desde el lunes estarán pendientes de comprar su boleta. Ambos grupos hacen pleno uso de su derecho de hacer lo que mejor les parece. La única bandera que sí debemos ondear entre todos es la de la «NO VIOLENCIA». Una y otra vez. Sin descanso.
¡Saludo Albiazul!