Por PanzaVidela

Esta semana vuelven a soplar «vientos huracanados»
por los lados de Millonarios. A la nueva derrota en Cali que deja al equipo con
apenas 7 puntos en 7 partidos en la parte baja de la tabla, se suma la
«aparición» de un documento revelado por Norvey Quevedo en El
Espectador, según el cual se dan a conocer varios salarios de jugadores de la
actual plantilla azul.

Más allá del debate que se ha armado en las redes sociales y
que obligó a una «defensa de la gestión» en comunicado oficial
expedido por Millonarios, surge un gran interrogante respecto al tema
administrativo de Millonarios y más concretamente en lo que refiere a las
contrataciones.

Es el «talón de Aquiles» de la nueva gestión en
Millonarios y abre el debate sobre la manera como están contratando jugadores. Javier
Álvarez -el Manager Deportivo de los embajadores- siempre dijo que había
criterios de selección para la contratación. El primero pasaba por el tema
económico (el famoso techo salarial, que en teoría es coherente, aunque en la práctica
tiene sus aspectos negativos), y otros aspectos de tipo deportivo
(características específicas de acuerdo a la posición en la que se busca un
jugador, así como la preferencia a jugadores que ya hubieran jugado en la
altura), y por último personales (antecedentes del jugador en lo que refiere a
su personalidad y capacidad de adaptarse a los grupos).

El primer ítem de selección (el techo salarial) dejó por fuera a muchos
candidatos y fue la razón por la cual gran número de «refuerzos» nunca
firmaron contrato. Y fue motivo de
discusión y de preocupación por parte del mismo Ríchard Páez, quien tras muchos
y conocidos problemas en la elaboración de sus equipos, logró sortear al final
con «relativo» éxito los torneos. Siempre con la esperanza de un
torneo nuevo con jugadores de «cartel» que verdaderamente le dieran
al equipo la dimensión para pelear en la realidad por un título. Para todos fue
claro que Páez logró mucho con poco.

Hoy, el equipo de Páez se ve «enfrascado» en una
realidad que parece costumbre bajo la nueva administración. Un comienzo de
campaña malo, con jugadores que no logran ganarse ni la confianza del técnico
ni mucho menos la admiración y el apoyo de la hinchada. Preocupante situación
porque la posición en la tabla del equipo no corresponde con la inversión que
hace la parte administrativa.

En el pasado (y hablo sólo de esta administración) ya hubo
varios jugadores que vinieron, cobraron, no jugaron y se fueron. Plata
completamente pérdida. Poco o mucho pero fue dinero despilfarrado. Por citar
sólo 2 nombres: Alvarito Manga y Jeison Ibarrola. Ellos son sinónimo de una
mala gestión y deben servir de ejemplo para no repetir estos errores. Este
semestre hay varios jugadores que van por la misma ruta. Y no quiero pasar por
alto los grandes aciertos en esta política de contratación (Ramos, Ortíz, el
mismo Lewis Ochoa, Toloza), ni en general el orden administrativo del nuevo Millonarios.
Pero vale la pena esta crítica generalizada para mirar con lupa el aspecto en
el que se está fallando y necesita pronta «reevaluación». Porque, de lo contrario, claramente nunca llegará la estrella
14, ni la 15, ni una buena participación en Copa Suramericana. Eso es claro.
Mientras en Millonarios quieran seguir engañándose creyendo que jugadores como
Hárrison Otálvaro, Leonardo Castro, Hárold Martínez, entre otros (¡y con todo
el respeto que ellos me merecen!) son refuerzos de un equipo que aspira a
pelear un título, están equivocados.

Como conclusión y ad portas de una semana que traerá muchos
debates mediáticos al respecto, queda la sensación entre la hinchada que en Millonarios
los nuevos administradores están pecando por tecnicismos en lo que refiere al «Millonarios
Empresa», olvidando y dejando de lado la parte puramente deportiva. O
simplemente que quienes son responsables de esta área (Javier Alvarez a la
cabeza) no están haciendo bien su trabajo. Y que el aspecto referente a la contratación debe cambiar, ya sea en los lineamientos generales de esta política, ya sea en las personas que toman las decisiones al respecto.

¡Saludo Albiazul!

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