Por PanzaVidela
Por supuesto que
el título de este post es un poco provocador. En la gran mayoría de medios he
escuchado a los adalides de la verdad decir que el gran favorito en este duelo
es el Once Caldas. Y lo sustentan con los números, cifras y estadísticas en donde
-¡efectivamente!- el Once de Juan Carlos Osorio llega como favorito. Y creo muy
oportuno, además, reconocerle y otorgarle este favoritismo. Pongámosle encima,
desde ya y bien acomodado, el bolso del favoritismo. Bien pesadito y con
bastante presión. ¡Arranquemos entonces -con
el beneplácito de mi admirado y respetado Juan Carlos Osorio-!
Si comparamos las
nóminas, el Once de Juan Carlos Osorio no solamente se armó para refrendar el título
de la Liga Postobón, sino para ganar la Copa Libertadores. Eliminado en Copa, único
lugar donde podían recuperar la millonaria inversión, lo poco que queda de sus
intereses está en el torneo local.
Incluso ganando el título quedaría el sinsabor de la Copa y según he escuchado,
tanta ha sido la inversión y tanta es la deuda, que ni siquiera ganar el
campeonato alcanzaría -económicamente- para salvar el semestre.
Millonarios, en
cambio, armó un equipo con bastantes limitaciones. Lo armó en pleno período de transición
-paso complicadísimo y trascendental en su historia- cuando José Roberto Arango
libraba la batalla más terrible para despojar a «Ali Baba y sus 3 o 4 secuaces»
del mando del otrora «ballet azul». Sin muchos recursos, batallando en las
lides jurídicas, se le armó a la hinchada -¡alias nosotros!- un equipo digno,
competitivo, al mismo nivel de la gran mayoría de clubes del torneo. El
objetivo para este semestre, mientras se organizaba la parte legal de la nueva razón
social y se sentaban las bases del nuevo y poderoso club, era clasificar a las
finales. El objetivo se logró. Punto. De ahí «pa’lante» -como decimos por aquí-
todo lo que venga es ganancia. No es conformista. Es la medida justa respecto a
las expectativas del comienzo y respecto a la inversión en nómina. Que durante
el camino el equipo haya logrado ilusionar a más de uno, es otra cosa, pero en
un principio el objetivo era ese.
Mirando de cerca
lo que será el partido del jueves, es bastante probable que Juan Carlos Osorio
utilice la misma táctica del primer duelo entre estos equipos a comienzo de
semestre. Una vieja y conocida táctica para los hinchas azules. Un equipo
visitante encerrado en los últimos 25 metros, sin darle el espacio a los rápidos
delanteros azules, y con la esperanza puesta en sus 2 puntas, bien abiertos en
los costados, Dayro Moreno y Wason Rentería. Millonarios tendrá que ser muy inteligente,
con la obligación de atacar, pero sin caer en la trampa de creer que el partido
dura 90 minutos y que hay que definirlo, a como dé lugar, en Bogotá. Me encantaría
que no olvidáramos que el gran favorito es el Caldas, que ellos tienen la presión.
Que en partidos en casa cuando tienen la necesidad y sienten la presión, como
lo evidenciaron frente al Santos (y quiero recordar que el Santos jugó con
muchos suplentes en Manizales), también otorgan ventajas y que su defensa, al
igual que la nuestra, tiene desconcentraciones y comete errores «groseros».
Todo esto para
decir que Millonarios no debe caer en el desespero en este primer duelo y deberá
afrontarlo de la manera más inteligente posible, pues el objetivo es clasificar
y avanzar a «semis». Tampoco olvidar que el equipo de Richard Páez tuvo un
rendimiento superior en condición de visitante que de local. Por eso -personalmente-
no me disgustó para nada el terminar la serie de visitantes. Al contrario, si el
fuerte del equipo ha sido afuera. Por eso, y a riesgo de que me critiquen, yo
no apostaría el todo por el todo en este primer juego en Bogotá. Y así me
tilden de conformista, yo no arriesgaría una derrota en casa «botando todas las
cartas» en el primer juego. Finalmente así fue que perdimos en el partido de la
tercera fecha. La lección debió quedar aprendida. Este jueves habrá que jugar
distinto. Al ataque, pero sin descubrirse ni regalarse. Con calma. Que se
busque el gol, pero que la prioridad sea no dar ventajas en el fondo. Vuelvo y
repito, un empate al final de los primero 90 minutos, le dejaría toda la presión
para el partido de vuelta al Once Caldas. La presión debe caer sobre ellos. Con
todos sus problemas económicos, el desgaste físico y mental que le dejó su paso
por Copa y la imperiosa necesidad de ganar o ganar. Nosotros vamos con calma e
inteligencia a ganar un partido de 180 minutos.
En ese orden de
ideas, creo que Páez se la jugará con Candelo desde el arranque. Le pedirá manejo
de balón, liderazgo e inteligencia. Y cómo me gustaría ver a Omar Rodríguez de
inicialista. Junto con Robayo y Ortíz. Aunque lo más probable es que juegue
Mosquera o Tancredi.
Dos preguntas
para los foristas, respetando todos los conceptos y opiniones personales:
- ¿Cual creen que debe ser la estrategia de Páez:
Buscar la victoria hasta el desespero, o buscarla sí, pero guardando las
precauciones en el fondo y contemplando que un empate no es necesariamente
negativo? - ¿Cuál debe ser el equipo titular para este
juego? ¿Con Candelo o sin él, Delgado o Ramos, Ochoa o Vásquez?
¡Saludo Albiazul!
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