Por PanzaVidela

Hoy quise escribir un comentario sobre dos videos del mundo del deporte que son inspiradores. Uno, lo vi por primera vez esta semana –y no pude evitar la tentación de escribir sobre él- , el de la medalla al niño con síndrome de Down. El otro, es un referente histórico, bastante famoso, de los juegos olímpicos de Barcelona 92. Hoy quise compartirlo en el blog.

Este video es hermoso y poderoso a la vez. En la celebración del título, el técnico del Celtic Glasgow de Escocia Neil Lennon va a la tribuna donde se encuentra un niño con síndrome de Down y le regala su medalla de campeón. Segundos más tarde el delantero griego Giorgios Samaras viene en busca del niño, lo toma en sus brazos y se lo lleva al campo a celebrar con el resto de jugadores.

Simple, sencillo, pero tan grande y excepcional como gesto de humanidad que nos inspira y hace reflexionar. Los gestos más grandes en la vida son –la gran mayoría de veces- así de simples.

La alegría de este niño vale todo el oro del mundo. Envejecerá y morirá con este recuerdo enmarcado en su cabeza. Celebrando el título de su equipo, recorriendo la cancha en brazos del goleador del equipo, con una medalla de campeón colgada en su pecho. El señor Neil Lennon –como hombre de experiencia y hombre del fútbol (ambas juntas por favor)- tiene muy claro el verdadero valor de las cosas. Hoy en su armario hay una medalla menos, pero en su corazón quedó la satisfacción de un gran gesto de humanidad. Inspirador como ninguno. Los señores Lennon (el técnico) y Samaras (el futbolista) recibieron la medalla de oro para el alma.

El segundo video, y ya que estamos en estas, es un referente histórico en el mundo del deporte. De otro modo, pero igualmente inspirador que el anterior. Sucedió en los juegos Olímpicos de Barcelona 92. El video tiene comentarios, así que no vamos a explicar.

El comentario final va como una enseñanza de vida proveniente del mundo del deporte. Dos gestos que nos muestran los valores de solidaridad y fraternidad que todos llevamos dentro. Nos muestran que tanto en la victoria como en la derrota está la puerta abierta para tener estos gestos de humanidad. Simples pero poderosos. A veces, al parecer, solamente es necesario un pretexto. No quiero parecer una hermanita de la caridad dando lecciones de hermandad. Simplemente sentí -como persona del común- la inspiración de escribir algo sobre estos dos bonitos videos. Y quise compartirlos en el blog.

Termino con esta frase de mi escritor preferido, Ernesto Sábato. Igualmente inspiradora en estos tiempos difíciles que se avecinan: «Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil.»

Agradezco sus comentarios, esta vez sin preguntas precisas sobre nuestros temas futboleros, en este espacio, así como en @PanzaVidela

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Pronto vendrá el pertinente análisis de la eliminación de Millos este semestre.