Por PanzaVidela

Una victoria que
significa mucho para Millonarios. Anímicamente, junto con la victoria en Cúcuta
el jueves anterior, estos 3 puntos valen oro.
Ya habíamos dicho durante la semana,
que los jugadores se reunieron con el Presidente Sr Arango y le habían dado su
palabra de compromiso para enderezar el rumbo y sacar esta empresa adelante. Le
expresaron su apoyo total al técnico Richard Páez y su voluntad de cambio en el
terreno de juego. Y eso  lo demostraron
en estos dos juegos de vital importancia. En ambos entregaron un parte de victoria.

Anoche frente al América
Millonarios mostr
ó varios cambios en su nómina respecto al equipo que venía
jugando en la Liga.  Comencemos por la
defensa. De la misma forma como Páez comprendió que en el banco había un
arquero (Delgado) que ofrecía más garantías que Obelar, de igual manera sucedió
con Henríquez. Quien nunca debió dejar la titular. No s
ólo porque es de la casa
y hace parte de la tan promocionada cantera, sino porque el defensor se había ganado
con trabajo, sacrificio y muchas condiciones su puesto de titular. Anoche
ratific
ó que le da más velocidad y fortaleza a la zaga.

Lo mismo sucedió con
Pedro Franco. Aunque su caso es distinto. Jugador de selección Colombia que
cuando no tiene convocatoria es «prestado» a Millonarios. Pues bien, cuando esté
disponible debe jugar. También de la casa, también de la cantera, es un jugador
de mucho talento que le da más fortaleza al medio campo. Igualmente es grato
para la hinchada ver un jugador con el ímpetu y amor por la camiseta que
siempre muestra Pedro Franco.

Y el tercer punto
clave -en lo referente a la n
ómina- es el haber cambiado a dos volantes
armadores «tocadorcitos» como V
ásquez y Ulloque, para dejar
a un «diez-lanzador» como Estrada y dejar 2 hombres en punta (a cambio de uno
solo como antes). Este cambio se tradujo en mayor «verticalidad» en el
funcionamiento del equipo. Menos toque improductivo en la mitad  de la cancha y mayor profundidad. El primer
gol azul (al minuto 42) muestra perfectamente la idea utilizada ayer y que le
dio una cara muy diferente al ataque albiazul.

Si bien estos
cambios en la n
ómina y en la idea de juego fueron fundamentales junto con la
nueva actitud del grupo, de nada hubieran servido si en el arco no hubiéramos tenido
-¡de nuevo!- al gran Delgado. Para ser honestos debemos reconocer que el América
en la primera parte «desnud
ó» los mismos errores puntuales de nuestros
zagueros. Errores que parten en la mitad del campo donde no se presiona bien al
adversario y se le deja el tiempo y el espacio para meter los pases a espalda
de los nuestros.  También hay que
reconocer que el rival ayer tuvo un jugador de las condiciones de Gabriel Fernández.
Pero nosotros teníamos un arquero de las condiciones de Delgado. Y hasta en el
inexistente penalti (cortesía de Oscar Julián Ru
íz) Delgado le ganó el duelo al
argentino.
¡Gigante Delgado!

En el segundo
tiempo Millonarios se vio más compacto. Junt
ó
más sus líneas e hizo línea de
cuatro. Le cerró los espacios a un América que ya no volvió a tener ni el
espacio ni el ímpetu de la primera etapa.
Los azules le apostaron a la misma
idea de «verticalidad», rapidez en la salida y aprovechamiento de los
lanzamientos de Jonathan Estrada.

La victoria de
anoche le da un respiro importante a Millonarios en la tabla del descenso ya que
se le gan
ó a un rival directo. Pero más importante que eso, es el balance de un
equipo que retom
ó una actitud positiva, de unión de grupo y de consenso
respecto al «c
ómo» quiere y debe jugar y cuales son los jugadores má
s indicados.
Este punto, dentro del grupo, es de vital importancia.
Y de esta manera, unidos
como equipo, Millonarios espera comenzar un camino de reivindicación frente a
su hinchada y frente a su Presidente, quien ha hecho todo por estar al d
ía con los jugadores.

No es para sacar el carro de bomberos, pero tampoco para demeritar una
victoria lograda con justicia, con sudor, y con el aporte de todos.

¡Saludo Albiazul!