Por PanzaVidela

Dirigidos 9 partidos por Rubén Israel ya podemos ver a grandes rasgos una impronta y un cambio respecto al anterior Dt Ricardo Lunari.

A Lunari lo criticábamos por no tener un equipo equilibrado y por ser muy vulnerable en defensa. Era un equipo que apostaba todo al ataque y si bien los números respaldaban una fuerte campaña como local y en general ofensivamente; el equipo no daba garantías de visitante ni en condiciones de juego cuando que el equipo debía defenderse y mostrarse sólido atrás. Vikonis fue el gran salvador.

Con Israel Millos pasó a ser un equipo que le apuesta a la tenencia del balón. El Dt uruguayo mostró desde sus primeros partidos lo que buscaba. Incluyó a Elkin Blanco como volante cabeza de área y pasó de un módulo 4-4-2 (con Lunari) a un 4-5-1. Con 5 volantes la idea de Israel es clara: dar prioridad a la tenencia del balón, cerrar espacios entre defensa y medio campo y –como estrategia ofensiva- apostarle a la aparición de volantes o laterales desde atrás con sorpresa.

Como idea sobre el papel lo que busca Israel es bueno. Cambia radicalmente del “desequilibrado” y “vertical” equipo de Lunari a uno más ordenado, más sólido, aunque con menos presencia ofensiva. En mi opinión la idea de Israel se queda “corta” o no logra ser tan efectiva como pudiera por los jugadores actuales de la plantilla.

Con los 5 volantes la idea ha sido la siguiente: Elkin Blanco como cabeza de área, dos volantes “mixtos” a cada lado (Vargas, Robayo, Silva –de los 3 siempre juegan 2-) y dos volantes ofensivos – Vásques, Otálvaro o Máyer -uno de los 3 como armador de juego- más el “pocho” Insúa como “falso nueve”. La idea es que de los 2 volantes “mixtos” siempre haya uno que llegue al área –generalmente ha sido Silva por izquierda- y que el falso nueve (Insúa) sea el que aparezca como definidor. Frente a Chicó en Tunja Macalister Silva estaba inspirado y marcó 2 goles. Sin embargo en el resto de partidos ha estado flojo y no ha sido certero en la definición. Igual ha sucedido con Insúa. Su rendimiento se limita a un 15 o 20%. Para ser el jugador “falso nueve” llamado a desequilibrar y marcar goles su bajo aporte juega un papel importante en el resultado general del equipo.

El otro punto importante tiene que ver con el delantero. Con este módulo Millos apuesta a un solo delantero en punta. Y aquí entra en juego algo que tiene que ver con las características de ese delantero. En el actual Millos hay 3 –no cuento a Romero-: Agudelo + Maxi Núñez + Rangel. Rangel es el típico nueve de área –lento, buen cabeceador y excelso definidor-, Agudelo es rápido y desequilibrante y con gran poder de definición y Núñez es un puntero de línea, rápido y desequilibrante por las bandas, más no un definidor.

Decía que el módulo de Israel es bueno en el sentido que busca equilibrio y apuesta a la tenencia del balón. Sin embargo –y como es obvio y sucede con todos los equipos del mundo- el funcionamiento general y los resultados dependen de las individualidades. En este Millos éstas se han quedado cortas o bajas de nivel. Fabián Vargas ha estado muy bajo de nivel en los últimos partidos. Insúa ha dado un 20% de su potencial. Ninguno de los 3 delanteros se ha consolidado y su estadística goleadora está lejos de inspirar miedo y respeto en los rivales. Y respecto al volante armador –Omar Vásquez/Otálvaro/Máyer- ninguno aún en esta corta era de Israel se ha consolidado como titular y ha podido asumir un rol de liderazgo en este puesto tan importante.

Luego de esta descripción del actual Millos de Israel podemos decir –en términos generales- que es un equipo que se siente más cómodo jugando de visitante que de local. Por el módulo y sistema que describimos el equipo –y lo demostró en Tunja y en Barrancabermeja- está diseñado para tener el balón y agruparse entre líneas. Es un equipo al que le cuesta proponer juego ofensivo y ser más protagonista en ataque. Eso también quedó reflejado en los juegos en Bogotá donde Millos perdió puntos valiosos para la clasificación. Ante Huila (0-0) y Envigado (0-0).

Para los 3 partidos restantes (Nacional y DIM en Medellín) y el clásico contra Santa Fe, no queda más que esperar un milagro. Que el equipo muestre en estos 3 partidos una cara muy diferente a lo que ha venido mostrando. Que frente a Nacional (De lejos el mejor equipo del torneo) haga un partido inspirado y perfecto, así como contra Medellín. Y esperar que Santa Fe llegue al clásico con los ojos y expectativas puestas en Copa Suramericana y poder ganarle un partido que siempre será aparte. Por supuesto, encenderle la veladora al único jugador de toda la plantilla que se merece un gran aplauso por un torneo impecable: San Nicolás Vikonis. Con él en el arco todo es posible.

Como último comentario quiero decir que más allá de Lunari o Israel hay jugadores en la actual plantilla que están en deuda. No han estado a la altura de las expectativas ni por su nombre ni por su salario. Ellos han sido los principales artífices de esta campaña que –a hoy- es muy mala. Tienen 3 partidos contra 3 rivales muy fuertes para demostrar lo que no han demostrado frente a rivales débiles a lo largo del torneo.

Pregunta para los foristas:

1. ¿Creen que en estos 3 partidos Millos logrará el milagro?

2. ¿Cuáles consideran han sido los mejores y los peores jugadores a lo largo del torneo?

3. ¿Qué opinión les merece el técnico Israel por lo mostrado hasta ahora?

Agradezco sus comentarios en este espacio así como en @PanzaVidela