Por PanzaVidela

En forma de lo
bueno, lo malo y lo feo hacemos el comentario del partido de ayer en donde los
nuestros sacaron un valioso empate del Atanasio Girardot, que dentro del
contexto en el cual se encuentra Millonarios 
no le ayuda mucho en la tabla de posiciones.

Lo Bueno

Si miramos el
empate fuera del contexto general de la tabla de posiciones un empate por fuera
de casa y frente a un rival importante como el Medellín siempre será positivo. También
fue positivo el equilibrio que mostró el equipo con el «nuevo» medio campo,
donde Luis Mosquera y el uruguayo Tancredi le aportaron mayor peso en la contención,
más equilibrio al equipo, y mayor verticalidad a la hora de buscar el frente de
ataque. Personalmente me gustó el partido de Tancredi, creo que tiene las
condiciones para convertirse en un jugador importante dentro del esquema azul.
Le falta tomarse más confianza y tener regularidad, cosas que van de la mano,
por supuesto. Y dentro de las cosas positivas c
ómo no destacar el gol de
Carpintero. Como un verdadero goleador se levantó en el saque de banda de Cíchero
y con cabezazo sostenido la puso en el ángulo perfecto. Su primer gol en esta
segunda etapa con los azules.  Aunque el
actual esquema no le favorece mucho para hacer 
goles, ayer -en una de las poquísimas oportunidades que tuvo- la metió y
eso es meritorio.

Lo Malo

Mal es haber
estado tres veces por encima en el marcador y haber permito en igual número de
ocasiones que nos empataran. No se tuvo nunca la capacidad para «cerrar el
partido» y sostener la ventaja. Inadmisible que una defensa con tres
jugadores  de la estatura de Henríquez,
Mera y Cíchero, permita que le hagan dos goles por arriba. Fueron dos goles idénticos,
en los que se «pecó» en dejar levantar el centro y luego en permitir que el
muchachito Tréllez les ganara por arriba a nuestros centrales. Que a Mera y a Cíchero
les ataquen la espalda en velocidad o les «quiebren la cintura» es entendible,
pero que les hagan 2 goles por arriba es inadmisible.

Lo Feo

De muy mal gusto
para los hinchas azules el hecho que el juvenil  Tréllez siga con la desagradable tradición familiar
de hacerle goles a Millonarios. Su padre -«la turbina» Tréllez- marcó uno de
los goles que más nos ha dolido en la historia embajadora, aquel 26 de abril del
89. Y ahora el hijo se empeña en seguir con esta tradición.

Feo es que
hayamos comenzado tan mal este torneo con dos derrotas en casa, que incluso un
buen empate como el conseguido ayer no pueda ser motivo de alegría y celebración.
Es un punto que para el balance general nos deja con 4 de 12 posibles para un bajísimo
33,3%. Feo que solamente por obligación Richard Páez alineó a Luis Mosquera y a
Tancredi, jugadores que definitivamente le dan un mejor aspecto y rendimiento a
nuestro medio campo.  Ayer, a pesar de
haber cometido errores groseros en defensa que incidieron en el marcador, el
equipo se vio equilibrado y nunca tuvimos que padecer la superioridad del rival
como sucedió en los juegos anteriores.

El próximo partido
es en Bogotá frente al Boyacá Chic
ó, y la obligación es una sola: ganar los 3 puntos.

¡Saludo Albiazul!

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