Por PanzaVidela
Sobre el partido
Varias conclusiones quedaron luego del segundo clásico que -a diferencia del primero- estuvo vestido de azul.
La primera es la actitud del grupo. Una vez más quedó demostrado que las ganas y la motivación por hacer las cosas bien, sí pueden suplir las limitaciones que puedan existir en otros campos. Ayer vimos un equipo ordenado, presionando en todos los sectores del campo desde el primer minuto de juego, con claridad para abrir la cancha y romper el cerco defensivo que opuso el rival.
Tuvimos la ocasión de ver un gran juego en dos jugadores que vienen haciendo un buen semestre en el medio campo: Ulloque y Luis Mosquera. El primero consolidándose con un futbol práctico, rápido y de respeto por el balón. El segundo aportando sacrificio para multiplicarse en labores de marca y apoyar en el ataque -con sorpresa-, como en las jugadas de gol.
Lo segundo para resaltar es que pareció evidente a los ojos de todos, que el grupo envió un mensaje a su antiguo entrenador. No hay duda que las relaciones ya no eran las mejores y el fútbol y la motivación expresados ayer en el Campín son la prueba que estos mismos jugadores pueden hacer un mejor fútbol que lo expresado en los últimos dos juegos y que cuando se quiere se puede. También hay que reconocer que tanto Barragán como Nilton Bernal estuvieron a la altura en su primer partido como entrenadores y se pudo ver que el grupo comprendió a la perfección la idea de base y mostraron compromiso y respeto hacia sus nuevos entrenadores.
Lo tercero para resaltar es -una vez más- un reconocimiento a este grupo jóven, que jugó con gallardía frente a un rival que le lleva muchos minutos en experiencia y eso también es rescatable. Los más jóvenes estuvieron a la altura de la exigencia, y los de más experiencia como Obelar o Casierra -por dar sólo 2 ejemplos- mostraron aplomo y categoría cuando fueron exigidos. En ese sentido ayer el grupo hizo un gran trabajo en líneas generales y lo más rescatable -a mi modo de ver las cosas- fue ver un equipo unido y a la altura de las exigencias.
Sobre la asamblea
Ayer en el Tiempo se daba como un hecho la renuncia del señor Juan Carlos López a la presidencia de Millonarios, sin embargo sobre la misma hora el Espectador publicaba una noticia que confirmaba todo lo contrario, que López no renunciaba.
Tras la victoria en el clásico, creo que debe quedar claro que la motivación y ganas de los jugadores no deben ser interpretadas por el señor presidente como un mensaje directo hacia él. El mensaje iba dirigido en contra del precedente entrenador (Luis García) y a favor de los nuevos entrenadores (Barragán y Nilton). No puede ser que una victoria, más producto de la motivación y ganas de un grupo de muchachos a los cuales no les pagan, pueda ocultar momentáneamente la pésima gestión (probada y comprobada durante seis años) del Señor presidente. Eso no puede entrar bajo ninguna óptica de discusión o duda. Su renuncia al cargo de presidente debe hacerse lo más pronto posible, así como la salida definitiva de Millonarios. Ojala en la reunión del día de hoy se den los primeros pasos para la reestructuración administrativa de un Millonarios que vive uno de los momentos más dramáticos en su historia, producto de una de las peores administraciones que haya tenido.
¡Saludo Albiazul!