Por PanzaVidela
Mide 1,70 metros. Nació en La Plata, en 1986. Este jueves -17 de septiembre- cumple 29 años. Tiene un nombre tan argentino como el obelisco: Maximiliano Ezequiel.
A comienzos de este año llegó al Millos de Ricardo Lunari. Por el tema de los 3 extranjeros en campo, no fue titular en el primer semestre. Ya estaban Román Torres, Nico Vikonis y el «pocho» Insúa. Sin embargo, en los minutos que jugó, mostró las condiciones y características de su fútbol. Rápido, alegre, desequilibrante.
Por sus características, Maxi parece sacado de una máquina del tiempo. Venido directamente de los años 80’s. En aquella época se jugaba con 3 delanteros: un «puntero» derecho, uno izquierdo y el centro delantero. El famoso «puntero» (derecho o izquierdo) era un tipo que jugaba pegado a la raya, corría como un loco cuando le lanzaban el «pase en profundidad» y -una vez ganaba en velocidad a su adversario- metía el pase-gol al «centro delantero». Famosos fueron en Colombia Acisclo Córdoba, Juan Manuel Bataglia, Freddy León, Antony de Avila, Willington Ortíz, etc..
Ver a Maxi Núñez en 2015 es un placer. Es un delantero en vía de extinción. Deben quedar muy pocos como él en el fútbol actual. Maxi es alegría, velocidad y desequilibrio. Exactamente lo que a Millos le hacía falta.
Casualmente hoy hace pareja con otro delantero que también parece sacado de la misma máquina del tiempo. Es el clásico «centro delantero». El famoso 9-9 (nueve-nueve). ¿Recuerdan la parte de «metía el pase-gol al centro delantero»? Ese «centro delantero» del pasado lo tiene Millos hoy. De apellido Rangel. En los 80’s era un tipo un poco «tosco», a veces «burdo», no muy veloz, con algo -a veces mucho- de «torpeza». Pero era el goleador del equipo. Siempre ubicado en el sitio exacto en el momento preciso. Su misión no era otra que hacer goles. Meter la pierna o la cabeza -o lo que fuera- y salir a celebrar. Tal como es Rangel. Exelso cabeceador. El clásico nueve de área que siempre termina como goleador del equipo. Ojo, si bien históricamente este tipo terminaba como el goleador, las estadísticas también lo tenían como el que más goles se había «comido». Siempre ha sido así con el nueve de área. En el «mundo mundial» fue Paolo Rossi, Hugo Sánchez, Gerd Muller, Mario Kempes, Hernán Crespo etc. En el «fútbol criollo» fue Pedro Manuel Olalla (¿alguien lo recuerda?), Pájaro Juárez, «Rambo» Sosa, Ricardo Gareca, Juan Gilberto Funes, etc.
Hoy no quiero hablar del triunfo justo frente a un pobre Boyacá Chicó. Un triunfo revitalizador luego de una «empatitis» que se estaba convirtiendo crónica. Un triunfo que da esperanzas para lo que falta de torneo. Pero si quiero hablar de la figura de ese partido. Un comentario positivo sobre este delantero que se viene destacando en Millos. El pequeño de 1,70 metros que viene convirtiéndose en pesadilla para las defensas contrarias. Su misión no es la de meter goles, pero sí la de ponerlos. Es el máximo «pase-gol» del equipo.
Puede que Maxi no sea un Messi o un Cristiano Ronaldo. Pero, dentro de la realidad de nuestro fútbol y del actual Millos, es un jugador que invita a volver al estadio, motiva a sus compañeros a correr y para los románticos, que aún recordamos los viejos tiempos del «puntero derecho», Maxi es la representación exacta de un fútbol que ya desapareció.
Pregunta para los foristas:
¿De aquellos «punteros» de los años 80’s a quienes recuerdan?
¿Qué opinión les merece Maxi Núñez?
¿Después del triunfo de Millos ayer, qué posibilidades creen que tiene Millos de clasificar?
Agradezco sus comentarios en este espacio así como en @PanzaVidela