Por
Azulhastalatumba1

 

En días pasados el periodista Iván Mejía, en su
programa el Pulso del Fútbol, se refirió al planteamiento táctico usado por
Richard P
áez en Millonarios como «KAMIKAZE», haciendo alusión a los legendarios pilotos
de una unidad especial perteneciente a la Armada Imperial Japonesa, que
estrellaban sus aviones cargados con explosivos, en ataques suicidas, contra
embarcaciones de la flota de los Aliados a finales de la Segunda Guerra Mundial.

En general esos
planteamientos KAMIKAZES nos han llevado a ganar algunos partidos, a empatar o
a perder dignamente, como dicen «con las botas puestas.  Pero anoche en el gramado del Estadio de
Techo, en partido válido por la Copa Postobón, ese planteamiento «KAMIKAZE» de
Páez derivó en una humillante goleada en contra, a manos de nuestro rival de
patio.

Fue un
planteamiento KAMIKAZE desde la conformación inicial del equipo. Una línea
defensiva, que además de haber sido el punto débil de este equipo durante toda
la temporada, fue confeccionada de manera sorpresiva con un Juan Esteban Ortiz
en una posición que no es la usual: defensa central por derecha; dos jugadores
que debido a su bajo nivel han sido suplentes recurrentes como Lewis Ochoa y
Oswaldo Henríquez; así como por el único habitual titular pero quien en los
últimos partidos de la Liga estuvo muy por debajo del nivel esperado como Juan
Guillermo Domínguez.

Para colmo de
males, apenas empezando el partido Henríquez tuvo que abandonar lesionado el
terreno de juego, así que Páez tuvo que recurrir al único defensa central que
tenía en el banco, el cual demostró durante el resto del partido todas las
razones por las cuales nunca fue tenido en cuenta por el estratega venezolano:
Carlos Saa

Durante el
primer tiempo el partido en su trámite fue de ida y vuelta, equilibrado en mi
concepto. La defensa del rojo se veía con más suficiencia que la nuestra, pero
aún así Millonarios alcanzó a generar opciones claras de gol. Finalizando los
primeros 45 minutos, Santafé tuvo sus mejores opciones de gol: la primera inexplicablemente
errada por Carreño después de haber eludido a Delgado, y la segunda bien
aprovechada por Rodas.

Con el marcador
en contra, para el segundo tiempo Páez planteó un partido aún más KAMIKAZE.
Dejó en el banco a Ortiz, retrasó a Blanco a la zona defensiva, ingresó a
Robayo y a Tancredi. Rápidamente, gracias a una jugada colectiva, Millos
encontró el empate por intermedio de Tancredi que recibió solo un centro
enviado desde la derecha por Tolosa.

Con el partido
empatado, la necesidad era del equipo rojo, pues el empate lo dejaba
virtualmente eliminado de cualquier opción en este torneo. Lo teníamos servido
para liquidarlo. Fiel a su estilo KAMIKAZE, Millonarios siguió atacando sin
tomar los debidos recaudos defensivos habida cuenta de la colcha de retazos que
era la zaga del equipo.  Cada escaramuza
de los rojos hacia ver nuestra defensa peor que en ningún partido anterior.

No obstante el
partido era parejo, de ida y vuelta. Cada ataque rojo, era respondido con una
aventura ofensiva de nuestro equipo. Pero tenía que llegar el error defensivo:
un centro desde zona derecha de ataque, aparentemente de fácil control para los
zagueros, llegó a la zona que en ese momento tenía que cubrir Elkin Blanco,
quien se vio superado en ganas e ímpetu por Mario Gómez que d cabeza marcó el
segundo para el local.

Con el marcador
en contra, faltando menos de diez minutos del tiempo reglamentario, Millonarios
fue más KAMIKAZE que nunca. En absoluto desorden se lanzó en busca del arco
contrario, y en cada rechazo de los rojos siempre se encontraron con una
defensa además de retaceada, mal parada. Así fue que Bedoya recibió un balón en
el medio campo, y sin ningún jugador azul que le hiciera sombra, sacó un remate
de tres pesos, mordido, débil, que aun no me explico cómo se le pasó por debajo
del cuerpo a Delgado que, dicho sea de paso, tuvo una noche para el olvido.

Apenas un minuto
después, Mario Gómez, en una jugada muy similar a la del gol de Rodas, volvió a
encontrarse con una raquítica defensa, se metió al área, arrumó jugadores
azules, los paseó de oriente a occidente y pateó sin mayor resistencia.  Luego vino el quinto gol en tiempo de
reposición redondeando lo que  fue una humillante
goleada y una noche para el olvido.

Más que el
resultado en si, que por ahora no afecta las aspiraciones de nuestro equipo en
este torneo, pues con 14 puntos seguimos de líderes con un partido menos,
quedan para la reflexión varias cosas:

·        
Sabiendo que nuestro rival iba
a poner sus mejores jugadores, o por lo menos el equipo con el que va a
enfrentar la Liga, era prudente improvisar tanto en defensa, siendo esta la
línea que mayores dolores de cabeza le ha dado al equipo?

·        
Que tan eficiente, teniendo en
cuenta el costo-beneficio, ha sido esta planteamiento KAMIKAZE de Páez en la
mayoría de los partidos?

·        
Será posible que en esta época
de definiciones y renovación de contratos, algún directivo o Javier Álvarez
como manager deportivo del equipo, puedan hacer caer en cuenta a Páez de lo
inconveniente que resulta arriesgar tanto en todos los partidos?

·        
Será que en la mente de Páez no
cabe la posibilidad de enfrentar los partidos aprovechando las necesidades y
debilidades del contrario?

En general yo he
sido defensor de la continuidad del venezolano al frente del equipo, pero
considero que ya los rivales nos han «medido el aceite», y saben cómo
contrarrestarnos y lo peor, cómo aprovechar las ventajas que damos en defensa,
de tal manera que corremos el riesgo de pasar papelones como el que sufrimos
anoche ante nuestro clásico rival

Cordial y
albiazul saludo