Por PanzaVidela

Luego del empate 1-1 el domingo anterior frente al difícil equipo de la Equidad en el Campín, Millonarios venció en la tarde de ayer -por Copa Postobón- a Academia, 4-2.

En el juego del domingo pasado fue importante ver de nuevo en el campo de juego a Rafa Robayo, quien venía de una lesión y quien mostró frente a los «asegurados» el fútbol ordenado, dinámico y práctico que le conocemos. Con su regreso el equipo se vio más compacto y sólido en la zona del medio campo y, sobre todo en la segunda parte, Robayo mostró que debe ser un jugador referente para el próximo proyecto deportivo, cuando se conformará una nómina y un equipo digno de vestir los colores azules.

Sobre el juego del domingo pasado no es mucho lo que quedó para el análisis, más allá de ver a varios jugadores motivados por hacer las cosas bien, un arquero Delgado que viene mostrando seguridad en el arco y las ganas para quedarse en el equipo para el próximo semestre. Probablemente se gane el derecho, por lo mostrado en estos últimos juegos, para ser tenido en cuenta -así sea como arquero suplente- en el próximo proyecto deportivo.

Lo que sí quedó claro, una vez más, es que el equipo tiene muchas limitaciones de orden puramente futbolístico y que si se quiere volver a los lugares de protagonismo, habrá que traer muy buenos jugadores, aquellos que marcan diferencia.

Y pasando al juego de ayer en la tarde vale la pena resaltar que al grupo se le ve una mejor disposición respecto a los meses anteriores, se siente en el ambiente la idea del proceso que se está gestando a nivel institucional, y son varios jugadores los que demuestran con condiciones y mucha motivación que quisieran estar en el equipo para el próximo semestre.

Frente a Academia, el delantero Hernán Boyero, fuertemente criticado por sus actuaciones en el torneo regular, hizo un gran partido anotando dos de los cuatro goles para la victoria. Más allá de eso, se le vio luchando como siempre y participando con una gran cuota de sacrificio a la hora de pensar en equipo.
 
Otros jugadores que tuvieron buen desempeño en el juego de ayer fueron Erwin Gonzales, a quien ya todos conocemos como un jugador de condiciones, pero que cae en baches de irregularidad que no lo dejan brillar durante todo un semestre con luz propia, y el defensor Oswaldo Henríquez, quien sin duda viene ganando minutos tanto en el torneo regular como en la Copa Postobón, y poco a poco se convierte en baluarte de la zaga.
 
Es evidente que el equipo ha mostrado una ligera mejoría desde la salida del precedente entrenador Luis García, y que el grupo ha mostrado la motivación y compromiso que se vio afectada en el pasado por el incumplimiento en los pagos de los salarios y demás obligaciones de la institución para con los jugadores. Parece evidente que la llegada del «facilitador- Sr. Arango» ha sido positiva, puesto que ha dado credibilidad y respeto frente a los jugadores, dos aspectos que estaban completamente perdidos respecto al Sr. Presidente Juan Carlos López. 

Aunque ya las posibilidades en la «Liga» estén perdidas, hay una nueva esperanza en la «Copa Postobón», y sobre todo, en el futuro del equipo.

Cuando se acerca la hora de los balances, donde varios jugadores pasarán por el scanner, para ver cuáles  entran en la baraja de posibilidades del nuevo proyecto deportivo, ¿cuáles -consideran ustedes- se han ganado el derecho a seguir en Millonarios para el nuevo proyecto deportivo?, ¿qué Director Técnico sería el más apropiado para el nuevo equipo?

Por ahora, y mientras no se avance en el proceso institucional donde todos tenemos nuestros ojos y esperanzas puestas, nos queda una pequeña motivación en la Copa Postobón y algunos partidos para alejarse del fantasma del descenso, en el torneo regular.

¡Saludo Albiazul!