Por PanzaVidela

Toda esta novela tiene un aire irrealista. Pareciera que, de un día para otro, el frío y oscuro túnel en el que se encontraba Millonarios, pudiera cambiar por un presente lleno de vigor y esperanza. Mal haríamos en cortar las alas a ese sueño, que por su dimensión es un poco difícil de creer.

¡Finalmente renunció Juan Carlos López a la presidencia de Millonarios! La Junta Directiva será renovada y, lo más importante, por fin se dará la transformación jurídica del Club a Sociedad Anónima. Además se aprobó la participación del Señor José Roberto Arango -especialista en «dar vida» a empresas al borde del colapso- en el proceso de reestructurar a Millonarios, sacarlo de la quiebra y ponerlo de nuevo en el lugar de privilegio que la historia y su hinchada le exigen. 

El primer paso parece dado. La salida de los hombres que llevaron al Club a la situación más dramática y triste en toda su historia. El segundo paso está sobre la mesa de negociaciones. La llegada de unos grupos inversionistas, quienes -según cuentan las versiones oficiales- serán los encargados de pagar, como primera medida, la totalidad de la deuda (incluidos aquí los tantos jugadores y directores técnicos que aún esperan por su pago). Y como segunda medida, la inyección de capital para armar un equipo competitivo que pelee el título y explote -esta vez en el buen sentido de la palabra- el enorme potencial para hacer dinero que significa la millonaria hinchada embajadora.
 
Este es el «plan de salvamiento» acordado entre los mayores accionistas del Club y el Gobierno Nacional.
Eso era exactamente lo que estábamos pidiendo. Que los «tornillos» cedieran, abrieran la compuerta y dejaran entrar una luz. Esa luz entra con todo su vigor y es la mejor opción -sin lugar a dudas- dentro del presente de la institución. ¿Que sea garantía de éxito y garantía de que de aquí en adelante vamos a ganar todos los campeonatos? Por supuesto que no. Pero, el hecho de sanear y dar vida institucional a una empresa al borde de la muerte es algo demasiado positivo. Es lo mejor que podía haber pasado. Y eso, seguramente, irá ligado a una mejora sustancial en el campo deportivo. Eso es lo que dicen la lógica y el sentido común. ¡Y eso es lo que esperamos todos!

El próximo jueves 22 de abril se realizará una Asamblea Extraordinaria en las instalaciones de Coldeportes, donde se dará a conocer el nombre de los cuatro miembros del nuevo Comité Ejecutivo, así como se hará el nombramiento del señor  Ricardo Lozano como presidente. Es importante aclarar en este punto que tanto los miembros del Comité Ejecutivo (donde estará Juan Carlos López mientras se hace la transición) como el nuevo presidente, estarán en condición de interinos mientras se lleva a cabo el proceso de salvamiento y los nuevos dueños toman las riendas del poder.
 
La recomposición del Comité Ejecutivo es el primer paso para realizar los cambios que se requieren para la transformación de la Corporación Sin Ánimo de Lucro a una Sociedad Anónima democratizada.

En todo este proceso el señor José Roberto Arango -experto en este tipo de situaciones de inmenso riesgo- hará el papel de facilitador entre las partes. Su amplia experiencia y su inigualable hoja de vida y reputación para este tipo de casos concretos, lo hacen la persona más indicada para jugar este papel.
 
La idea principal de todo este proyecto es que será creada una Sociedad Anónima, donde los nuevos inversionistas inyectarán su capital y darán vida a esta nueva empresa -democrática- donde todos los hinchas que lo deseen y tengan los recursos podrán hacer parte de ella. Esta sociedad estará inscrita en la bolsa de valores y estará regida por las condiciones de ley y de vigilancia de los entes respectivos.
 
Como lo dijimos anteriormente, este «plan de salvamiento» es lo acordado entre las diferentes partes que en este momento giran en torno al poder en Millonarios. Así que el próximo 22 de abril se estará dando el primer paso en este camino de reestructuración de nuestra institución. Todas las partes parecen estar de acuerdo e interesadas en que el proceso se lleve a cabo lo más pronto posible.

Para nosotros los hinchas, que tanto hemos sufrido estos últimos años, esta noticia parece una quimera con aires de realidad. La sola idea nos llena de alegría y optimismo, así aquella parte de incredulidad que tenemos todos nos haga decir como Santo Tomás: «hasta no ver, no creer». Y es normal, pues tantas falsas ilusiones hemos presenciado con los actuales dirigentes, que también tenemos derecho a un poco de incredulidad.

De la misma forma, nuestro amor por Millonarios y el sentimiento de compromiso que hemos expresado en los últimos tiempos (cada hincha dentro de su propia convicción y sus propias percepciones) nos lleva a sentir como una victoria esta idea que -¡por fin!- parece convertirse en realidad.
 
Por mi parte, creo en este proyecto, creo en las personas que están trabajando por llevarlo a cabo y creo en la buena voluntad de las partes para sacarlo adelante. Por supuesto que siempre existirá el riesgo de que las cosas no salgan como se tienen planeadas. Pero, en este caso concreto, me parece que -al menos- hay un plan claro y una idea muy precisa de lo que se quiere hacer.

Por ahora, esperemos que el próximo 22 de abril se dé el primer paso como se tiene acordado. Y que los peldaños siguientes se hagan de la manera más rápida, efectiva y positiva posible.
 
Mañana, frente al Envigado, esperemos que el grupo de jugadores muestre la motivación que le genera la sola noticia de saber el cambio institucional que se está gestando. También he escuchado a muchos hinchas que volverán al estadio, por el sólo hecho de mostrar un gesto simbólico a los nefastos dirigentes que no querían soltar los comandos de la nave. Todo esto, desde cualquier óptica, ya es positivo.

¡Saludo Albiazul!