Por PanzaVidela
Nueva identidad futbolística.
Primero es uno, luego dos. ¡La frase da para pelear el nobel de literatura! Primero fue 1987 con la selección Colombia que cambió la historia del fútbol colombiano. Pacho Maturana revolucionó -con letras mayúsculas- nuestro balompié. Revolucionó la forma de jugar, la forma en que nuestros jugadores representaban su profesión. Revolucionó el lugar histórico de Colombia en el panorama del fútbol mundial. Maturana le dio una identidad al fútbol colombiano. Al César lo que es del César y a Pacho Maturana el justo reconocimiento por haber sido el gestor número uno de lo que el pasado mes de junio la selección Colombia mostró al mundo entero.
En 1987, de la mano de Maturana, comenzó el ciclo de una generación gloriosa para el fútbol colombiano. Maturana nos dio una identidad táctica, vanguardista para la época. La misma que diseñaba el dibujo táctico de aquel glorioso Milán y selección de Italia de Arrigo Sacchi en 1990. Gracias a eso y al talento desbordante de aquellos jugadores las puertas del fútbol europeo y de las mejores ligas del mundo se abrieron por primera vez para los nuestros. Toda una revolución. Sin la cual jamás el hoy de nuestro país futbolero sería lo que es.
Sería injusto no reconocerle a Francisco Maturana el haber dado ese primer gran paso. Con Pacho y aquellos brillantes jugadores, Colombia cumplió un ciclo. Normal en la vida y normal también en el fútbol.
Cuando el ciclo terminó, en 1998, comenzaron los errores que sumieron al fútbol colombiano en un letargo histórico. El principal error fue creer que la identidad táctica no debía cambiar nunca. Mientras el mundo entero evolucionó y se fue adaptando a la nueva forma de jugar al fútbol, en Colombia se quiso seguir avanzando con una táctica y filosofía de juego anticuada. Colombia cometió el grandísimo error, desde su dirigencia, de no pensar en la renovación táctica y por ende en la famosa identidad del fútbol colombiano. Grave error.
Los culpables de ésto fueron los dirigentes y el periodismo deportivo en cabeza del Señor Carlos Antonio Vélez. En esta entrevista (al final de la nota) el mismo Pacho Maturana culpa al Sr. Vélez de «entrometerse» en asuntos privados de la Selección y dirigir a voluntad propia la opinión pública. Gravísimo error.
Hoy periodistas como Vélez hablan maravillas de este grupo de jugadores. «Con estos jugadores-dicen- era normal obtener buenos resultados». Pues resulta, mis queridos amigos, que con estos mismos jugadores, entrenados en Europa y con el éxito mundial en su palmarés, el Sr Bolillo Gómez hizo una presentación tristemente recordada por su paso sin pena ni gloria en la más reciente Copa América de Argentina. La razón es simple: no se trata de tener buenos jugadores, hay que saber utilizarlos. Y esa es la gran diferencia entre Pékerman y sus antecesores.
Y aquí llego al punto principal del escrito. Con Pékerman cambió la identidad del fútbol colombiano. Con el DT argentino se cambió, por primera vez en 24 años, la manera de jugar al fútbol en la Selección Colombia. Pékerman priorizó la estrategia ofensiva y dio rienda suelta en el campo de juego a jugadores ofensivos como Falcao, James, Cuadrado, Armero etc..
La Selección Colombia que vimos en el Mundial representa la nueva Colombia. La Colombia ofensiva, efectiva, de mentalidad ganadora, de preparación física, de estrategia frente a los rivales. No la Colombia de mayor posesión de balón, pero sí la Colombia de más goles y más puntos obtenidos. Revolución. La Colombia donde Falcao, el goleador de Europa, también hace goles (suena tonto tener que decirlo pero con la estrategia utilizada por Bolillo, Falcao No hacía goles). La Colombia donde James juega y es figura (suena tonto tener que decirlo pero con Bolillo James no hubiera jugado). La Colombia donde Cuadrado enamora al mundo entero (suena tonto tener que decirlo pero…
Para terminar quiero hacer una mención especial y que tiene muchísimo que ver con el éxito de la Selección Colombia en Brasil 2014. El periodismo. También aquí hubo un gran cambio generacional. Y con este cambio, una nueva identidad del periodismo colombiano. Si bien culpé a periodistas precisos por los fracasos del pasado, sustentado en declaraciones del mismo Pacho Maturana, hay que reconocer la excelente labor del nuevo periodismo. Los nuevos: Casale, Alejandro Pino, Nicolás Samper, Jorge Bermudez, Tito Pucetti y otros, representaban una nueva generación que marca abismal diferencia con los anteriores. Los nuevos son preparados, hablan de manera responsable y por encima de todo, han sabido respetar el proceso de José Néstor Pékerman.
Así como son culpables los anteriores periodistas de los sucesivos fracasos de la Selección, también tienen su cuota de responsabilidad positiva, los nuevos representantes del micrófono. Junto con ellos, seguirá creciendo la nueva identidad del fútbol colombiano que tiene en Pékerman y sus pupilos, una generación de oro para nuestro fútbol.
Entrevista «Maturana se desahoga», Revista Soho.com.co
http://www.soho.com.co/contacto/articulo/maturana-se-desahoga/12856
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