Por PanzaVidela

En el minuto 93 Jonathan Estrada fue a presionar al defensa rival, lo forzó al error y ahí nació la jugada que terminaría en el gol salvador de Rafa Robayo.

Un triunfo a la uruguaya. De puro corazón y de pura “garra”. Si la crítica dice que escaseaban los argumentos futbolísticos, el reconocimiento valora el alma y la “berraquera” por no bajar los brazos y seguir en el minuto 93 buscando el gol de la victoria. Vamos por partes.

1. Flojo primer tiempo, Gamero dio cátedra.

En el primer tiempo el Tolima se vio mejor organizado tácticamente. Muy buena impresión dejó el cuadro visitante, ordenado en defensa, apostándole a la posesión del balón y buscando en sus rápidos hombres de ataque hacer daño a Millonarios. Una vez más Alberto Gamero exhibía en la vitrina del Campín su trabajo defensivo, su planificación del partido y estudio del rival. Mientras Israel vociferaba en medio del desespero buscando alternativas que su equipo no encontraba en el terreno de juego, Gamero veía tranquilo cómo el juego se desarrollaba según lo planeado. A todo esto hay que sumarle el error grosero de David Valencia quien entregó en bandeja el primer gol para la visita.

2. Segundo tiempo azul. ¡Jonathan, el diez que queremos!

En el segundo tiempo Millos mostró otra cara. Influyeron dos factores. La entrada de Maxi Núñez por Rojas y la expulsión de Tapia, que dejó a la visita con diez jugadores. Millos hizo valer el hombre de más explotando un arma característica de este equipo: apertura por las bandas con Maxi y Ochoa por derecha y Quiñonez con “Manga” por izquierda. Fue fundamental el rol de Jonathan Estrada, jugando libre en zona ofensiva, asociándose con Silva y “Manga” Escobar, e intentando en la media distancia. Jonathan fue el diez que queremos ver. Lúcido en la entrega, socio de todos y además corriendo todos los balones como el del último segundo que terminó en el gol de la victoria.

3. Lesión de “Manga” y expulsión de Valencia.

Una vez logrado el empate con el golazo de “Manga” Escobar vinieron los mejores minutos para Millonarios. Cuando todo estaba dado para seguir de largo, vino la expulsión de Valencia y lesión de “Manga”. El partido volvió a ser parejo, Millos perdió protagonismo en ataque y la desesperación se fue apoderando de los locales. Jugando diez contra diez Tolima de nuevo ganó el control táctico. En los últimos minutos Millos –más por la desesperación que por orden en sus movimientos- se fue en busca del gol y gracias a la jugada que generó Jonathan Estrada, logró la victoria.

Si bien Millos ganó y sigue ubicado en la parte alta de la tabla, se empieza a percibir en un sector de la hinchada bastante inconformismo con el técnico uruguayo Rubén Israel. El flojísimo partido del miércoles pasado contra Rionegro y la sufrida y “milagrosa” victoria de ayer, dejan un sabor “agridulce” entre la hinchada. Los números son bastante buenos (de local Millos tiene 3 victorias y un empate), sin embargo el rendimiento futbolístico aún no termina por convencer. La mayor crítica por parte de la hinchada azul hacia el técnico radica en su vocación defensiva y –en el caso del partido contra Rionegro- en darle rotación a la nómina dejando por fuera jugadores que venían en buen rendimiento. El resultado fue negativo.

Aquí les dejo como invitación otro análisis del partido de ayer, escrito por Alberto Díaz, hincha azul:

http://barramejoazul.blogspot.com.co/2016/02/patetico-2-1.html

Varias preguntas para los foristas:

  1. ¿Qué opinión les merece el triunfo de ayer?
  2. ¿Consideran justas las críticas hacia Israel o consideran que el equipo va tomando forma poco a poco?
  3. ¿Transcurridas 7 fechas cuál es el balance que les deja este Millos 2016 de Israel?

Agradezco sus comentarios en este espacio así como en @PanzaVidela