Por PanzaVidela
En el post
anterior hicimos una radiografía de lo delicada que es la actualidad de
Millonarios. Tras la preocupante derrota
de esta noche –contra la suplencia del Atlético
Huila– no podemos más que corroborar algunos puntos que nuestros directivos
-o el Sr Arango en particular- deberán tener en cuenta en los próximos días.
Lo primero y más delicado es el tema Richard Páez.
Parece irrefutable el
hecho que su desconocimiento del fútbol colombiano en general -y de Millonarios
en particular- le hicieron pagar la «primiparada» en nuestro torneo. Y como
resultado de esto el primer semestre en la era Arango parece completamente
perdido. Me atrevo a «soltar» este balance por dos razones. La primera, porque
el equipo que vimos en la noche de hoy cada vez más me recuerda al «triste» (por
no decir más) equipo de Martín Lasarte. Un equipo sin brújula, sin ideas, sin
amor propio, sin argumentos. Y lo peor de todo, sin una mínima esperanza en el
futuro -al menos inmediato- de mejorar.
Y la segunda razón -contundente también- me parece lo referente al famoso proceso. Si el equipo
mostrara un rendimiento similar con jugadores juveniles, cuyo promedio no
superara los 23 años, podríamos tomarlo como excusa. Pero un equipo con jugadores
experimentados como Obelar, Saa, Mera, Cichero, Amaya, Rodríguez, Pajoy y
Arrechea (8 entre 11) no puede pretender venderle la idea a nadie de que se está
haciendo un proceso.
Lo de Millonarios
en la noche de hoy parece ser la famosa «gota que rebosa la copa», que ya
conocemos de memoria. Cuando los «ilustres jugadores» vestidos de azul deciden
no caminarle más al entrenador de turno. Lo hemos visto tantas veces y de manera
tan similar, que sinceramente -en este momento- no veo el porqué perder los clásicos
a venir en una «crónica de une muerte anunciada».
Dos puntos para
terminar. El sacar a Páez de la dirección técnica significaría para nuestro presidente
-Sr. Arango- aceptar que se equivocó en su contratación. Ese, su primer
error importante como presidente. El dejarlo, visto el rumbo que tiene este
barco sin brújula, sería darle mayor peso a ese error.
Y para terminar, creo que es el momento de
analizar con lupa y sin «miedo» el tema de los jugadores. Comenzando, por ejemplo, por la manera displicente
como cobraron los penalties contra el Bucaramanga en Copa Postobón. Y continuando
por la manera como actuaron -esta noche- jugadores como «Ringo» Amaya, Rodríguez,
Pajoy, y -por encima de todos- el arquero Obelar. Este último, por respeto con
la hinchada, no debería vestirse nunca más de azul. No suelo hacer este tipo de señalamientos personales,
pero el gol que regaló Obelar -la noche de hoy- es absolutamente inaceptable
para un arquero profesional de su edad.
El próximo sábado
jugamos el clásico contra un «inspirado» Santa Fe. No quiero parecer pesimista,
pero de no tomar medidas drásticas el Sr Arango en lo que respecta al Sr
Richard Páez y los jugadores, no quiero pensar en lo que va a ser el resultado; si esta noche frente a la suplencia del Huila perdimos haciendo la presentación lamentable
que se hizo.
Se necesita urgente un técnico que conozca la
casa, y que conozca este equipo. En similares condiciones asumió Mario Vanemerak dos días antes de un duelo
vital frente al Nacional en Medellín y con una misma nómina de jugadores, mostró
una cara completamente distinta.
¡Saludo Albiazul!