Por PanzaVidela

Para el hincha de Millonarios lo que
ocurre en el terreno deportivo con su equipo parece realmente una pesadilla sin fin, donde pareciera que el espiral «malos entrenadores-malos jugadores-malos resultados- no tuviera fin.

Muy pronto habrá novedades importantes en el terreno administrativo que cambiarán la historia de nuestro equipo, que permitirán la entrada de capital «limpio» de nosotros -los millones de hinchas dispuestos a poner nuestro «granito de arena» para cambiar la triste realidad- pero mientras eso no ocurre seguimos recorriendo ese espiral.

El tema Richard Páez
es muy complicado, pues sobrepasa los límites de lo «evidente y claro» respecto a su falta de credibilidad en el grupo y sus constantes errores de conformación de nómina, de cambios y la evidente falta de conceptos asimilados en el grupo de jugadores. Pero ya lo hemos repetido una y mil veces, el Sr Páez no renuncia y no hay ni el dinero ni las intenciones de indemnizarlo.

Este semestre -un viacrucis más
para el hincha de Millonarios- entra en el mismo «bolso» de eliminaciones y derrotas acumuladas en los últimos años. La hinchada albiazul confronta sus ideas y percepciones. Lo cierto es que mientras el Sr Páez siga al frente de este «cuento» la realidad en el terreno deportivo no cambiará.
Los goles que recibi
ó Delgado en el último partido frente al Itaguí revelan que incluso él parece contagiado por el bajo rendimiento de sus compañeros. Una lástima que el único jugador en el cual la hinchada confiaba pareciera haberse dejado contagiar por los increíbles errores del resto del grupo.

La invitación para que analicemos con calma este «bello e increíble» gol que nos hace Itaguí. Creo que un grupo de rodillones conformado por algunos de los que acá escribimos habríamos opuesto mayor resistencia, ¡no me cabe duda!

http://www.youtube.com/watch?v=D0KbiMg22UI

De igual manera sucedió con Cuadrado en aquellos
goles «increíbles» del 6-1 en Armenia y el 1-3 frente al Pasto en Bogot
á. No vamos a hablar de «sindicato» o de «solidaridad» entre compañeros inconformes con Páez, porque ese tipo de cosas nunca se puede comprobar y sería un acto «irresponsable» de quien escribe. Simplemente se puede limitar el espectador a decir que ese tipo de goles son «increíbles». Lástima por ese tipo de muchachos que reciben una oportunidad de «oro» y por las presiones del momento la dejan escapar. Hoy en día José Fernando Cuadrado -quien tenía grandes condiciones pero se dejó contagiar por los»increíbles» errores de los compañeros- es suplente en el Deportivo Cali.

Ojalá Delgado retome su nivel y no siga permitiendo goles «increíbles» como 2 de los 3 del miércoles pasado. Sería una pena que desperdiciara
esta oportunidad de «oro» que la vida le est
á dando. Si continuara con su nivel podría incluso soñar con una Selección Colombia. Pero a veces, jugadores como el, rodeados por jugadores inconformes y veteranos que ya no tienen nada que perder, se dejan contagiar por esos «malos momentos». 

Una frase célebre que cae como anillo al dedo para algunos jugadores de Millonarios que deberían aprovechar esta oportunidad como la había esperado el Sr Delgado durante tanto tiempo:

«Todos vivimos bajo un mismo techo pero no todos tenemos un mismo horizonte»

Konrad Adenauer

Agradeciendo la colaboracion del compañero FritzFratz, un hincha de Millonarios que -como todos nosotros- tiene sus percepciones y puntos de vista sobre los diferentes temas que rodean a nuestro equipo. Aquí copio su colaboración.


Por FritzFratz

Decálogo del buen
hincha

1-Ir a todos los partidos así llueva,
truene o relampagueé, y por encima de la familia, si es necesario.

2-Ponerse bravo y señalar a todo aquel que
tenga la osadía de hablar mal del equipo del alma.

3-Apoyar incondicionalmente sin importar
el lugar que el equipo amado ocupe en la tabla.

4-Ver algo bueno así el equipo sea un
fiasco en cada fecha.

5-Aplaudir a rabiar a un jugador si es
expulsado de la cancha.

6-Pensar siempre en lo positivo antes que
en lo negativo, así el equipo pierda siempre.

7-Comprar la camiseta del equipo, tener
bufanda del equipo, usar cachucha del equipo, e ir a centros comerciales con la camiseta del equipo.

8-Hacer siempre el sacrificio de comprar
la boleta así no haya dinero para nada.

9-Darse la bendición cuando se da el
pitazo inicial.

10-Pegarse a la radio cuando el equipo
juega de visitante.

11-Pensar que como hincha puede aportar
mucho con asistir sagradamente al estadio y que con hablar bien del equipo se soluciona cualquier problema.

12-Confiar en cada fecha que esta vez será
el despegue definitivo.

 

Decálogo del mal hincha

 

1-Anteponer la familia y otros compromisos
en vez de ir al estadio.

2-Criticar a un jugador por entrenar 4
horas diarias, 5 días a la semana y tirar el balón a las nubes en cada centro
que haga al área rival.

3-Criticar a un jugador por entrenar 4
horas diarias, 5 días a la semana y no saber parar un balón.

4-Criticar a un jugador por entrenar 4
horas diarias, 5 días a la semana y hacer un saque de banda a la cabeza del
jugador y no a los pies para no rifar el balón.

5-Criticar a un jugador por entrenar 4
horas diarias, 5 días a la semana y no saber patear de forma correcta un balón.

6-Criticar al equipo porque usted trabaja
toda la semana y destina un porcentaje de su sueldo en una boleta para que el día del partido, el verdadero día de trabajo del jugador profesional, simplemente juegue mal, pero cobre sueldo como si nada.

7-Criticar al entrenador porque el día en
que justifica su sueldo y su trabajo de la semana, hace burradas y cambios risibles como cualquier ciudadano del común, con la única diferencia que él no se gana el mínimo como el 70% del ciudadano común.

8-Dejar de gastar parte de su sueldo en
boletas porque se siente tumbado con el rendimiento del equipo.

9- Aplaudir al equipo solamente si gana.

10- Ir al estadio cuando tiene tiempo, cuando
se anima o cuando le da la gana.

11- Madrear a un jugador si es expulsado por
irresponsable.

12- Criticar al equipo a pesar de cumplir
con los 11 puntos anteriores que lo hacen mal hincha y no le dan autoridad moral para hacerlo.

¡Saludo Albiazul!