Por PanzaVidela

La previa

Hace un año exactamente, en la Copa Confederaciones, Alemania goleó a México y desató una serie de críticas despiadadas en contra del técnico colombiano Juan Carlos Osorio. En México hubo quienes exigieron su renuncia o destitución. Y cuando, en diciembre, el sorteo ubicó a los mexicanos en el mismo grupo de Alemania, no fueron muchos los manitos que le auguraron buenos resultados al TRI en Rusia.

Juan Carlos Osorio, por su parte, expresó que le gustaba deber enfrentarse a Alemania. En todo México el seleccionador mexicano era de los pocos contentos con este enorme reto. Los otros que estaban felices eran sus detractores. ¿Cómo no estarlo? Alemania significaba la linda posibilidad de recibir una goleada histórica en plena Copa del Mundo, la humillación para Osorio y la ratificación que ellos –los críticos sabelotodo- siempre tuvieron la razón: el Dt colombiano no era lo suficientemente bueno para dirigir a la selección mexicana en un Mundial.

Programas de televisión como Fútbol Picante duraron los meses previos al inicio del certamen “incendiando” el ambiente en contra de Osorio. Preparando la “goleada histórica”. Vaticinándola. Esperando socarronamente la derrota para caer como aves de rapiña sobre “el muerto”.

El partido

El 17 de junio en el Luzhniki Stadium de Moscú alemanes y mexicanos les regalaron a los aficionados del fútbol en el mundo entero uno de los mejores partidos del Mundial.

Osorio hizo un planteamiento táctico y estratégico perfecto. Sus jugadores –tal como lo expresó el DT colombiano al finalizar el juego- siguieron al detalle el plan de juego preparado. Coparon los espacios en el medio campo, neutralizaron a los hombres importantes del equipo alemán, fueron precisos en los pases cuando era menester que México tuviera posesión de balón, rápidos y certeros en las incursiones al ataque.

A los 35 minutos Hirving Lozano anotó el 1-0 con un fuerte disparo a ras de piso imposible de tapar para el gigante arquero Neuer. Delirio en las tribunas entre los mexicanos. Fueron kilómetros y kilómetros de ruta para trasladar sus corazones verdiblancos hasta Moscú. Aquellos que no pudieron viajar miraban incrédulos por las pantallas de televisión en lugares tan pintorescos como Tamaulipas, Tepoztlán, Dolores Hidalgo, Izamal y todo el resto del territorio mexicano.

El segundo tiempo comenzó con una Alemania dispuesta a todo por el empate. En un bar de Río de Janeiro (¡valga el comentario para chicanear!) todos los aficionados, salvo los alemanes por supuesto, nos volvimos mexicanos.  Mexicanos “apretando nalga” para decirlo en términos más familiares.

A los 20 minutos del segundo tiempo a Osorio le llegó el mensaje telepático de toda la hinchada mundial que en ese momento hacía fuerza para que David venciera a Goliat: meter al quinto defensor (el veterano Rafa Márquez) y hacer lo que todos decimos con aire de expertos: “cerrar el partido”. Por supuesto que no hubo ningún tipo de telepatía, este escenario lo habían trabajado durante meses los jugadores mexicanos.

Los últimos 25 minutos fueron emocionantes, pues cualquiera que conozca un mínimo de fútbol sabe que hablar de “cerrar un partido” cuando se tiene 11 tipos nacidos en Alemania enfrente, es casi imposible.

Los teutones terminaron desesperados con el arquero Neuer en área rival buscando el gol del empate. Y los mexicanos defendiendo como leones un tesoro por el que nadie había apostado.

La imagen

Una vez finalizó el partido hubo lágrimas en los jugadores latinoamericanos. Habían logrado lo imposible. Juan Carlos Osorio, como un niño chiquito, saltaba de emoción y se fundía en un fuerte abrazo con el capitán de mil batallas Rafa Márquez.

Su emoción no era para menos. Estaba cumpliendo el sueño de toda una vida, dirigir a una selección en una Copa del Mundo. Por su lucha, su constancia, su preparación, su inteligencia, su perseverancia, su resiliencia -¡y quien sabe cuántas virtudes más!-, el destino le regaló un debut soñado. ¡Victoria histórica de México sobre Alemania!

¡Más que merecido!

 

Bonus Track ¡Japón derrotó a Colombia dentro y fuera de la cancha!

Qué feas imágenes nos llegan de algunos colombianos burlándose de turistas japonesas, haciéndoles decir en un idioma que no es el suyo que son unas “perras” como si esto fuera chistoso. Otras imágenes muestran a otros colombianos burlando la seguridad rusa al ingresar aguardiente al estadio en falsos binoculares. Y la última imagen muestra a los hinchas japoneses limpiando el estadio después del partido. Son tres imágenes que hablan por sí solas. ¡Nos invitan a la reflexión y ojalá gracias a que estos videos se han hechos “virales” terminen en una sanción moral para estos colombianos –no son la generalidad- que hacen quedar mal a todo nuestro bello país!

Agradezco sus comentarios en este espacio, así como en @PanzaVidela